Víctor Piñeiro en su cruce del Canal de la Mancha

(CNN Radio Argentina)–  Víctor Piñeiro, de 41 años, acaba de consumar una de las grandes proezas de la natación: cruzar a nado el Canal de la Mancha, uno de los siete desafíos de los nadadores de aguas abiertas de todo el mundo.

“Cuando llegué, la sensación fue de un poco de alivio porque hubo muchos momentos en que pensamos que nos iba a llevar la corriente, que no llegábamos”, dijo a CNN Radio este porteño que se lanzó a cruzar el canal que separa Francia de Gran Bretaña en una fecha más que simbólica: el 9 de julio.

Piñeiro, que se radicó varios años en Australia y ahora vive en Singapur, contó que logró alcanzar su objetivo porque tuvo el “apoyo muy bueno” de su equipo liderado por su entrenadora Nicola Piha.

La verdad creo que fue la diferencia que me hizo llegar. El equipo siempre fue muy positivo y muy profesional y me apoyaba en todo momento. Sin el apoyo de toda la gente” no hubiera llegado “porque las condiciones no fueron las mejores”.

La travesía empezó en Dover, en Inglaterra. “Salimos con el objetivo de llegar a Francia. Tuvimos corrientes bastante fuertes, no las esperábamos. Las condiciones no fueron buenas, nos desviamos bastante del curso y producto de eso tuvimos que nadar mucho mas rápido de lo que esperábamos”.

Y añadió: “La nadada se hizo bastante más larga”.

CNNE 671472 - victor pineiro, la hazana de cruzar el canal de la mancha

Un viaje complicado

Piñeiro recordó que “la mayoría de los barcos que empezaron” la travesía “no terminaron, así que fue un día bastante difícil”.

“Yo me había preparado bastante. Fue una preparación de casi dos años. Independientemente de todo el viaje que tuve que hacer y el trabajo, todo ese entrenamiento ayudó a que pueda llegar a destino. Me llevó en total 15 horas y 18 minutos y llegamos a una playa en Francia”, explicó.

Su llegada a la playa fue un verdadero alivio. “Cuando llegué, después de haber estado tanto tiempo en agua salada, tuve un poco de problemas para tragar porque se me había cerrado un poco la garganta”, dijo.

Entonces “empecé con arcadas, vomité un par de veces, después se me pasó y subí al bote, y allí estaba la familia, estaba mi equipo” esperándolo, entre ellos su entrenadora, su esposa Marina Ricchieri y su madre, María Ojeda, que viajó especialmente desde Buenos Aires para presenciar la hazaña.

“Empecé a sacarme toda la grasa del cuerpo y a relajarme un poco. Por suerte la recuperación no fue tan dura. Ya estoy al 100 por ciento y me estoy preparando ya para las cinco nadadas” más importantes del mundo que le restan realizar para concretar su mayor sueño.

Piñeiro ya cumplió dos de esos objetivos: Gibraltar y el Canal de la Mancha. Ahora “el próximo objetivo es nadar desde la isla de Catalina a Los Angeles, más o menos la misma distancia del Canal de la Mancha, un par de kilómetros menos”.

“Generalmente las corrientes suelen ser un poco mejores”, especificó.

Ahora lo espera el reencuentro con sus hijas, Camila y Catalina, ambas nacidas en Australia. Y continuar con los entrenamientos para la próxima etapa.

“También tengo pensado nadar en Manhattan, dar la vuelta a la isla. Es en el Hudson river. Anteriormente hice el estrecho de Gibraltar”, confesó.

“La idea -concluyó-  sería completar las siete nadadas mas difíciles”, agregó.

Pero para ello deberá nadar además en las aguas abiertas en Tsugaru, North Channel (Irlanda y Escocia) y Cook Straigth (Nueva Zelanda). Todo por perseguir sus sueños.