(CNN Radio Argentina) - Victoria Hartridge, argentina que vive en Londres, habló con CNN Radio y repasó cómo es la vida en Inglaterra.
“Soy de Capital Federal, y hace 5 años que vivo en Inglaterra. Primero me mudé a Reading, cerca de Londres, y hace ya 3 años que estoy acá en Londres”, explicó en diálogo con Aire de Mañana, de Guillermo Panizza.
“Estamos en un momento muy tumultuoso. Acaba de morir la Reina Isabel II. Desde el Brexit para adelante pasó de todo, hay una inflación del 10% que es algo muy raro para los británicos, normalmente es de un 3% como mucho. Está la crisis energética, la suba de precios en gas y electricidad en un 200%”, agregó.
Victoria comentó que “trabajo en investigaciones clínicas, en los testeos antes de salir al mercado, con diversos tratamientos. Ya trabajaba en eso en Argentina, y hay que decir que es una industria privilegiada, con mucho trabajo”.
“Vivo con mi pareja, que se mudó un año y medio después que yo. Vivimos en Londres, alquilamos una pequeña casa en Wimbledon, y los alquileres en Londres te los sacan de las manos. Es súper competitiva esa cuestión. Y además tenemos un perro, que te dificulta la cuestión”, relató.
En este sentido, señaló que “nos mudamos a una casa de 3 ambientes, con cuartos pequeñitos, y un jardín, que es exótico para la zona de Londres. Acá pagamos 1.500 libras de alquiler, y es barato. Tenemos el Council Tax, que es como el ABL, y son 150 libras. Y después luz y gas, que se fueron muy alto. También hay curiosidades: pagamos el ‘garden waste’ por año, para que se lleven lo que uno corta en el jardín por ejemplo”.
“Un sueldo básico va de 1.200 a 1.500 libras. Tenemos el NHS, un sistema de salud público. Se pagan dos pequeños impuestos en este sentido. Tiene fallas el sistema, es lento, pero cuando necesitás una urgencia está y es bárbaro”, relató.
En el balance positivo, señaló que “para la gente que le gusta viajar, siempre hacer estos viajes te da muchas cosas, es fructífero porque aprendés de distintas culturas y experiencias. Acá seré obvia, pero es real: vivir en un lugar donde te sentís segura, podés volver tarde y nunca te pasa nada, es increíble. Poder ahorrar, con mi sueldo puedo pagar el alquiler pero también viajar y no me siento apretada. Puedo proyectar, empezar a pensar si me quiero comprar una casa y no sentir que no sé lo que va a pasar el mes que viene”.
En contrapartida, indicó que “cuando veo imágenes de Argentina me agarra una nostalgia tremenda. Esa cuestión bohemia, esa cercanía con el otro, los asados… Sobre todo esto de la cercanía y la confianza inmediata con el otro aunque no lo conozcas. Todo eso se extraña, acá la gente mantiene la distancia”.