(CNN Radio Argentina)- El músico, actor, protagonista de series exitosas y además, amante de la aventura y de escalar montañas, acaba de hacer su debut en la ficción de este año televisivo en la tira Buenos Chicos. Además, continúa en el teatro con su unipersonal En el aire, en calle Corrientes.
Con texto de Manuel González Gil, la pieza que lleva adelante promete mucho más que una experiencia teatral catártica con pinceladas de la realidad global. En su protagónico, del que se siente absolutamente orgulloso, la música, la radio y la historia que se cuenta, se entrelazan para lograr poner de manifiesto, entre otras cuestiones, cuántas veces la ambición económica intenta ganarle la pulseada a la idea de invertir en iniciativas culturales que embellezcan de manera mucho menos egoísta la vida de cualquier sociedad.
Este domingo por la tarde, Compañía de Radio tuvo el placer de entrevistar a Facundo Arana quien habló de varios temas y, sobre todo, del placer que siente a esta altura de su carrera y de su vida, al poder comprometerse en proyectos que lo hagan sentir pleno, agradecido y con ese disfrute que llega cuando la consolidación de una carrera empieza a amalgamarse con el recorrido de la propia experiencia de vida.
A través del aire de CNN Radio, Cecilia Laratro conversó con el actor y músico, en el marco de una charla con muchísimas reflexiones, en donde no faltaron anécdotas de cuestiones de lo más íntimas.
Con todo, Arana pareciera dejar bien en claro que, en el recorrido de la vida, si la aventura a la montaña se pospone, habrá que estar atentos para descubrir (y no perderse) qué otra posibilidad se presenta en el camino porque seguro, siempre habrá una chance que nos permita “hacer cumbre”.
C.L:- Estás haciendo este unipersonal (En el Aire) escrito y dirigido por Manuel González Gil en Calle Corrientes ¿Cómo estás con eso?
“Estoy muy contento con esta obra. Se trata de una pieza que nos llevó cuatro arduos meses de preparación. Trabajamos mucho para que todo saliera bien. Pusimos todos los recursos posibles. Yo quería que realmente fuera la obra más linda del mundo, se lo había pedido de esa manera a González Gil, y él lo cumplió. Puede que no sea la única obra más linda, pero sin dudas, se trata de una de las obras más lindas del mundo. Y la presento así porque sin dudas está en ese podio”.
C.L: - Cómo llegó la obra hasta vos?
“En el año 2012 yo había hecho un intento a una montaña en Nepal y no pude hacerlo. Resulta que bajé herido, estaba realmente muy mal. Entonces mi compa (María Susini) me fue a buscar allá. Luego de eso nos casamos. Creo que en aquella oportunidad esa fue la gran cumbre de la montaña, nuestra unión”.
“Después de un tiempo, el episodio de la altura me fue pasando una importante factura emocional, muy dura. Fue en ese momento en el que llamé a Faroni (productor teatral) y le pedí que me diera una mano porque yo sentía la necesidad de volver al teatro, necesitaba trabajar. Muy generoso él me ofreció varias de las obras que estaba investigando, pero yo sentía que necesitaba estar en escena solo. Para poder ayudarme, él creyó conveniente presentarme a Manuel González Gil a quien, en ese primer encuentro yo pude contarle mis inquietudes y lo que estaba buscando. El resto es todo lo que saben, esto que ven. Una obra maravillosa de su autoría y dirección, de la que me siento absolutamente orgulloso”.
“La obra más linda del mundo y el mejor espectáculo de música posible”
“Yo la presento como la obra más linda del mundo y con ella, este verano, nos vamos a Mar del Plata. Primero al Teatro Colón, luego, a Espacio Viamonte. Allí estaremos con Oscar Kreimer y un grupo de notables (el cual integro) para hacer música. Yo presiento que, al estar Kreimer, vamos a ser como una aplanadora. Es algo que me tiene muy entusiasmado. Claro que esto sucederá en temporada y va a ser muy especial esto, porque la ciudad balnearia cumple 100 años. De este modo, con tales artistas, lo que hicimos fue armar el mejor espectáculo de música posible”.
C.L:- Cómo te llevás con el ocio y cómo fue la decisión que han tomado con la escuela de los chicos?
Cuando la educación en el hogar (homeschooling) funciona
“El tema con la educación que hemos decido para los chicos es un tema familiar; Esto fue un poco a partir de lo que pudimos ver más con claridad en épocas de pandemia. Nosotros allí advertimos que, con todas las facilidades que existen hoy, me refiero a las herramientas tecnológicas, sobre todo, la formación en casa o el llamado “homeschooling” es posible. Pero, además, estuvimos muy atentos, no en esa época, pero sí ahora, en cómo les resulta el día a día a ellos y a nosotros, a nivel dinámica familiar”.
“Con este modo de estudio, muchas horas de su cotidianeidad las pueden utilizar para enfocarse en cosas que despiertan muchísimo su interés y que no están dentro del programa educativo común a la cuestión establecida desde lo institucional. Por ejemplo: Indiana monta a caballo. Es una amazona. Su preocupación y su deseo están claramente por ahí. No hay un solo colegio que esté enfocado en ese tipo de actividades. Ella entonces lo que hace es estudiar, cumplir con sus responsabilidades educativas y luego, la otra parte del día, la dedica a aquello donde elige poner el foco y sus inquietudes. Estar con los caballos”.
“Por otra parte, algo importante en este sentido es que también su cuota de vinculación social está cubierta, con lo cual, creo que, por lo menos en nuestra familia, se trata de una solución que ha mejorado mucho, no solamente en cuanto a la logística familiar (yo me muevo de un lado con el trabajo y no me quiero perder de estar y de acompañar a mis hijos) sino que también ha logrado simplificar algunas cosas. Ellos están en los últimos años de la secundaria, y por supuesto, para el caso están súper apoyados para avanzar conforme a los objetivos que deben cumplir”.
“Además descubrimos que, en la resultante, nuestros hijos tienen una vida en la que sonríen mucho más. Con esto digo, ante todo: A nosotros nos sirve esto, y lo destaco porque es real que cada familia toma sus decisiones en función a lo que les es importante. Y en esto cada uno tiene su libro y su experiencia, y en definitiva me parece que, como muchas cosas, son elecciones que parten también de cosas que uno piensa, cree y a partir de lo que uno ha vivido”.
“En definitiva yo quiero estar cerca de mis hijos para acompañarlos en esta aventura de la vida y hemos visto que esta modalidad también nos lo permite como familia y, por otro lado, no quiero que les pase eso de no elegir algo porque no lo conocieron, porque no lo habían visto o advertido. Después de todo, a veces yo pienso que enganché el saxo un poco de casualidad, porque escuché aquella música en la radio y algo ahí sucedió. Yo deseo que ellos tengan la posibilidad de descubrir el mundo, de explorar y de experimentar en el camino de la vida; creo que esta decisión nuestra un poco va por ahí”.
La obra “En el aire”
“Volviendo a la obra, y a lo que hacemos con el saxo en escena: Es el mismo que tenía cuando tocaba en el subte, y para mí es muy pero muy simbólico que esto sea así. Una vez, hablando con González Gil, él me dijo que sería importante incluir el mismo instrumento y creo que, en definitiva, por la carga emotiva y por todo lo que significa, es así”.
Cuando el trabajo, más que un trabajo, es una aventura que te llena de felicidad
“Con esta obra soy inmensamente feliz. Estar trabajando en un teatro en calle Corrientes; estar en esa marquesina como una de las propuestas de teatro de la noche porteña, en la que hoy está mi nombre escrito, porque soy yo quien salgo a defender esa obra en escena, en definitiva responde a algo muy deseado. Y hablo de esta marquesina que es tal cual aquellas que yo miré tantas veces durante muchos años, cada vez, al pasar, soñando algún día con ser parte de esa experiencia. Todo es maravilloso y llegó en un momento perfecto”.
“Se trata sin dudas de toda una experiencia que siento que ha llegado cuando tenía que hacerlo. Antes, una obra así, yo no hubiera podido salir a defenderla; Estaba muy verde para hacerlo. Esta oportunidad llegó en el momento de mi vida justo. Siento que puedo salir a escena y sacar la espada para dar una batalla en este oficio de actor, para el que me he ido preparando por años”.
“Lo que hacemos en el escenario tiene que ver con la dirección y para eso la cosa era un poco poder usar todos los recursos que con los que contamos, todos los que tenemos a mano, lo más posible. En la pieza, cada cosa tiene su color, su tono y también su pincelada al pasar, como recurso válido. Como sea, todo es mérito de González Gil que sabe muy detalladamente el por qué de cada decisión a partir de un texto maravillosamente bien escrito de su autoría”.
“Respecto de tu pregunta de cómo me llevo con el ocio. Bueno. No sé si fue él quien la dijo, pero se le atribuye a Confucio aquella frase que dice: Haz lo que amas así no tendrás que sentir que necesitas trabajar en la vida. Y un poco lo mío pasa por ahí. Yo no siento que trabajo, esto es una aventura, una y otra vez. Hago lo que amo inmensamente. Y lo hago desde hace muchos años. Es mi aventura, mi risa, mi alegría”.
C.L:- Sos un apasionado de la vida, de subir la montaña (en la vida, en tu carrera y en la realidad también) y al parecer, siempre estás con cosas nuevas por hacer ¿Cómo es eso?
“Bueno, escalar la montaña es algo que me encanta. Y sí soy un gran apasionado de la montaña. Siempre que voy tengo que hacerlo (y lo hago) muy bien acompañado. Este año tenía pensado a hacer algo de eso, pero tengo mal un ligamento de la rodilla y eso me hace estar en un 90 por ciento y por eso decir que no, al menos hoy. De todos modos, yo creo que cuando la montaña me dice que no, siempre la vida me da y me permite que otras cosas sucedan, y esto es así. Sucedió así en mi vida una y otra vez”.
El regreso a la tele
Por último, el actor se refirió a su participación en la ficción de Canal trece y, respecto de ello expresó: “Mi trabajo me hace inmensamente feliz. Y esto de participar en la tira, bien… La miel ahí sabés cuál es? Es ir a tomar unos mates con directores, productores, sonidistas, los chicos de cámara, y todo el resto de otras cuestiones me pasa desapercibido. Creo que, a esta altura, lo que me entusiasma es ir a trabajar para divertirme con mis compas, da igual el papel que me toque. En definitiva, se trata de aguas en las que me muevo desde siempre, y es allí donde elijo y donde sé nadar. Porque, en definitiva, cada vez que me llaman para trabajar, lo que hago es volver a desenfundar mi espada para pasarla bien con lo que me toque hacer, con lo que he aprendido a hacer y con lo que me hace feliz. Eso, como en la vida, también es hacer cumbre”.