El Teatro Colón de Buenos Aires

 (CNN Radio Argentina) – Los talleres del Teatro Colón se inauguraron en 1938, ocupan 20 mil metros cuadrados, funcionan en el segundo y tercer subsuelo, debajo de la Avenida 9 de Julio, y se conectan directamente con el escenario. Allí es donde se crea la magia que se refleja finalmente cuando las obras salen a escena.

En Historias del Teatro Colón, Martín Leopoldo Díaz habló con dos de las principales representantes de los talleres: Stella Maris López, jefa de Sastrería; y Eugenia Palafox, jefa de Peluquería y caracterización del teatro.

Estoy hace 37 años en el teatro, durante 21 años fui principal cortadora e hice la confesión de los trajes del ballet estable, del coro de niños y de bailarinas figurante. Mis comienzos fueron con el ballet, fue una de las mejoras épocas, mucha amistad con los artistas”, recuerda Stella Maris.

Stella Maris López, jefa de Vestuario del Teatro Colón

La variedad de telas que se usa es muy grande, usamos terciopelos, gasas, brocatos, tul importado para los tutús, encajes, brillos, bordados. Se comienza a trabajar tres meses antes con las propuestas del vestuarista y se busca lo que hay dentro del mercado de Argentina, lleva mucho tiempo y conocimiento, hay que estar actualizado con los precios y los stocks que hay en el país. Además, para los espectáculos que van todos los días tenemos que tener dos elencos, con sus trajes, porque sino no dan los tiempos”, cuenta la López.

Para el oficio de la caracterización es muy difícil adquirir conocimiento a través de un estudio formal, se aprende haciendo. Nosotros tenemos una formación muy variada, venimos de la peluquería y el maquillaje social, y adquirimos la especialización de la parte artística. Hacemos infinidad de cosas, bijouterie, tocados, tiaras, coronas. Para esto tenes que ser muy plástico con las manos, trabajar los elementos de joyeria, dibujar, hacer cosas en volumen, saber pintar, por eso el perfil de personas que confirman el plantel cada uno tiene una especialización particular”, cuenta Eugenia sobre el trabajo que se realiza en Maquillaje. Y agrega: “El límite lo pone la imaginación y la creatividad”.

“El método de implante de una peluca es igual que hace 300 años, pero el ingreso de la tecnología también nos tocó a nosotros. Con la llegada del HD tuvimos que cambiar el maquillaje, el teatro siempre se exageró para que todos los espectadores lo vean pero con el HD eso es imposible porque cualquier partícula excesiva de maquillaje se ve”, asegura Palafox.

Eugenia Palafox, Jefa de Peluquería y Caracterización del Teatro Colón

Cuando terminan de realizarse las obras, todos los elementos que se utilizaron se guardan en los depósitos que tiene el teatro. Cada prenda se limpia y se guarda bajo un estricto protocolo para poder volver a utilizarse cuando se requiera. “Cuando termina una obra se selecciona la ropa que hay que lavar y después enfundar para guardar en los depósitos. Hay miles de trajes en los depósitos, son producciones muy caras, algunos trajes se pueden guardar doblados, y otros deben quedar colgados y con fundas, pero la producción debe guardarse completa”, cuenta Stella Maris. “Tenemos tesoros guardados”, añade Eugenia.

Ambas profesionales recalcaron la importancia de la experiencia en la labor que realizan, ya que sus oficios se basan en los procesos de trabajo abarcados durante años para distintas compañías, artistas y títulos puestos en escena del Teatro Colón: “Este es un escenario importantísimo en el mundo entero, trabajamos con mucha responsabilidad”, dice Stella Maris.

Tanto Eugenia como Stella Maris esperan ansiosamente poder volver a trabajar como antes de la pandemia: “Es un orgullo este teatro para nosotros. Todos tenemos muchas ganas de volver a poner nuestro trabajo en e escenario; me animo pensando que falta menos”, asegura Palafox. “Estamos esperando que podamos volver a hacer lo que nos gusta y volver a abrir el telón”, señala López.