(CNN Radio Argentina) – “¿Por qué yo no puedo?”. La frase que acompañó al tenista argentino Sebastián Báez durante todo el torneo de la última semana le sirvió para creérsela e ir en busca del título en Estoril, Portugal, donde venció al estadounidense Frances Tiafoe por 6-3 y 6-2.
El bonaerense, de 21 años, habló este martes en La Tarde de CNN con Juan Pablo Varsky sobre sus inicios en la profesión, la importancia de su entrenador Sebastián Gutiérrez y la clave de “saber perder” e ir en busca de nuevos desafíos.
“En el momento en el que terminó el punto se quiso pasar una imagen, pero pude recordar que él había remontado varios partidos y pensé que podía levantar el encuentro. Me concentré en lo que tenía que hacer y se pudo definir el punto relativamente rápido. En ese momento se pasan imágenes y más habiendo perdido una final hace poco”, recordó Báez sobre el partido decisivo en Estoril.
Y profundizó: “Es muy difícil saber perder porque es la otra cara de la moneda. En el tenis no hay empate. Es muy importante aprender a ganar y también a perder. Soy de tirarme para abajo y de ahí nació la frase que llevé conmigo toda la semana: “¿Por qué yo no puedo”?… Venía de estar en un momento distinto al que me encontraba dos días antes de levantar el trofeo. Se trata de convencerse y saber que siempre se puede”.
“Si uno lo percibe, tarde o temprano se puede lograr”, aclaró, y destacó “el gran trabajo junto con Seba Gutiérrez. Siempre pone el foco en la inteligencia, la táctica y, más allá de que pueda salir o no, en dejar todo. Vaciarse por completo”.
Además, el tenista argentino consideró que su entrenador “es de las personas que más me ha ayudado desde que arranqué en el profesionalismo. Es un trabajo de muchos años y un proceso largo. Siempre vale la pena cuando lo das todo y dejás el máximo para cumplir el sueño”.
Calmo para hablar, pero con frases contundentes, Báez agregó: “Todo el tiempo hay que estar intentando buscar la excelencia y el orden. Es una de las cosas más difíciles de encontrar y más aún en la etapa en la que a uno se le pueden pegar muchos hábitos y se arma la personalidad. Tener un buen guía es muy importante”.
A partir del último título, el tenista ascendió del puesto 59 del ranking mundial al 48, lo que significará una nueva marca en su carrera: por primera vez aparece en el top 50.