(CNN Radio Argentina)- El martes 16 de abril se conmemorará el Día Mundial de la Conciencia sobre el Estrés. En esa fecha, es habitual que se busque comunicar y compartir la importancia de saber cuáles serían los efectos indeseables del estrés, para así trabajar y organizar nuestros hábitos en función de lograr un buen estado y acondicionamiento general en nuestra salud física y mental. Es por ello que, este domingo por la tarde, Compañía de Radio se puso en contacto con el Dr. Horacio Antonetti, quien se dedica a estudiar el Estrés, quien nos explicó qué debemos saber en cuanto el tema; y qué mecanismos está manejando en la actualidad la ciencia médica para el abordaje clínico de este compañero silencioso en nuestras vidas, que muchas veces podemos alejar, tomando en cuenta algunos puntos interesantes compartidos por el especialista a través de CNN Radio.
El Doctor Horacio Antonetti es, entre otras cosas, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés. Se trata de una entidad sin fines de lucro que se dedica a la docencia, investigación y difusión relacionada con el síndrome del estrés y su impacto en la salud y la enfermedad en la República Argentina. Su objetivo es promover el conocimiento y la comprensión del estrés y su manejo clínico.
-¿Doctor, qué es el Estrés? ¿Cómo lo detectamos? ¿Es verdad que hay uno bueno y otro malo (como es el caso del colesterol)?
“Yo creo que el Estrés, teniendo en cuenta su significado, por supuesto, se trata de “carga sobre estructura”… Nosotros vivimos siempre con estrés, y si hablamos del bueno, (porque sí hay uno bueno y otro que no lo es, es cierto), eso no tiene nada de malo porque él mismo es el que nos hace evolucionar y adoptar mecanismos de adaptación continua en nuestra vida. El tema se pone complejo, cuando los mecanismos de adaptación fracasan y entonces empezamos a padecer las consecuencias de un estrés malo que se ha prolongado en el tiempo y ya se ha instalado en nuestro organismo haciendo daño, bajando la berrera de la protección y de las defensas contra la enfermedad”.
“Por eso decimos que vivir estresado no es para nada bueno que suceda. Por supuesto que decir que un individuo vive con estrés no es una sentencia de una enfermedad, pero sí sabemos hoy en día que existe allí una gran posibilidad de que aparezcan grandes chances de cierta vulnerabilidad, lo cual nos hace permeables a ciertas cuestiones nada sencillas en relación a nuestra salud física y mental”.
“Por otro lado, en medicina ha pasado, y sobre todo hace aproximadamente cien años atrás, que hubo una época en que se creía que muchas patologías estaban relacionadas con las alergias. Y hoy, por momentos pareciera, tal como en aquel entonces, (hace más o menos cien años), que todo es estrés. Lo que digo con esto es que hay que aprender a diferenciar el enojo o la amargura por un día malo, una situación nerviosa, etc… del estrés. Ojo que muchas veces estar nervioso no necesariamente es estar estresado. El estrés es un cambio intrínseco que implica “lo psico; lo neuro; lo inmune; y hasta lo psicológico”. Es decir, es mucho más que estar nervioso e irritable por un mal momento”.
-¿Y de qué hablamos cuando nos referimos al estrés “Postraumático”?
“Este se trata de una situación de alteración interna orgánica general que sucede a partir de haber vivido un episodio o situación traumática que duró en el tiempo y que no puedo ser duelada y trabajada en varios de esos aspectos. Entonces, queda allí, sin haberse resuelto, de modo tal que, cualquier episodio que traiga a la memoria una emoción similar, disparará ese trauma al presente, lo cual hace que el sujeto vuelva a sentirse tan mal como cuando sucedió aquello. El claro ejemplo con esto es lo que les sucedió a muchos soldados de la Guerra de Malvinas. Es como no salir de esa sensación de alerta y angustia continua jamás y eso no es nada bueno. Por eso es necesaria la terapia, la ayuda profesional, porque es difícil la elaboración de los duelos y, a veces, si no aparecen los mecanismos propios, se necesita una ayuda”.
“El duelo por un familiar o amigo querido que se muere, o bien por una mudanza: ambos implican una pérdida. Diferentes, pero pérdidas al fin. Bien. En estos casos qué ocurre: cuando uno no puede superar ese dolor por lo perdido queda emocionalmente anclado ahí, lo cual produce una prolongación del estrés. A eso se le llama, resumidamente, estrés post traumático. Se trata de un duelo que no se puede superar, y eso es estrés crónico en el organismo. Por eso es sano traspasar el duelo, permitirnos estar tristes, llorar, hablar de lo que nos sucede para poder elaborarlo y que no se vuelva patogénico, es decir, generador de una enfermedad”.
-¿El estrés es lo mismo en todas las edades y géneros o hay uno de los adultos, y otro que pueden padecer los niños o jóvenes?
“El estrés es lo mismo para todos. Todo el mundo puede sufrir estrés. Ahora, las causas que lo provocan son absolutamente personales y esto debemos saberlo. Tenemos que entender que, en todos los casos, las situaciones de estrés son absolutamente personales. Por eso hay una frase que dice, en relación al padecimiento, que creo que es bueno traerla a cuenta: No importa lo que sucede, sino lo que yo creo que sucede. Un incendio no es lo mismo, en cuanto al estrés, para el que vive en esa casa que se prendió fuego, que para el bombero que va a apagarlo”.
-¿Existe un medicamento para el Estrés?
“El estrés se va manejando con mecanismos adquiridos y aprendidos; de modo tal que no hay un remedio para curarse de lo que nos provoca. Pero debemos saber que uno puede y debe buscar cómo ir disminuyendo su carga, o bien, cómo podrá ir poniendo más fuerte la estructura para soportar el peso que lleva. Por eso decimos que se trata de trabajos a realizar de modo personal, porque no hay un medicamento ni inyección antiestrés. Puede haber, y de hecho existen, fármacos que alivien algunos de los síntomas del estrés, pero no son medicamentos que curan el estrés, sino, síntomas provocados por aquel”.
-¿Dónde estaría la clave entonces para poder sortear la mala pasada del mal estrés. ¿Se trata de aprender a gestionar emociones?
“La clave se basa en varios pilares a tener en cuenta para incorporar diariamente: En primer lugar, Descansar bien. Después: alimentarse de manera consciente, variada, beber agua; Desde el punto de vista psicológico, tener buenos vínculos y relaciones sociales, (somos seres relaconales); trabajar sobre cómo cada uno valora lo que le provoca el estresor, una labor que puede ser personal, o bien a través de la ayuda profesional de una psicoterapia y tal vez la más adecuada sería la psicoanalítica cognitivo comportamental, por ser la más rápida y directa para dar resolución”.
-¿La ecuación es más defensas menos estrés? ¿Cómo son los mecanismos de defensa que menciona?
“Bueno, en primer lugar habría que analizar el tema de “los mecanismo de defensa con los cuales el individuo puede trabajar”. Porque, desde el punto de vista de “las formas de valorar”, el tema es importante… En ese sentido, en términos muy amplios esto sería entender que lo fundamental es cómo vemos e interpretamos la vida. Porque ¿Qué vemos más, el vaso medio vacío o el vaso medio lleno? ¿Qué tenemos como hábito, una tendencia fatalista, o bien intentamos tomarnos las cosas con calma y buscar soluciones de manera razonable? ¿Somos optimistas con el futuro?”.
“En fin, se resume mucho a entender cómo funciona nuestra psique, porque es la manera en la que pensamos el modo en el que nos predisponemos y eso repercute y condiciona en el todo. Asimismo, aunque parezca todo muy complejo, hay una buena noticia: Una vez que detectamos cómo pensamos y cuál es nuestra tendencia, todo es modificable, por suerte”.
-¿Es realmente el estrés el disparador de tantas cosas que nos suceden? Porque hoy en día se le atribuye a mucho de lo que nos pasa, “las consecuencias del estrés” ¿Es tan asi?
“En general sí. Hace más de diez años se consideraba que un grupo de enfermedades eran propias del estrés. Y hoy sabemos que muchas cosas son las que podemos atribuir a situaciones de estrés. Si hay estrés permanente el organismo, este tiene más producción de adrenalina, eso aumenta el funcionamiento del corazón; puede afectar en la parte digestiva y tener acidez, gastritis, etc; más aún, podemos tener una fractura ósea y tener complicaciones para que ese hueso haga su soldadura en tiempo y forma y recuperar la movilidad, y todo por las consecuencias del estrés malo en el cuerpo. En fin, el efecto indeseado del estrés es mucho más global de lo que pensamos”.
-¿Existe el estrés colectivo, una especie de estrés que vivamos muchos?
“No lo creo, porque ese sería medio intangible. El estrés que se estudia se toma de forma individual, y como dijimos anteriormente, no es igual en un ser humano que en otro, aunque eso no quita que, quienes vivimos en grandes ciudades, en este presente crítico, hoy salgamos a la calle y observemos un clima social de enojos y respuestas odiosas y de cólera, pero eso no puede ser llamado estrés colectivo. Pero por otra parte, sí es cierto que, en nuestro caso, estemos ante una sociedad que tiene a sus miembros muy estresados; hay una marcada conducta de enojo, susceptibilidad, irritabilidad, es cierto (y eso lo vemos y lo padecemos) …”
“Dicho esto, quiero agregar que hay algo que probablemente nos suceda a nivel personal y es esto de vivir en un estrés que, prolongado en el tiempo es capaz de fomentar la liberación de altos niveles de cortisol, más el aumento de la adrenalina, lo que da como resultado una especie de juego de retroalimentación peligroso (adrenalina-cortisol-adrenalina…), un proceso que va atado al estrés del que estamos haciendo referencia, y que luego se traduce en lo que padecen muchos sujetos (como enfermedades), y también en sus comportamientos”.
“Como resumen y para tener en cuenta, es importante saber que “El estrés crónico es de lo más peligroso”. Es el que lleva a quienes no pueden manejarlo en el tiempo a padecer problemas de inmunidad o bien situaciones irreversibles como infarto; úlcera gástrica; enfermedades autoinmunes, etc… Y, como dijimos antes, para el estrés no hay una medicación. Por eso, sabiendo los tiempos que vivimos, es importante mantener los pilares de salud vivos: -La actividad física diaria (porque con ella somos capaces de revertir los aumentos hormonales indeseados y alterados); Dar especial atención al tema de la valoración personal (cómo pienso la vida, qué cosas me hablo todos los días, lo que me cuento de lo que me sucede); y aquellas actitudes y mecanismos que adquiero para mejorar la actitud para enfrenar cada desafío diario”.