(CNN Radio Argentina)- Mundo UBA tuvo el agrado de entrevistar a la reconocida Doctora en matemáticas, Investigadora del CONICET y Profesora emérita de la Universidad de Buenos Aires reconocida a nivel nacional e internacional con distinciones y premios por su labor en el campo científico. En 2021 recibió el L’Oreal-Unesco, “Por las Mujeres en la Ciencia”.
Este sábado por la noche, los estudios de CNN Radio recibieron a la científica Alicia Dickenstein, quien conversó con Ricardo Braginski y Geraldine Murisasco, para compartir cómo logró hacer su carrera, alcanzar un lugar tan prestigioso en las ciencias matemáticas, cómo hizo para compatibilizar profesión, familia y trabajo; y otros temas de gran importancia; Además, entre tanta experiencia y anécdotas compartidas, dejó un mensaje alentador para los jóvenes, sobre todo, para las mujeres que aún no han decidido qué profesión seguir. Prejuicios afuera.
La génesis con las operaciones numéricas
Desde el comienzo de la nota de este sábado por la noche, los conductores de CNN Radio, consultaron a la prestigiosa mujer de ciencias a propósito de cómo fueron sus comienzos en el marco de su carrera, a lo que Dickenstein contestó: “Esto lo conté muchas veces, pero me gusta volver a decirlo para que lo escuchen todos, sobre todo las chicas; A mí las matemáticas me divertían, les explicaba a mis compañeros, pero no me imaginaba haciendo algo importante con ella”.
En este sentido, Dickestein hizo un punto y a parte, y entonces destacó: “No nos olvidemos que la matemática es una creación humana, que es sumamente pasional, y mucho más social y creativa de lo que los prejuicios indican”.
En referencia a cómo obtuvo tantos logros a nivel académico y profesional, la profesora emérita de la UBA confesó: “A mí la matemática me divertía, pero nunca la había pensado para mí”. Asimismo advirtió: “Yo me presto a estas entrevistas porque me gusta repetirlo y que todos lo sepan, especialmente las chicas: La matemática es para todos”.
A fin de poner en contexto cómo fue su elección a la hora de decidir qué carrera universitaria elegir, Dickenstein relató: “Yo iba al Colegio Nacional Buenos Aires y no sabía qué iba a hacer de mi vida, qué elegir; entonces me ofrecieron una orientación vocacional. Aquellos test me los hizo una mujer sumamente inteligente, recibida en ciencias de la Educación, pero en una oportunidad me confesó que en verdad ella era una matemática frustrada; yo nunca me pude olvidar de eso”.
Los resultados de una mente brillante
“Los resultados de la orientación vocacional arrojaron que iba bien con la inteligencia abstracta, todo hacía indicar que por supuesto, la elección podía estar ligada a la matemáticas, motivo por el cual, esta mujer (muy inteligente) me sugirió que fuera por ese lado, y le hice caso”, confesó la científica.
Los prejuicios de todos
“Yo también tuve una idea previa y a la hora de decidir la carrera, pensé más de una vez… Con qué bichos me voy a encontrar acá? Pero aún así, me anoté y lo primero que hice fue ir y hablar con una chica de la que de inmediato me hice amiga”, contó la científica cuya cara representa hoy lo más elevado y prestigioso de la ciencia de nuestro país, ya que más de una vez afiches con su nombre y apellido empapelan las marquesinas de los aeropuertos de muchas de las ciudades del mundo.
Las mujeres y la ciencia
En relación a la cantidad de mujeres que se suman a la carrera de esta ciencia dura, la científica destacó: “El número de chicas va y viene; No es algo constante, cambia, depende de las diferentes épocas; a veces se anotan muchas, otros años, no tanto, son como oleadas”.
Repensar nuestra autocensura
“Lo que noto que existe (entre las mujeres más aún) a la hora de descartar una carrera como esta, viene de la autocensura; y a veces, esta autocensura viene a la vez de ese consejo que con amor le dan a una chica desde su hogar porque creen que esta es una carrera que no tiene un destino concreto” advirtió la científica, al tiempo que destacó: “Yo siempre digo que a veces a ciertas ideas o consejos que vienen de afuera, mejor no escucharlos”.
Tomar decisiones a partir del Deseo y la pasión
Por último, la científica destacó lo importante que es para ella, como mujer que ha podido construir una profesión en su país, dar un mensaje claro que sea capaz de contar que el camino nunca es lineal y fácil, y que en todo caso “se trata de trabajar, de ser constante y de no bajar los brazos”.
En este sentido, Dickenstein confesó: “A mí me llevó muchos años encontrar mi camino; y me gusta contar esto porque a veces hay gente que piensa que alguien que le va bien siempre tuvo un camino de rosas y guiado. Yo tuve etapas en las que no sabía cómo seguir, qué iba a hacer; y nunca desistí, fui perseverante”.
Con todo, como idea y mensaje alentador para los más jóvenes, la reconocida científica argentina, Alicia Dickenstein destacó: “Yo recomiendo que a la hora de decidir qué carrera seguir, si alguien que está escuchando gusta de las matemáticas y no sabe si es una carrera para hacer, porque no sabe cuál es el campo de trabajo (que pueden ser muchísimos, porque la matemática se aplica a todo), que pruebe, que se acerque a la carrera sin prejuicios. Tener una mente matemática puede abrir muchísimas puertas”.