(CNN Radio Argentina) – El intendente de Pinamar, Martín Yeza, afirmó este sábado en CNN Radio que “hay que poner un ojo en la situación sanitaria y otro ojo en la vida comercial y económica”, a la vez que señaló que “es un hecho que habrá que monitorear diariamente la situación epidemiológica”.
En el programa Digamos todo, el funcionario de Juntos por el Cambio deslizó que “una válvula de escape es el aumento de la clandestinidad”. Así, expuso, “no está jugada la última carta del máximo esfuerzo posible con el cumplimiento de protocolos”.
“Tenemos una mesa operativa y el Gobierno va a escuchar a los colegas”, manifestó en diálogo con Nacho Girón y Nicolás Singer. Acerca del cierre comercial de una a seis de la mañana en la Costa, medida que aún no se conocía en el momento de la entrevista, Yeza aclaró que “cualquier decisión la tomará el gobernador (Axel Kicillof) y contará con el apoyo de los intendentes”.
Un eventual cierre de la temporada de verano “es lo que me atemoriza”, dijo, y remarcó que “por ahora no es una hipótesis”.
“Hacemos lo necesario para defender la temporada. Buscamos reducir el costo al máximo posible, invitando a la ciudadanía a que tenga disciplina” con las medidas sanitarias frente a la pandemia por coronavirus y al crecimiento de los casos.
“Estamos trabajando entre varios intendentes de la Costa Atlántica”, resaltó, al tiempo que destacó la necesidad de “seguir reforzando” los controles. “Debemos maniobrar antes de que esto se convierta en un problema grave”, acotó.
Sobre las reuniones de jóvenes en la playa, el jefe comunal consideró que “hay preocupación mediática por los videos que muestran siempre las mismas imágenes. Me preocupa más la invisibilidad. Es decir, por ejemplo, un asado para veinte personas en un lugar cerrado. Al aire libre es menos grave, no resulta tan relevante epidemiológicamente”.
Yeza puntualizó que el distrito está aplicando multas –y ya hicieron “más de 30”– de “80 mil a 800 mil pesos” a los organizadores de fiestas clandestinas. Y auscultó que si continúa el relajamiento, “nos tocará administrar las consecuencias de la propia ciudadanía”.
Por último, Yeza evaluó que la posibilidad de que la Provincia de Buenos Aires restrinja la circulación “por el momento es una hipótesis que no se baraja. Sería una suerte de estado de sitio establecer un toque de queda con policías deteniendo gente en la calle. No va por ese lado el consenso”.