Jo Farrell es una fotógrafa radicada en Hong Kong que se enfoca en retratar costumbres femeninas que ya no están vigentes. Durante ocho años se dedicó a capturar imágenes de 50 mujeres con los pies vendados en el área rural de China. Aquí vemos los pies de Zhao Hua Hong, en el lente de Farrell.
Jo Farrell es una fotógrafa radicada en Hong Kong que se enfoca en retratar costumbres femeninas que ya no están vigentes. Durante ocho años se dedicó a capturar imágenes de 50 mujeres con los pies vendados en el área rural de China. Aquí vemos los pies de Zhao Hua Hong, en el lente de Farrell.
Retrato de Zhao Hua Hong. "Hay personas en China que me critican por documentar los pies vendados. Ellos enfatizan que esta es la ‘China antigua’ y se preguntan quién se beneficiará de documentar esta cosa horrible del pasado. Quieren olvidarlo. Pero esto es historia. Sólo porque no nos gusta, no significa que no deberíamos documentarlo", dice Farrell.
Retrato de Zhao Hua Hong. "Hay personas en China que me critican por documentar los pies vendados. Ellos enfatizan que esta es la ‘China antigua’ y se preguntan quién se beneficiará de documentar esta cosa horrible del pasado. Quieren olvidarlo. Pero esto es historia. Sólo porque no nos gusta, no significa que no deberíamos documentarlo", dice Farrell.
Zhang Yun Ying fue la primera mujer con pies vendados a la que Jo Farrell fotografió. Varias de las mujeres retratadas por Farrell ya fallecieron.
Zhang Yun Ying fue la primera mujer con pies vendados a la que Jo Farrell fotografió. Varias de las mujeres retratadas por Farrell ya fallecieron.
“Ella se quitó sus zapatos, tomé su pie en mi mano y era muy suave. Simplemente se sintió hermoso. Ella realmente había sufrido por esto. Me conmovió ver por lo que nosotras como mujeres pasamos para tener una mejor vida", dice Farrell acerca de Zhang Yun Ying.
“Ella se quitó sus zapatos, tomé su pie en mi mano y era muy suave. Simplemente se sintió hermoso. Ella realmente había sufrido por esto. Me conmovió ver por lo que nosotras como mujeres pasamos para tener una mejor vida", dice Farrell acerca de Zhang Yun Ying.
Retrato de Yang Jinge. La mujer de 91 años de edad le dijo a Farrell: "Los pies vendados eran una falta de respeto para el cuerpo; a veces era muy doloroso y yo no podía ir a otro pueblo o a la escuela. Los pies vendados es la fe ciega, se creía que nos ayudaría a tener matrimonio mejor, pero cuando me vendaron mis pies, ya era una tradición muy antigua y no era parte de la China moderna".
Retrato de Yang Jinge. La mujer de 91 años de edad le dijo a Farrell: "Los pies vendados eran una falta de respeto para el cuerpo; a veces era muy doloroso y yo no podía ir a otro pueblo o a la escuela. Los pies vendados es la fe ciega, se creía que nos ayudaría a tener matrimonio mejor, pero cuando me vendaron mis pies, ya era una tradición muy antigua y no era parte de la China moderna".
Los pies de Yang Jinge. "En la mayoría de los casos que encontré en los pueblos, las madres que vendaban los pies de sus hijas lo hacían por amor, ya que esperaban un mejor matrimonio y una vida mejor para sus hijas", dice Farrell. "En más o menos el 50% de los casos, la práctica de vendar los pies no había resultado muy bien. Muchos de los pies se desfiguraron y no lograron la forma deseada".
Los pies de Yang Jinge. "En la mayoría de los casos que encontré en los pueblos, las madres que vendaban los pies de sus hijas lo hacían por amor, ya que esperaban un mejor matrimonio y una vida mejor para sus hijas", dice Farrell. "En más o menos el 50% de los casos, la práctica de vendar los pies no había resultado muy bien. Muchos de los pies se desfiguraron y no lograron la forma deseada".
Farrell dice: "La mayoría de los libros disponibles cubren el erotismo de los pies vendados o la historia que hay detrás de la práctica. No discuten realmente a la mujer como ser humano. Yo quiero humanizar el fenómeno. Estas mujeres tenían vidas increíbles, aunque eran campesinas. No solo se habían vendado los pies, también pasaron por hambrunas y la Revolución Cultural, y ahora tienen que lidiar con la disolución de la estructura familiar tradicional y la vida del pueblo a medida que los jóvenes se van a otras ciudades en busca de trabajo".
Farrell dice: "La mayoría de los libros disponibles cubren el erotismo de los pies vendados o la historia que hay detrás de la práctica. No discuten realmente a la mujer como ser humano. Yo quiero humanizar el fenómeno. Estas mujeres tenían vidas increíbles, aunque eran campesinas. No solo se habían vendado los pies, también pasaron por hambrunas y la Revolución Cultural, y ahora tienen que lidiar con la disolución de la estructura familiar tradicional y la vida del pueblo a medida que los jóvenes se van a otras ciudades en busca de trabajo".
"Su Xi Rong tenía los pies más hermosos en su pueblo. Sus pies tenían la forma ideal, en la que no solo los dedos estaban envueltos, sino también el talón comprimido hacia los dedos para crear una grieta en el arco de sus pies que era considerada altamente erótica por su esposo", dice Farrell.
"Su Xi Rong tenía los pies más hermosos en su pueblo. Sus pies tenían la forma ideal, en la que no solo los dedos estaban envueltos, sino también el talón comprimido hacia los dedos para crear una grieta en el arco de sus pies que era considerada altamente erótica por su esposo", dice Farrell.
Primer plano del pie izquierdo de Su Xi Rong, en el que se logró la forma deseada.Hide Caption
Primer plano del pie izquierdo de Su Xi Rong, en el que se logró la forma deseada.Hide Caption
Muchas mujeres fotografiadas por Farrell eran demasiado viejas como para recordar gran parte de su infancia. Pero una mujer, Yang Yu Ying pudo recordar la época antes de que sus pies fueran vendados: "Cuando tenía 11 años de edad, yo estaba en el cumpleaños de mi abuelo. Había alimentos deliciosos y todo iba bien hasta que mi tía dijo que mis pies eran muy feos, que eran tan grandes como los de un chico. No lloré cuando mi madre vendó mis pies. Pero en la noche, cuando me acostaba en mi cama, sí lloraba. Los pies me sangraban y estuvieron infectados durante un año. Los lavaba con agua. Después de un año, el dolor cesó y pude caminar de nuevo".
Muchas mujeres fotografiadas por Farrell eran demasiado viejas como para recordar gran parte de su infancia. Pero una mujer, Yang Yu Ying pudo recordar la época antes de que sus pies fueran vendados: "Cuando tenía 11 años de edad, yo estaba en el cumpleaños de mi abuelo. Había alimentos deliciosos y todo iba bien hasta que mi tía dijo que mis pies eran muy feos, que eran tan grandes como los de un chico. No lloré cuando mi madre vendó mis pies. Pero en la noche, cuando me acostaba en mi cama, sí lloraba. Los pies me sangraban y estuvieron infectados durante un año. Los lavaba con agua. Después de un año, el dolor cesó y pude caminar de nuevo".
Más adelante, Yang tuvo dos hijos y cinco nietos. "Estas mujeres realmente son la columna vertebral de la China de hoy. Pero vienen de una generación donde es difícil para ellas verse como individuos. No consideran que su historia sea importante; ellas no importan, son mujeres olvidadas", explica Farrell.
Más adelante, Yang tuvo dos hijos y cinco nietos. "Estas mujeres realmente son la columna vertebral de la China de hoy. Pero vienen de una generación donde es difícil para ellas verse como individuos. No consideran que su historia sea importante; ellas no importan, son mujeres olvidadas", explica Farrell.
El vendado de pies empezó en la dinastía Song y pasó de moda a principios del siglo XX, cuando el gobierno la prohibió. "La modificación del cuerpo se encuentra en todas las culturas. Todos hacemos algo para hacernos más atractivos o para ayudarnos a sentirnos mejor. Actualmente, sometemos los dedos a procesos quirúrgicos para embellecer los pies, eliminamos costillas para hacer la cintura más pequeña", dice Farrell.
El vendado de pies empezó en la dinastía Song y pasó de moda a principios del siglo XX, cuando el gobierno la prohibió. "La modificación del cuerpo se encuentra en todas las culturas. Todos hacemos algo para hacernos más atractivos o para ayudarnos a sentirnos mejor. Actualmente, sometemos los dedos a procesos quirúrgicos para embellecer los pies, eliminamos costillas para hacer la cintura más pequeña", dice Farrell.