(CNN Radio Argentina)- Aduana de Palabras dialogó con el director Israel Adrián Caetano, quien, desde su uruguay natal habló a propósito de su última producción para Netflix: Togo, al tiempo que se refirió a los cambios en los modos de consumo de las películas; a lo que piensa a la hora de filmar y a cómo fue que, en medio de la pandemia por Covid 19, se instaló en su tierra para hacer eso que tan bien le sale: Contar historias que nos conmueven y nos dejan pensando.
El cineasta se encuentra en Montevideo. En el principio de la nota con Mactas y Flores, al ser consultado por el clima que se está viviendo en el país hermano, Caetano advirtió: “Aquí aún no llueve, pero dicen que en Uruguay suele pasar lo mismo que en Argentina, pero un poquito después”.
Con la intensa paz del Autor
Esta tarde de sábado el programa que más atención posa sobre el Arte de “la palabra” habló con Caetano. Oír a este consagrado director es dar con la energía misma de la calma y la reflexión. Es que el modo de contar del creador de la emblemática “Pizza, birra, faso”, parece el contrapunto de la energía desbordante que muchas veces tienen sus personajes, esos que con fuerza e ímpetu, aunque exista en ellos un aparente desgano, logran visibilizar y exponer muchas de las realidades de quienes no logran hacerse oír, porque nadie repara en sus necesidades ni en las injusticias que los atraviesan.
Este sábado a la tarde, Aduana de palabras selló el pasaporte de Israel Adrián Caetano. En el marco de esta conversación con los conductores de CNN Radio, y al ser consultado (a priori) por su último, reciente y “exitoso” trabajo, “Togo”, el cineasta expresó: “Yo diría que se trata de una historia sencilla. Siempre fui un director más de cuentos que de novelas. De chico fui un espectador del cine yankee, que es bastante popular y más fácil de comprender que otros; Si bien más de grande empecé a consumir todo tipo de cine, me formé con eso de chico”.
El éxito según las épocas
Respecto de lo que está ocurriendo con el éxito en visitas que tiene su film “Togo”, el cineasta dijo: “La peli está en el top ten de Netflix de varios países. El éxito hoy en las plataformas es muy poco duradero pero a la vez es valioso”. “Hoy estar en el Top Ten de una plataforma como Netflix durante diez días es un montón. Cuando estrenabas en el cine (y me acuerdo de Pizza, birra y faso), teníamos que estar como tres meses en cartel por lo menos y nada, eran otros parámetros; estoy hablando de lo que ocurría casi veinticinco años atrás”.
Una pequeña Gran peli
“Hoy ha cambiado mucho todo y la meta con la película fue superada teniendo en cuenta que se trata de un film de bajo presupuesto, realizado durante la pandemia”, advirtió el director. Asimismo añadió: “Se trata de una historia muy sencilla. Estoy disfrutando del éxito de la peli, aunque se que, de todos modos, existe cierta lógica que sucede en los días del estreno; aún así, estoy super contento”.
Incomparable repercusión
“Togo” se ve en treinta y nueve países, “donde llegó a ser cartel”, aclara humildemente orgulloso co-realizador de la inolvidable “Un Oso Rojo”. En otro orden de cosas, al referirse al paradigma del éxito que ha ido viéndose modificado en las últimas décadas, Caetano opinó: “Hoy hablar de éxito en el cine es algo diferente a lo de antes; El cine era un ritual, lo mismo que hoy sigue sucediendo con el teatro y algunos recitales. Lo que pasa con la manera de ver las películas ha ido cambiando porque, en principio, se ha modificado el modo de consumo”.
En cuanto a los espectadores, Caetano opinó: “La película tuvo muchísimos (más de cuatro millones de visitas en solo cuatro días); claro que para el caso la medición está efectuada sobre el dispositivo, no sobre cada espectador; ya sólo con eso sabemos que es muy difícil de evaluar todo. Aún así, los espectadores la están viendo y prefieren disfrutar de la historia desde su comodidad. Tal vez cambie con el tiempo, no lo sé”.
Los modos de consumo
“Las diferencias del consumo hoy son muy difíciles de evaluar. Antes el cine era un ritual, un espectáculo en sí equiparable hoy al teatro o a algún concierto; hoy ir al cine quedó reducido a las películas de muchísima guita, o al los éxitos de taquilla o bien, las historias más populares”, puntualizó el director al referirse a los cambios de paradigma y de consumo de los últimos tiempos. No obstante ello, el director de “Togo” advirtió: “Hoy para las mayoría de los realizadores la plataforma es una salida posible”. No obstante ello, puntualizó: “Ha cambiado mucho el modo de consumo. La televisión también ha cambiado, ya no pasa películas“…
La importancia de centrarse en las historias
“Cuando filmas lo hacés sin especulaciones, en verdad no podés pensar en otra cosa; Uno filma y no es posible cambiar tu modo, tu manera pensando en dónde será proyectada la película; es imposible hacerlo y además, nunca sabés muy bien dónde va a ir el film”. Asimismo, en tren de pintar analogías con las artes musicales, el director agregó: “Cuando filmas estás como los músicos cuando graban su disco, vos estás metido ahí, no hay otro modo, si no, no podrías hacer cine”.
En referencia a los días de rodaje en Uruguay, Caetano contó: “Cuando hicimos la película estábamos en plena pandemia y en ese entonces la plataforma nos preguntó si queríamos llevarla al cine, y yo dije que no; pero después que pasaron: el encierro, las restricciones, y todo lo demás, pienso que sí lo hubiera hecho; me hubiera gustado pasar por esa experiencia porque el cine es el parámetro por excelencia”.
Lo importante está en los márgenes
“Hay una cuestión de cambios a los que asistimos en nuestras sociedades que implica que sepamos que los márgenes hoy son más amplios y las hojas más pequeñas con renglones más anchos”, dijo el talentoso director y puntualizó: “Yo creo el hablar de algo por omisión es una manera de contar la realidad; cuando una historia habla de gente despojada, obviamente estás hablando de una sociedad que no protege, que no cuida, que es cada vez más desigual, de una sociedad en la que los que tienen que servir y tomar decisiones para que existan las condiciones capaces de brindar a todos la posibilidad de una vida digna, no está siendo posible. De ahí que uno escribiera cosas para visibilizar eso”.
En esta misma sintonía, y como un mensaje mucho más amable y esperanzador, Caetano destacó: “A veces con la música uno logra cambiar su estado anímico, y eso con el cine no es siempre posible; yo intento, pero hay películas que te dejan un sabor amargo por la temática que tocan, o la historia misma”. Asimismo, agregó: “Yo me crié viendo películas en donde los personajes tenían una serie de valores y el cine, como la música, lo que te forma, es lo que te marca. Yo me crié escuchando cumbia, aunque escucho de todo”.
La pincelada acertada
“Con esta última película yo intenté una historia que fuera capaz de encontrar la belleza en los márgenes. En la escuela, en los márgenes es donde volcamos las creaciones más artísticas”, mencionó el cineasta y confesó: “A veces uno se cansa de los finales siempre difíciles; con esta historia, aunque los márgenes son violentos, porque eso tiene que ver con lo que a la gente le quitás, aún así hay gente que es feliz. La realidad dura, las cosas que dan vuelta y la realidad del personaje de Alonso (en Togo), está defendiendo su territorio, y lo hace como puede”.
En resumen, Caetano decidió y en esas decisiones, con las pocas posibilidades que tenía pandemia mediante, su película “Togo” fue directamente a las plataformas sin pasar por la pantalla grande. Allí la historia es un éxito. En esta producción el director vuelve a dar voz a los invisibles de siempre, a la gente común y para ello, se vale de uno de sus grandes actores, el genial Diego Alonso (Okupas), quien interpreta a un ex boxeador que vive en las calles de Montevideo y, por diferentes circunstancias coyunturales, sociales y personales trabaja de “trapito” e irá defendiendo su territorio con las herramientas posibles.
Cabe destacar que el exitoso director se animó a retornar un poco a sus orígenes, al volver a dirigir a chiquilines actores en su otro país, Uruguay (lo hizo en Argentina cuando trabajó con los pequeños en el rupturista, ingenioso y divertido Magazine For Fai). Con todo, además de disfrutar del éxito de su última película, Caetano se encuentra próximo a estrenar una obra musical “infantil” en la que la historia de “El Principito” (adaptada) es protagonizada por una chiquilina. Este desafío, por el cual el director confesó sentirse muy contento, será realidad en la capital de nuestro país hermano, cruzando el charco, el próximo jueves.