(CNN Radio Argentina) - Alejandro Lanuque, escritor que hace foco en el mercado laboral, habló con CNN Radio y repasó el concepto de “renuncia silenciosa” que inunda las redes.
“Estamos atravesando una situación muy nombrada en el mundo entero: la renuncia silenciosa. ¿Qué pasa con los colaboradores que no se adaptan al teletrabajo, a los enfoques mixtos, y empiezan a renunciar? Esta situación no solo comienza en la pandemia, con gente que hacía el trabajo en su casa y veían que sus jefes les pedían situaciones laborales por fuera del contrato, y empieza a mezclarse todo el tema de horarios y límites, generando agotamiento, estrés y ansiedad”, explicó en diálogo con Aire de Mañana, de Guillermo Panizza.
“La renuncia silenciosa, en sí, es cuando la gente empieza a decirle a su jefe que no hace más nada que no le corresponda por contrato. Sería el viejo ‘trabajo a regla’, no darte de más sobre todo si no me lo pagás”, agregó.
Según Lanuque, “no es que yo no haga mi trabajo o no sea profesional: lo que hago es poner un límite, cumplir con lo que hago y no dar un valor agregado si no me lo pagás y además me exigís y estresás”.
“El tema es cuando al exigirnos más se empieza a notar un desbalance en nuestra vida, empieza el entrés, la angustia, la ansiedad, y nuestros jefes no se hacen cargo de esto. Y hay preocupación porque necesito mi trabajo, pero también necesito mi vida. Y evidentemente, ahora que estoy en la oficina, no puedo seguir manteniendo ese esquema que tenía cuando trabajaba en casa”, señaló.
Para Lanuque, otro concepto importante es “el ‘salario emocional’, que hoy cumple un rol vital en la vida del colaborador. Una cosa es lo que vos me pagás, y otra es lo que tiene que ver con el pago emocional no económico. Una guardería, una capacitación, un viaje, un upgrade en la obra social, que me pagues el auto, un montón de cosas que no hacen al sueldo directamente pero sí al clima laboral, que me siento recompensado con la empresa”.
Según el escritor, “llega un momento en que se torna positivo que uno tenga un espacio de privacidad. El WhatsApp, por ejemplo, si te llega un mensaje un domingo a las 17 cuando estás viendo fútbol con tus hijos no está tan bueno. No está bueno si te genera miedo no responder ese mensaje. Y no es ‘un WhatsApp’, porque eso trae otro, y ese otro una call laboral, y quizás vos estabas por hacer el fuego del asado”.
“Estas cosas llevan a que o bien se presente la renuncia, o se hace la ‘renuncia silenciosa’, es poner plus en mi trabajo hasta donde corresponde y después poner un freno, un límite”, resaltó.
“El tema no es cuando hay que hacer algo fuera de horario una vez, el tema es cuando pasa tres veces por semana o todos los días. Cuando eso se vuelve un ‘derecho adquirido’ por parte del empleador, implica un perjuicio enorme para mí. Y es cuando hay que poner un stop”, cerró.
El jueves, a las 19, hará una presentación en la Universidad de Belgrano con entrada libre y gratuita sobre su libro.