(CNN Radio Argentina) – No son médicas, tampoco parteras. Pero se están convirtiendo en un personal esencial para muchas mujeres embarazadas en el momento de dar a luz. Son las “doulas”, una especie de auxiliares de parto encargadas de dar contención a la parturienta.
La palabra “doula” viene del griego “la que sirve”. Y ese servicio que prestan están mujeres que acompañan a embarazadas se está multiplicando en muchos partes del mundo.
Pero, ¿cuál es su rol? Parece muy simple, pero no lo es: acompañar, contener, dar aliento y apoyar a la mujer durante el parto más allá de la presencia constante de su pareja. Son, en resumen, mujeres entrenadas para respaldar a otra mujer en el momento más importante de su vida.
Las “doulas” se caracterizan por su amabilidad, siempre dispuestas a brindar la palabra justa, de manera cariñosa, para recrear un ambiente de contención durante una de las experiencias más importantes de la vida de una mujer: el parto.
Son el complemento ideal para contrastar un mundo de altas tecnologías, de salas frías y muchas veces adversas para un estado de ánimo que necesita una alta dosis de contención, más allá de la necesaria presencia de una persona querida.
La “doula” toma la mano de la parturienta, le susurra la palabra justa, la impulsa a un nuevo esfuerzo, la tranquiliza y le da sobre todo seguridad.
“El oficio está siendo cada vez más popular. En algunas clínicas privadas se las incluye en el personal fijo. En los hospitales públicos el único que cuenta con servicio de doulas es el hospital de Morón”, dijo la periodista Lucía Wei He en el programa La Mañana de la CNN que conduce Juan Pablo Varsky.
Y agregó: “Hay un servicio que se llamas Doulas de Argentina que ofrece formación a mujeres que quieren ejercer este oficio y a parejas que quieren contratar a una doula”.
Antes, durante y después del parto
Pero su trabajo no solo se focaliza durante el parto. Existen “doulas” que acompañan a la mujer embarazada antes y después de dar a luz.
En los meses previos, las “doulas” escuchan las dudas y los temores de las mujeres embarazadas y crean con ellas un plan de parto con técnicas de relajación, yoga, masajes y respiración. Están disponibles a toda hora a través del teléfono, pero también tienen reuniones periódicas para canalizar preocupaciones y sueños. Además, recrean un espacio perfecto para la llegada del bebé en el nuevo hogar.
Y después del parto, ayudan a la madre en la organización de su nueva vida, respondiendo a preguntas clásicas de las “primerizas” con consejos prácticos ante situaciones inesperadas que regala la maternidad. Y por supuesto las asesoran en el proceso de lactancia y los cuidados del recién nacido.
Su papel es tan importante que el libro “The Doula Book” de los especialistas Marshall H. Klaus, John Kennell y Phyllis H. Klaus, asegura que “tener una doula como miembro del equipo de nacimiento disminuye la tasa general de cesárea en un 50% y la duración del parto en un 25%”.