Amaicha Depino, investigadora del @ifibyne y líder de un grupo que estudia los mecanismos relacionados con el desarrollo del autismo.

(CNN Radio Argentina)- Mundo UBA dialogó con Amaicha Depino, Doctora de ciencias biológicas e investigadora del Instituto de Fisiología y Biología molecular de dicha Universidad, quien lidera un grupo que estudia los mecanismos relacionados con el desarrollo de esta condición con un amplio espectro de la cual, hasta hoy, no se saben bien cuales son las causas.

Según los trabajos científicos que actualmente se realizan en la Argentina existirían ciertas sospechas a propósito de la existencia de ciertos elementos a tener en cuenta en cuanto a la carga genética, los cuales serían traspasados vía paterna, con una incidencia mayor en machos respecto de hembras, de 4 a 1.

Un grupo de investigación de la facultad de Ciencias exactas y naturales de la UBA, lleva adelante algunos estudios a propósito de los mecanismos relacionados con el desarrollo del autismo, hasta el momento, existe una línea que llevaría a pensar que algunos elementos genéticos serían transmitidos vía paterna.

Para hablar de tode tema, la científica de la UBA, Amaicha Depino conversó este domingo por la tarde con el programa conducido por Ricardo Braginski  a través del aire de CNN Radio para explicar un poco cómo es y qué tipo de investigaciones se hacen en el marco del laboratorio de la universidad para poder hallar respuestas al enigma que supone esta condición.

El autismo

“Para abordar el tema, cabe recordar que, cuando hablamos de “Autismo”, estamos refiriéndonos a es un desorden del neurodesarrollo que aparece tempranamente”, dijo la científica desde el comienzo, al tiempo que agregó: “Qué lo causa, aún con las estadísticas cada vez más grandes en cifras a nivel mundial, es una de las grandes incógnitas”.

“Si hablamos de cifras, el impacto en nuestro país no está ajeno a lo que sucede en cualquier otro sitio del mundo. En EEUU por ejemplo y también en Europa, 1 cada 40 chicos son diagnosticados con autismo. Una de las cuestiones a tener en cuenta es que, a pesar de tener en cuenta que hoy contamos con muchas más herramientas para su diagnóstico, no obstante ello, las cifras indican que, aun cuando se corrigen las estadísticas (de aquellos que no habían sido diagnosticados), hay un aumento progresivo de casos”.

“Existen muchas líneas de investigación. Todavía se piensa y se aborda el tema a partir de hipótesis que parten de las causas a partir de: la genética, los factores ambientales y varios condicionantes más”.

¿Cómo decidiste investigar este tema?

“En mi caso, desde el doctorado vengo trabajando con animales, más específicamente con ratones, y siempre lo hago en función de temas relacionados con enfermedades humanas. Mi línea de investigación trabaja en función de los desórdenes psiquiátricos de las personas, aunque trabajo e investigo con los animales. Creo que este tema es de los que más llamaron mi atención”.

¿Qué es lo que están estudiando en laboratorio?

Nosotros para investigar usamos un modelo de autismo, es decir, provocamos autismo en ratones inyectándoles a las hembras preñadas un medicamento para controlar la epilepsia, un anticonvulsivante que ya sabemos que produce conductas muy similares al espectro como la segregación, el aislamiento, la no socialización, las cuestiones repetitivas, etc… Con lo cual, a partir de esto, las crías de esas hembras inyectadas son autistas”.

“Una vez que confirmamos que a partir de ese ácido la epigenética del animal se veía afectada, es que empezamos a investigar si esa condición podía ser transferida a otras generaciones. En este sentido el hallazgo allí fue que los hijos de machos expuestos prenatalmente a este tratamiento (transferido esto por vía paterna) también padecen la condición de autismo. Si hablamos de números, es importante entender que la incidencia del autismo es de 4 a 1, de hombres a mujeres, y nuestra línea de trabajo esa relación también repite eso. Los ratones varones sí padecen autismo mientras las hembras no”.

“Existen otros estudios abocados a esto que descubrimos que es el tema de la incidencia en los machos. En ese caso, la línea de investigación trabaja el tema en torno a ciertos aspectos de lo que se denomina la masculinización del cerebro, una perspectiva que tendría que ver con la diferenciación de machos a hembras. El tema es que ese macho (hijo de la hembra inyectada) sería quien lograría transmitir el autismo a su cría, también masculina”.

“No obstante todo, esto que sucede vemos que se da entre la primera y segunda generación, porque cuando vamos a la generación siguiente, es decir a la tercera, nieta de la primera hembra inyectada, ya no vimos esa condición”.

Además, la doctora advirtió: “Hoy existen algunos trabajos que hablan además de otros elementos condicionantes como la edad avanzada del padre que también podrían aumentar la incidencia del autismo. Con todo, se trata de un desorden en el que aún se necesita y resta mucho por recorrer, más trabajo de investigación. De todos modos, estos son algunos de los importantes resultados para ir teniendo en cuenta”.

A todo esto, la científica concluyó: “Si bien la investigación nos va arrojando datos para ir observando cuestiones que tengan que ver con ciertos factores y condiciones de la línea paterna, aún resta mucho por seguir trabajando. Creo que lo más importante es seguir avanzando para saber más y entender mejor, porque a partir del conocimiento científico que nos da la investigación es que vamos a tener herramientas para lograr algún día ayudar en los tratamientos y en la prevención”.