(CNN Radio Argentina) - Guillermo Pérez Roldán, extenista profesional, habló con CNN Radio sobre el estreno de su serie “Guillermo Pérez Roldán, confidencial”, donde retrata los abusos que sufría por parte de su padre, Raúl Pérez Roldán, creador de la escuela tenística de Tandil.
“No es fácil. Anoche vi el documental, y uno tiene marcadas a fuego muchas cosas. Más que valentía es supervivencia, darle un marco positivo a algo tan negativo como lo que me pasó, y encontrar el modo de poder llegar a las familias y contarles que estas cosas pasan”, expresó en diálogo con Aire de Mañana, de Guillermo Panizza.
“Estas cosas no van a dejar de pasar por mi testimonio. Por eso uno debe tener cuidado al expresarse, al pensar en cómo revertir esta situación. Uno solo no puede, tenemos que ser muchos. Hoy todo es rápido, urgente, nada es importante. Y la presencia es algo muy significativo”, agregó.
“Me motivó la gente, me motivaron mis amigos. Cuando hice la nota en La Nación con Torok, y tuvo la repercusión que tuvo, fue también en un contexto difícil en plena pandemia, estaba todo sensible”, contó.
Al ser consultado sobre qué le da la fuerza para seguir adelante, indicó que “primero de todo, la necesidad. Segundo, mis hijos. Después, mi mujer. Y formar una familia, porque es tan difícil… La conquista más importante que un hombre puede hacer es formar una familia bajo la libertad de expresión, el cariño, el amor y el respeto”.
“Yo llevaba un cruz demasiado pesada. Una señora me escribió y me dijo ‘todos te vamos a ayudar a llevar esta cruz’. Y eso es lo que estoy empezando a sentir”, analizó.
“Hace cuatro años perdimos a casi toda la familia. Y hubo que sobreponerse a eso también. Verlo en el documental es revivirlo. La gente no sabe que lo peor es después de dejar, porque mientras tanto lo único que conociste es la traición, la manipulación”, relató.
El extenista aseguró que “yo quiero terminar mi vida con la frente alta. Que la gente diga Guillermo es esta persona. Que mis hijos lo vean así”.
“El documental fue libre para que todos puedan hablar, porque las cosas son claritas. No debería haber nada para esconder. Yo no tengo problema que mi padre hable. Cuando lo vi me dio una sensación de asesino, de que es peor de lo que yo pensaba”, cerró.