(CNN Radio Argentina) - Adriana Amado, analista y Doctora en Ciencias Sociales, habló con CNN Radio y analizó las cuestiones discursivas en el oficialismo.
“La mayoría de los presidentes concentran sus declaraciones en conferencia de prensa y muy raramente van a los medios. La estrategia del Presidente es al revés, y eso devalúa el valor de lo que hacés, porque circula demasiado. La palabra presidencial se tiene que sustraer. Biden no da una conferencia todos los días, habla su vocera y lo que necesita saber la sociedad lo dice ella. ¿Para qué? Para que no se devalúe la palabra del presidente y que, cuando aparece, tengan esa expectativa”, expresó en diálogo con Hora 10, de Francisco Olivera.
“Su palabra ya está devaluada, y Cerruti no es una vocera que la ponga en valor. De hecho a veces la contradice. Esto además está relacionado con la estrategia que ha tenido siempre el Frente de Todos: Cristina Fernández no hablaba con la prensa, pero hablaba mucho, estaba omnipresente. Y lo hacía en el peor de los mundos, sin interacción”, agregó.
Al ser consultada sobre si Alberto es un buen orador, señaló que una característica típica para entrar en esa categoría es “mostrar coherencia”. Y puso un ejemplo: “Consideramos gran oradora a Cristina, pero cuando uno analiza el discurso se da cuenta que es efectista, pero no es ni una gran oradora ni una gran escritora. Saben tirar títulos y generar impacto”.
“En las propias redes, las declaraciones de Alberto no tienen demasiado impacto. Más allá de lo que generan en nuestro ámbito, la sociedad hace rato que desconectó ese parlante. Muchos funcionarios evitan una interacción con la prensa”, explicó.
Amado expresó que “las conferencias de prensa no son solo una herramienta de propaganda para los gobiernos. Es también un entrenamiento de diálogo que internacionalmente es imprescindible, y como no la tenemos practicada, salimos al exterior y hacemos esos papelones”.
Respecto a los discursos como el de Javier Milei, señaló que “hay que mirar los temas de preocupación en las encuestas y ver quiénes están hablando de eso, no el tono del discurso. Esas cosas ya no tienen peso, por la sobreinformación en la que estamos inmersos. En este sistema hay sobreoferta de información, y en ese sistema lo escaso es la atención: gana el que logra captar la atención. Uno le presta atención a lo que tiene en su cabeza, no a lo que viene de afuera. Si las principales preocupaciones son la inseguridad y la inflación, se da cuenta que quienes logran captar algo de atención son quienes cada tanto hablan de esos temas y no de las internas o la política, que no le importa a nadie”.
“El discurso de Milei es antipolítica. Y no es solo por Milei: hay que ver lo que pasa con todos los outsiders. No son personajes que tienen valor en sí, sino que vienen a romper el discurso en determinado momento. Encarnan el fastidio de la gente cuando les vienen a hablar de las internas partidarias”, cerró.