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(CNN Radio Argentina)- Aduana de Palabras recibió al actor español quien se encuentra en nuestro país próximo a subir al escenario con el unipersonal “Señora de rojo sobre fondo gris”, una genialidad de obra de Miguel de Delibes, adaptada para teatro por él mismo junto a Inés Carmiña y a José Sámano.

Ya instalado desde hace varios días en Buenos Aires, este sábado por la tarde Sacristán conversó con Bobby Flores y Mariana Mactas a través del aire de CNN Radio, a cerca de esta pieza que el actor viene representado desde 2018 en casi toda España. La misma llega aquí, donde existe un inmenso público que le quiere desde siempre y que le admira a la vez que lo abraza como un argentino más, para iniciar su temporada (a partir del 1 de septiembre) en el teatro Astros. En este mismo marco, el actor opinó de la situación política actual de España.

Estás en Argentina, pero estuviste antes en Uruguay. ¨Cómo te fue y qué expectativa tenés con este público que sabés cuánto te quiere y te admira?

“Ya llevo cinco años haciendo esta obra en España y ahora estoy encantado de estar aquí en Argentina. También me gustó mucho ir a Uruguay, la pasé muy bien en la visita que hice a Mujica en Montevideo, aquello siento que fue inolvidable; y la verdad es que, hasta ahora, estamos muy contentos con la acogida que hemos tenido aquí”.

El texto de la obra (que has hecho tuyo), podríamos decir que trabajas sobre un material delicado. Qué nos podés decir del texto?

Sencillamente que es la obra más maravillosa, personal e íntima de Miguel de Delibes donde, aunque se protege con un personaje de ficción, cuenta lo que fue la enfermedad y la muerte de su mujer en la España de 1975 con Franco agonizando y su hija y su yerno en la cárcel. En definitiva, una obra que constituye la crónica de un tiempo, contada como únicamente lo podía hacer Miguel Delibes: con un castellano magnífico y siempre con esa mirada sobre la condición humana propia, tan propia de él, sobre el amor, el dolor, la muerte, la vida. Es un texto maravilloso que a mí me permite, a través suyo, rendirle homenaje a quien tuve el privilegio de conocer y de gozar de su amistad”.

¿Cómo era el Miguel en persona?

“Un hombre en su sitio, un hombre entero, un hombre digno. Como novelista y como escritor era magnífico, como persona todavía mejor. Todo un referente moral y ético de los que, como decía mi abuela Nati -entran pocos en el kilo-. Y es cierto que entraban muy pocos en el kilo como Miguel Delibes”.

Esto va a estar sucediendo en el escenario del teatro Astros. Pensaba que este es un material delicado y más  aún al estar solo sobre el escenario. ¿Qué es lo que pasa con cuestiones como los sonidos que pueden escaparse desde el público?

“En principio quiero decir que es un texto donde se manejan multitud de silencios, tonos medios y en ocasiones, tanto los celulares como las toses insolentes son como puñaladas por la espalda. No solo a mí y a mi trabajo, sino al resto de los espectadores. Bueno, sé que son accidentes que ocurren, y no se trata de poca tolerancia. Lo que en verdad hago es procurar advertir al público que, en la medida de lo posible, estas cuestiones no se produzcan”.

Tenés una gran trayectoria. Has trabajado con tanta gente y sin embargo hace años que estás con esta obra que te tiene solo frente al público. ¿Esto era algo deseado?

“Bueno, nunca se sabe cómo van a ir las cosas. Lo cierto es que he puesto desde el principio todo mi empeño en adaptar “señora de rojo” para el teatro. Aunque en principio, sólo tenía el permiso de Miguel para algunas pasadas, el permiso definitivo nos lo dieron sus hijos. A propósito de ello debo decir que, estoy muy contento y muy orgulloso porque no solamente ha sido su permiso sino su aplauso y su agradecimiento incluso lo que hemos recibido de ellos”.

“Este tipo de obras, como monólogo, esta es mi primera vez. La obra anterior era de David Mamet, quien también es un cronista de su tiempo. Aquí lo que es curioso es que su actitud está en las antípodas de Miguel Delibes. Mamet es, más que todo, un provocador, en cambio Miguel lo que hace es simplemente contarnos una historia. A todo esto, de todos modos, debo decir que he tenido la suerte de elegir mi trabajo y llevo haciendo desde ya hace un tiempo obras que a mí me parece que tienen un carácter”.

Aunque nosotros seguimos muy de cerca lo que pasa: Qué podés decirnos de lo que está pasando a nivel político en España?

Pues siento que he respirado por haberle parado los pies a la caverna ideológica y moral que significa Vox, la extrema derecha y, por otro lado, hay algo para celebrar, dentro de las extremas dificultades que veo que tiene por delante, la posibilidad de que ya se ha conformado la mesa del Congreso con mayoría progresista. Confiar en que salga adelante, aunque sé que el peaje que van a exigir los independentistas va a ser alto y fuerte, pero en fin… Espero con atención y con esperanza de que se puede arreglar, aunque no lo veo muy fácil. De todos modos, confío en que el chantaje del independentismo no sea demasiado alto”.

Estamos muy politizados todos. Es inevitable, tal vez, con todo lo que nos está sucediendo en Sudamérica, en España, y otros países. Se mete eso en el teatro o podés prescindir en algo de toda esta situación?

“Yo procuro que no se meta, aunque como ciudadano soy hombre de mi tiempo y estoy ahí. Yo creo que de cualquier manera hay algo que afecta, qué duda cabe, pero mi idea no es, de ninguna manera, convertir el escenario en una tribuna o en un púlpito. Y debo decir que, pese a todo, hay notables diferencias. Por ejemplo, lo que está pasando en Ecuador es verdaderamente increíble. Y bueno, yo no me quiero meter en vuestro territorio, pero…en fin, en todas partes se cuecen habas, aunque haya en ello mismo alguna que otra diferencia”.

A propósito de la obra literaria 

Señora de rojo con fondo gris es una de las novelas más bellas y conmovedoras de Miguel Delibes. Un canto al amor maduro, sereno, de toda una vida.

Un prestigioso pintor, sumido en una grave crisis creativa, va hilando ante su hija sus recuerdos más íntimos en un monólogo que es a la vez homenaje y exorcismo. Su relato se centra en dos acontecimientos: la detención de dos de sus hijos por motivos políticos y, fundamentalmente, la enfermedad y muerte de su mujer, Ana, a los cuarenta y ocho años. Ana contagiaba una sensación de belleza y plenitud que cobró su verdadero alcance sobre el fondo gris de lo cotidiano y los sinsabores de la enfermedad.

El libro es la única novela que Delibes escribió directamente en homenaje a una persona.

Del autor

Miguel Delibes (Valladolid, 1920 – 2010) es considerado uno de los principales referentes de la literatura en lengua española. Estudió derecho y empezó muy joven a ejercer como periodista.

De entre todas sus obras destacan Cinco horas con Mario (1966) reflejo de las contradicciones dentro de la clase media franquista, y Los santos inocentes (1982) -llevada al cine por Mario Camus- obra en la que perfiló de manera magistral el mundo rural de Castilla.

En muchas de sus obras está presente una de sus grandes aficiones, la caza, como en Diario de un cazador, obra por la que recibiría el Premio Nacional de Literatura en 1966.

Con su última novela El hereje (1998) consiguió otro Premio Nacional de Narrativa. A partir de entonces publicó varios libros en los que recopiló su trabajo periodístico. Fue propuesto en diversas ocasiones al Premio Nobel de Literatura, y recibió menciones como el Príncipe de Asturias de las Letras o el Premio Cervantes.