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FOTOS | Exhumaciones de la lucha contra el terrorismo en Perú, un país que aún llora a sus víctimas
Miguel Mejía Castro es un fotoperiodista peruano que, entre 2013 y 2016, siguió las labores de un equipo forense del Estado peruano. Exhumar fosas masivas con víctimas de la lucha antiterrorista que hubo en el Perú entre los años 1980 y 2000 era una de las principales funciones de este equipo. En la foto: paisajes como estos son los que tienen que cruzar el equipo forense con los restos óseos encontrados, rumbo a Huamanga, la capital de la región Ayacucho. En este caso el primer trayecto se realizó con mulas y duró 14 horas. El viaje sigue durante 15 horas más a bordo de una camioneta, hasta Andahuaylas, y oras cuatro horas hasta llegar a Huamanga.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
Fruto de este trabajo es el libro 'El Dolor del Retorno-Exhumación y entrega de víctima de la violencia política en Perú', una publicación compuesta por textos y fotografías de Miguel Mejía, quien también la editó. En la foto: los rayos del sol penetran por el follaje de los arbustos y árboles, transformando el monte en una especie de sala de operaciones quirúrgicas. Chaupimayo, Chungui, La Mar.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
"Tienes que sensibilizarte con lo que está pasando, con lo que ves. Entender a ese familiar detrás del forense que hurga entre los restos de las víctimas", cuenta el fotógrafo peruano sobre lo que lo mueve a tratar este tipo de temas. En la foto: los forenses han cavado dos metros bajo tierra y se acercan a los restos de una decena de víctimas, en Chaupimayo.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
Durante las dos semanas que duraron las exhumaciones en que se tomaron estas imágenes se hallaron 56 cuerpos. En la foto: las cajas con los restos óseos hallados son llevados por un forense a un campamento cercano.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
De acuerdo a la Comisión de la Verdad y Reconciliación, entre 1980 y 2000 "constituyó el episodio de violencia más intenso, más extenso y más prolongado de toda la historia de la República". En la foto: los forenses hallaron dos anillos entre los huesos. Un poblador que se encontraba en el lugar reconoció las joyas e identificó a su madre, quien fue ejecutada junto con su hermana y su sobrina. La imagen fue tomada en Suyrurupampa, Chungui, La Mar.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
"Tuve mucho respeto por el espacio de trabajo de los forenses, respetaba las reglas que nos daban. Prefiero que todo fluya e inmiscuirme lo menos posible entre el personaje, de esa realidad dura, dramática y triste. La idea no es ser un elemento que incomode más", concluye Mejía. En la foto: con la apariencia de un cirujano y con una profunda concentración, Dannal Aramburú se prepara para intervenir una fosa común donde se hayan tres cuerpos. Chaupimayo, Chungui, La Mar.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
Alrededor de 69.280 personas murieron asesinadas por organizaciones terroristas y el Estados peruano entre 1980 y 2000, según el informe de la CVR, publicado en 2003. "Estas cifras superan el número de pérdidas humanas sufridas por el Perú en todas las guerras externas y guerras civiles ocurridas" desde 1821, cuando Perú se convirtió en una república. En la foto: el forense dibuja y anota cada uno de los detalles en su inseparable libreta. Chaupimayo, Chungui, La Mar. En la foto: El forense dibuja y anota cada uno de los detalles en su inseparable libreta. Chaupimayo, Chungui, La Mar.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
"Me cuesta describir en palabras lo que este trabajo significa para mí. Tomé este tema con tanta seriedad y pasión que me llevó a una rutina de trabajo obsesiva", comenta Miguel Mejía. En la foto: la pequeña capilla que está dentro del edificio del Equipo Forense es habilitada para la entrega de restos óseos. Hasta octubre de 2017, en todo el Perú, esta institución recuperó 3.730 osamentas de víctimas del conflicto armado, se identificaron a 2.231 y entregó 2.045 a sus respectivos familiares. Huamanga, Ayacucho.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
El Equipo Forense Especializado del Ministerio Público de Perú fue fundado en el 2003. Durante esta exhumación se intervinieron 19 fosas clandestinas que datan de hace 30 años, aproximadamente. En la foto: las raíces han atrapado durante 29 años los cuerpos de dos víctimas asesinadas por militares. Con mucha paciencia, el especialista corta con su navaja las penetrantes fibras vegetales. Chaupimayo, Chungui, La Mar.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
"Había niños y madres fusilados, cuerpos con casquillos de bala", describe Mejía a CNN en Español. "Mi estilo de trabajo es periodístico", dice Mejía. "Es decir, yo no modifico nada, trato de retratar lo que veo sin maquillaje, no pido a nadie que se mueva o se ubique a tal o cual lugar", agrega. En la foto: alumnos de escuela cargan los féretros que contienen restos óseos de personas asesinadas durante la lucha contra el terrorismo. En esta ocasión, el equipo forense entregó 65 ataúdes.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
"Muchos dicen que hay que olvidar el tema de la violencia en el Perú, que es algo que ya pasó, pero yo me pregunto: ¿qué hay que olvidar si esto no ha pasado aún? Todavía hay peruanos que buscan a sus familiares asesinados en los cerros", reflexiona el autor de las imágenes. En la foto: Dannal Arambutú intenta consolar a a Angélica Cusi, madre de una de las víctimas. Este arqueólogo forense, de 35 años de edad, desenterró un aproximado de 600 cuerpos en los cinco años que trabajó con el Equipo Forense Especializado. Huamanga, Ayacucho.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
"Las décadas de violencia en el Perú no es historia, es presente, es coyuntural, aún existe. Es noticia. Está pasando", agrega Mejía. En la foto: la familia de Néstor Curo vela sus restos, mientras que niños y adolescentes son testigos del dolor de los adultos.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
"Un solo día me quebré. Había una especie de malestar que no llegas a descifrar, la soledad, estar lejos, pensar en tu familia", recuerda el fotoperiodista nacido en Lima, Perú. En la foto: Odelia Curo Palomino se reencontró con su hermano Néstor después de 24 años, solo para darle un entierro digno.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
"Me chocó mucho porque vi a niños con sus madres asesinados en las fotos. Yo tengo hijos de esas edad, no me imagino a alguien disparándole a un niño", cuenta Mejía a CNN en Español. En la foto: Mercedes Castro y su esposo Robin Quispe crgan los restos óseos de Sebastiián Quispe, el padre de este, quien fue asesinado por militares en 1987. Pinto, Chungui, La Mar.
Créditos: Miguel Mejía Castro/Apu Editorial
"Me he esforzado en la edición para que sea un libro que sea entendido por cualquier persona, he pensado mucho en el lector, el objetivo del periodista sumado a las buenas imágenes", asegura Mejía Castro sobre su libro. Eusebia Palomino, madre de una víctima asesinada por la organización terrorista Sendero Luminoso, se retira de Huamanga, la capital de la región Ayacucho, hacia su comunidad.