(CNN Radio Argentina)- En la tarde de sábado, el programa conducido por Bobby Flores y Mariana Mactas entrevistó al historietista, ilustrador, pintor y editor argentino Ricardo Siri Liniers, creador de Macanudo, quien se encuentra en el país para participar en la Feria del Libro de la ciudad de Buenos Aires.
Los estudios de CNN Radio, fueron testigo y escenario de la creación de un mundo de palabras que, tras pasar la aduana a cargo de Flores y Mactas, nos acercaron a algunas de las miradas que Liniers tiene sobre su propia infancia, su carrera, las posibilidades laborales que, en los últimos años, le llegaron desde EEUU, al tiempo que compartió la opinión que le merece la delicada situación de la Argentina.
Ser parte de la naturaleza y aprender de todo
Liniers contó que en la actualidad junto a su familia vive, en la ciudad de Vermont, EEUU, en el marco de un entorno natural; que trabaja para la Universidad de la Historieta y que, lo que comenzó como una experiencia de un año, se fue prolongando en los últimos tiempos con propuestas que le permiten vivir muy bien, con posibilidades y una previsibilidad que ayuda a todo ser humano. A este respecto, el dibujante puntualizó: “Mi mujer, mis tres niñas y yo, vivimos en una casa en el bosque. Tenemos vecinos, un entorno natural hermoso, y contamos con oportunidades para que cada uno se desarrolle en lo que le gusta”.
“Yo casi que nací en el Obelisco, casi, soy un bicho de ciudad, pero me adapté a vivir donde estamos”, continuó Liniers al tiempo que advirtió: “En EEUU, podés ecualizar la cosa, (cosa que en nuestro país no ocurre), insiste en aclarar el dibujante.
La experiencia con Kevin Johansen
El historietista argentino Ricardo Siri ‘Liniers’ y el músico Kevin Johansen, trabajaron juntos durante muchos años generando un diálogo que iba mucho más allá de las palabras y los dibujos en escena, basado en una complicidad y una sorpresa que supo reinventarse durante todo lo que duró el proyecto. Al referirse a aquella etapa, Liniers opinó: ” Fue una experiencia hermosa”, para ironizar: “Él tiraba púas y yo pincelitos… El cantaba y yo bailaba mientras lo hacía”.
“Pequeño Liniers dibujado”
Al hacer mención a su infancia y sus comienzos como niño dibujante, algo raro y retraído, (según sus propias palabras), Liniers dijo: “Los dibujantes, casi siempre fuimos niños solitario, algo raros para los otros y poco graciosos, a excepción de Quino; él era el único gracioso entre todos”. Además aclaró: “Con él casi no podíamos hablar, nos entendíamos, pero la verdad es que nos mirábamos los zapatos”.
“Ignoramos el trauma que nos dejó el COVID”
Tras más de dos años del inicio de la pandemia, Liniers hizo su reflexión acerca del tema y respecto de lo que “nos está dejando como secuela a nivel individual y colectivo”, dijo: “Estamos asistiendo a un trauma, porque lo que creíamos que era de una manera, nos cambió, y nos cambió para siempre, por lo menos hoy”. En este misma línea, destacó: “Creo que no estamos entendiendo el nivel de trauma que nos dejará esto que aún no ha finalizado”.
Hay más Macanudo por Liniers
“Hubo un momento que veía como el final del camino, porque ya estaba empezando a desinteresarme la tira Macanudo, pero eso cambió cuando fui a EEUU”. En esta misma línea, el dibujante puntualizó: “Lo que sucede es que el trabajar allá me otorgó seguridad económica (porque cobro a través de un sindicato, lo que da una previsibilidad que acá desconocemos y, por otra parte, vivir donde vivo ahora me dió otra mirada” (literal y metafóricamente). En otro orden de cosas, el historietista advirtió también que la respuestas inmediatas que en la actualidad tiene a partir de su trabajo en los Estados Unidos, lo ha dejado asombrado, ya que le escriben seguidores de cualquier lugar del mundo acerca de sus creaciones. De esto hizo referencia al decir: “Yo hago la tira y alguien se encarga de distribuirla en lugares raros, lugares del mundo a los que uno ni les conocía de nombre y hizo que cambiara mi trabajo en elementos, por ejemplo, del formato, y demás y volviera a engancharme con la tira”.
Quino como referencia
El reconocido artista, quien, desde hace años ha adoptado una cultura gráfica, quien gusta de la cultura contemporánea, y que además ha logrado crear un mundo inmerso que no se limita a lo político ni a lo sociológico, expresó, respecto de los aprendizajes, desde la admiración: “Yo siempre fuí fanático de Quino y de él aprendí mucho, por ejemplo, a no limitarme y arriesgar a probar expandir horizontes”. En este sentido, Liniers confesó: “Cuando creí que Macanudo tenía un techo, para que la cosa se ensancha ahí, me confié de la libertad para trabajar y, por lo menos, es un lema que me acompaña: En el trabajo vale todo”.
A la distancia hay cosas que se idealizan
Al ser consultado por lo que más añora de la Argentina estando afuera, Liniers dijo: “Lo que más extraño es la gente, los amigos”, para luego ironizar al decir: “Eso sí… Luego, cuando venís de visita, te das cuenta de que todo eso que idealizás no es perfecto ni era tan increíble la gente esta” (mientras ríe) así que te volvés afuera a seguir con lo tuyo”.
Mientras daba vida a Olga, con sus habituales elementos de trabajo, Liniers desarrolló algunas respuestas a preguntas tales como, los cambios que ha expresado su trabajo desde que vive en Vermont, a este respecto dijo: “Mi trabajo se volvió mucho más naturalista, los bosques que dibujo ahora son más detallados, con elementos de la naturaleza de verdad, estoy rodeado de ella así que observo y me noto que estoy hilando más fino por ahí”. Además agregó: “Desde que ocurrió todo lo del COVID, los personajes de Macanudo se fueron un poco de la cuidad, se volvieron algo hippies, se metieron en el bosque, y el cambio es muy brutal”.
Cómo es vivir y trabajar en EEUU
Al relatar y analizar un poco su experiencia personal respecto de las posibilidades que le ha dado el hecho de vivir en los EEUU, el dibujante dijo: “Estando allá, te das cuenta de que no se trata de un país, sino que son muchos países dentro de uno”, al tiempo que advirtió: “De todos modos es un país donde podés ecualizar y advertir de ante mano para decidir adónde vas y adonde no”.
El plan es: “Que no exista plan”
“Dos años antes de irme a EEUU pensé que no nos íbamos a ir a ningún lado, y hoy estamos allá instalados y adaptados”, dijo el historietista al tiempo que contó: “Mis hijas hoy, diariamente cantan canciones, aprenden en clases de música increíbles, crecen en contacto con la naturaleza, y eso es maravilloso”. En este contexto, el artista opinó que “EEUU tiene una especie de rastrillo que va pasando por el fondo del mar, que intenta todo el tiempo pasar sin que se le escapen los mejores. Son realmente el país de las oportunidades, en cuanto a que, por lo menos, por un lado, mientras les sirvas por tu talento, te van a prestar atención”.
Argentina nos corta las piernas
Al contar su experiencia en el país de América del Norte, el artista no pudo escapara a la comparación con su país natal y en cuanto a cómo es su mirada dijo: “Acá, en Argentina, la pifiamos todos siempre, por eso lo del país generoso, me parece que te lo debo, porque nos hacen mierda a cada rato”, y agregó: ” Medio que nos identificamos con Maradona por esto de que sentimos que permanentemente nos cortan las piernas, intentás por un lado y siempre hay un no”.
De ilusión en ilusión
“Me duele siempre saber que no podemos levantar cabeza, hay un montón de gente que debería poder hacer algo, disfrutar y vivir de eso que eligió, para comer y pasar la vida y luego morir, y eso no ocurre acá”, puntualizó Liniers. Además, al ser consultado por cómo vió al país en estos dos días que lleva en Argentina, opinó: “Uno se ilusiona todo el tiempo en este país, porque necesitamos creer que vamos a estar mejor, pero eso no pasa, no llega”, para agregar: “Somos un pueblo golpeado que sigue aún enamorado del país. Somos, en definitiva, como Diego Maradona (por eso nos identificamos tanto con él), todo el tiempo nos están cortando las piernas”.
Con todo, a pesar de su mirada critica y pintada de desilusión por la situación actual de la Argentina, Liniers concluyó: “La situación es penosa porque, renovamos la ilusión pero no terminamos de arrancar y yo también quisiera ver bien a mi país”.