CNNE 1184545 - rodrigo fresan, escritor argentino

(CNN Radio Argentina)- En el marco del programa Aduana de Palabras, conducido por Mariana Mactas y Bobby Flores, el escritor, traductor y periodista argentino, Rodrigo Fresán, compartió su opinión respecto de diferentes temas tales como: Su preocupación por la guerra, el extraño criterio para determinar qué se encuadra en la buena literatura, el refugio que significa leer; al tiempo que adelantó algunos detalles respecto de Melvill, su último trabajo.

La era de la catástrofe permanente

“Me preocupa mucho la guerra… aquí todo se ve muy cerca, es muy preocupante lo que está pasando. No se cómo lo viven ustedes, pero acá estamos con este tema”, expresó este sábado a CNN Radio, como un disparo de sentimientos que lo envuelven en este momento. El escritor que nació en Argentina pero que hace veinte años vive en España, agregó además: “Europa siempre parece estar en un momento interesante (como dice la maldición china).  Fresán además agregó: ” Venimos de la pandemia… ahora no se habla de nada de eso, en fin, todo muy raro… Estamos en la era de la catástrofe permanente” (un término que el escritor dijo haber acuñado de un tiempo a esta parte).

Leer es una GRAN solución para muchos problemas

“Cuando la realidad está tan mal escrita, uno busca consuelo en la lectura”, expresó Fresán. Además, al dar su opinión respecto del papel de la lectura en un mundo cada vez más hostil, destacó: “Leer es una gran solución para muchos problemas”. En este contexto, el escritor dijo además: “No entiendo a las personas que dicen que no les gusta leer, porque la lectura aleja y salva en parte de la realidad, es un refugio”.

En el marco de su idea sobre el libro en sí mismo, como un mundo construido y al mismo tiempo un mundo tan personal que el lector va constituyendo, Fresán opinó: “Yo tengo una idea… la idea del libro como lugar desde donde salir y adónde llegar”.

Melville (su último trabajo literario) y sus originales agradecimientos

“Hay quienes, mis notas de agradecimiento, les caen antipáticas”, opina Fresán al ser consultado por los personales y característicos agradecimientos de sus libros. Al tiempo que agregó: “A mí las alfombras nunca me gustaron, me gusta que se vea el piso dónde uno está parado. Me gusta agradecer, por eso lo hago”.

La musicalidad de las historias

La música está en la literatura. Hay novelas que están llenas de música. Partimos de la base histórica que nos dice que la primeras historias contadas, eran cantadas, eran poetas que cantaban”. “la idea de libro sin música es bastante nueva”.

Su modo de escribir y su último libro

Al referirse a su forma de contar las imágenes de sus libros, Fresán opinó: “ Tengo la sensación que todos mis libros responden a una misma idea y sentimiento”, Melville, mi última historia, también. Además, en otro orden sentenció que su Vocación literaria no sabe bien de dónde vino, y jamás le importó saberlo. Como si hubiera un misterio ahí que pareciera estar bien ubicado en espacio y tiempo.

Al ser consultado por su interés para escribir su último trabajo, Fresán opinó: “Ese interés por Melville (Melvill) viene desde el principio. La verdad es que Moby Dick, fue todo un deslumbramiento, un libro que nunca termino de navegarlo”.

En cuanto al Clásico de la ballena blanca que, cabe recordar que no gozó ni de reconocimiento ni ha sabido ser bien acogida y valorada por sus contemporáneos  Fresán disparó: “Moby Dick es como el disco blanco de los Beatles, muy fuera de tiempo y muy adelantado”. Yo siempre digo, el fracaso no fue de Melville sino de sus contemporáneo que no tenían las herramientas para apreciar de lo que se trataba. Pasó con Van Gogh, como con tantos otros. Casi en este mismo sentido el autor sentenció: “El fracaso siempre es mucho más atractivo de contar que el éxito. Yo no envidio muchos éxitos  literarios de hoy, es más, o me sorprenden, o no los puedo creer”.

Leo todos los Best Seller, aunque estén muy mal escritos

No obstante la sorpresa, Fresán dice ser un gran lector de Best Sellers. En este punto el escritor subrayó: “Soy un gran lector de Best Sellers. Que la literatura está en peligro, eso es mentira. Pero sí es muy peligroso asistir a lo mal escritos que están hoy los Best Sellers”. Leí Crepúsculo y Cincuenta sombras de Grey y todavía estoy reponiéndome”. “Otras obras de vampiros y psicóticos millonarios de épocas anteriores, y esas sí eran obras bien escritas”. Drácula era un tipo de determinada edad, pero los de este libro… esos son vampiros que están condenados al colegio secundario por toda la eternidad”.

Para finalizar, el reconocido escritor dijo de su relación con la revisión de cuentos de otras épocas que hoy están siendo cuestionados con algunos paradigmas de la contemporaneidad: “Cuando escribo trato de no pensar en la revisión y el cuidado de qué sí y que no escribir, porque abrir esa puerta lleva a no poder cerrarla y considero que a esta movida de querer cambiar lo que se escribió en otra época seguramente le llegará una opuesta”; porque a toda Edad Media le llega su Renacimiento”.

Si costó escribirlos, está bien que cuesten ser leídos

En torno a las críticas que reciben muchos de sus libros, por ser clasificados dentro de la literatura “de difícil acceso”, o de cierta dificultad”, el autor opinó: “A mí no me parece mal que le cueste al lector algo que le costó mucho al escritor”. Al tiempo que agregó: ” Leer es difícil, porque hay que armar un mundo dentro de la cabeza ,que es único”. Fresán dijo para el cierre, en un intento certero de profundizar la idea: “Mis grades experiencias como lector fueron esas que me impusieron una instancia de exigencia