(CNN Radio Argentina) – `La odisea de los giles´, en una especie de boca de urna, ya es un éxito. A un día del lanzamiento oficial, la expectativa aumenta y su director y guionista, Sebastián Borensztein, contó este miércoles en El Espectador el detrás de escena de la grabación y reveló cómo fueron las primeras conversaciones para llevar adelante el film argentino.
“Es una peli que deja con un sabor muy lindo y un contexto en el que no podemos dejar de reconocernos”, dijo, al tiempo que agregó: Lo vivo con mucha felicidad y alivio porque finalmente son proyectos que llevan años y poder sacarlos a la cancha es increíble. Deja de ser nuestra y pasa a ser de la gente”.
Ricardo Darín y su hijo el Chino son dos de los protagonistas de la película. “Al Chino lo conozco desde chiquito. Ellos están en un rol de productores - actores increíble. Era natural que asumieran ese rol. Cuando se involucra en las películas no lo hace solo desde el lugar de actor”, afirmó.
Cómo se gestó la película
El nuevo trabajo Sebastián Borensztein, según relató en CNN Radio, está basado en la novela La noche de la usina, de Eduardo Sacheri, y se remonta a la crisis del 2001.
“Leí la novela de Eduardo, nos miramos y dijimos que había una posibilidad. Nos enamoramos de los personajes y dijimos que tenía que ser una película. Fue un trabajo muy complejo y un reto grande: la novela está consagrada y la idea era poder estar a la altura”, dijo, al tiempo que aclaró: “Lo conseguimos y nos llevó mucho tiempo. El tiempo más largo del proceso fue adaptar la novela a un guión de película”.
¿La historia? Es un grupo de vecinos de un pequeño pueblo del interior que arma un pequeño emprendimiento y, en el contexto del 2001, son víctimas de una estafa. Luego, se organizan y se juntan para vengarse. Tratan de armar un plan delictivo y viven una verdadera odisea.
Borensztein, a su vez, advirtió que la película sale a la luz en un momento particular del país. “Estrenar hoy la historia resignifica su valor”, indicó, y destacó el mensaje “inspirador” y “esperanzador” que deja el film.
Admiración y amor por su padre, Tato Bores
“Lo que mi viejo me dejó es una estantería llena de valores: personales, familiares. Tenía una ética personal muy grande. Era muy leal a sus pensamientos. Era crítico y tenía una honestidad única”, resaltó, al tiempo que dijo que también le transmitió “el amor por este medio que empecé a aprender de chiquito. No jugué a la pelota en otro lugar que no sea detrás de decorados de cine y teatro”.
Al recordar los monólogos de su padre, se refirió a al situación actual de la Argentina: ““Seguimos hablando de las penurias de jubilados, maestros, la inflación y el poder que se disputa sin objetivos concretos, sin políticas de Estado y con esta cosa de que cada gobierno que llega desmantela lo que hizo el anterior”.
¿Haría una biopic de su padre? “Siempre lo tengo rondando en la cabeza, pero no es fácil hacerlo. El tema es que es difícil encontrar ese personaje, esa impronta. No moví una ficha para hacerlo, pero el deseo está y quizás en algún momento se haga”, concluyó.