(CNN Radio Argentina)– Juan José Neiff, investigador principal del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL), advirtió este miércoles en CNN Radio que la bajante del río Paraná se extenderá probablemente hasta “mediados o fines del verano” con niveles cercanos a cero.
“En general son problemas que tienen que ver con la evaporación en el mar y el movimiento de las masas de vapor. Ahora uno está tentado a vincularlo al cambio climático o a las represas y esto ocurre antes que estén pasando estos fenómenos”, sostuvo Neiff en Café con Pepe.
En ese sentido, dijo que eso “no quiere decir que la deforestación o las represas tengan algo que ver” y aclaró que “en todo caso es un agravante en alguna medida”.
Y agregó: “El gran problema es que no llueve, no hay agua. Van dos años de pocas precipitaciones en la Alta Cuenca, en Brasil y Paraguay, y hace que la creciente que tiene que venir del río Paraguay en invierno no va a venir”.
“En primavera y verano llovió poquito en el Pantalal, que es el gran receptor de agua, y la crecida de Paraná tampoco va a ocurrir”, apuntó.
Neiff, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), dijo que “eso nos acelera un escenario bastante desfavorable” y señaló que el programa Pulso, que analiza la frecuencia e intensidad de este fenómeno, prevé que esta bajante “puede ir a mediados o fines del verano con niveles de río próximos a cero”.
Un fenómeno común
El experto dijo que desde 1901, cuando arrancó la información hidrométrica del Paraná, en Corrientes se han registrado 9 bajantes de estas características o “aún más importantes”.
“No se trata de un fenómeno eventual. Es un fenómeno natural. El tema es que ha cambiado la frecuencia”, indicó.
Al respecto, mencionó que “en la primera mitad del siglo pasado ocurrían cada dos o tres años y duraban entre 80 a 200 días” y precisó que “esta (situación) apunta de esa manera”.
“Es una bajante larga que puede ir más allá del verano y eso tiene implicancias en los ecosistemas, en la parte económica, la navegación, el transporte de combustible y la provisión de agua a orillas del río”, aseveró.
Neiff dijo que este fenómeno “nos pone en estrés” porque en realidad se trata de “una triple crisis” que engloba a la emergencia económica global, la pandemia de coronavirus y la bajante del río en la región.
“Son fenómenos de onda larga que no podemos establecer ni siquiera la frecuencia con que se dan”, apuntó.
Y concluyó: “Tenemos 120 años de datos que es un soplo en la historia de la naturaleza. Hay un período de 1901 a 1971 en que el río estaba en aguas relativamente bajas. Desde 1971 a 1999 el río tiene un metro y medio mas de agua en las medias anuales. Es un período de aguas altas en general. Y desde 2000 hasta ahora estamos volviendo a periodo de aguas bajas”.