Un manifestante independentista sostiene una pancarta impresa con las banderas nacionales de Taiwán y China para satirizar el estrechamiento de los lazos económicos entre Taipei y Pekín, durante una manifestación contra la visita del principal negociador chino para Taiwán, Chen Yunlin, frente al aeropuerto de la ciudad central taiwanesa de Taichung, el 21 de diciembre de 2009. Chen Yunlin voló a la isla en medio de la presión de Taipei por alcanzar un amplio pacto comercial con su vecino gigante, frente a las vehementes protestas de la oposición. AFP PHOTO / PATRICK LIN

(CNN Radio Argenina) – Gabriel Merino, analista, investigador del Conicet y profesor de la Universidad Nacional de La Plata, se refirió a las maniobras militares chinas alrededor de Taiwán, con aviones y barcos para rodear la isla de gobierno autónomo.
El analista “afirmó que “es el quinto ejercicio desde 2022, cuando fue la visita Nancy Pelosi, la expresidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos a Taiwán y el incremento de la tensión con ese país y, además, el ejecutivo taiwanés dominado por las fuerzas mas independentistas”.
En diálogo con CNN Primera Mañana aseguró que “estos ejercicios demuestran la capacidad de China de bloquear Taiwán, mostrar toda su capacidad militar. China está poniendo un límite a la declaración independentista de Lai Ching-te, del actual mandatario”.
El investigador del Conicet detalló que “hay 3 puntos para analizar que tiene como protagonista la tensión entre China y Estados Unidos”.
Detalló que “uno es que Taiwán es potencia de construcción de semiconductores. Desde la perspectiva China, recuperar esa provincia rebelde, como la llaman, le daría una potencia central en la capacidad de producir semiconductores, algo que Estados Unidos ve como negativo”.
Explicó que “la segunda es que para el esquema estratégico Asía-Pacífico, postsegunda guerra, Taiwán ocupa un lugar central en la primera cadena de contención, pensada por Estados Unidos y los aliados, en relación a China”.
Agregó que “para China recuperar Taiwán significa consolidar su capacidad marítima y naval y convertirse definitivamente además de una potencia terrestre continental en una potencia marítima”.
Gabriel Merino aseguró que, además, “es clave la idea de rejuvenecimiento de China, y para el Partido Comunista es la tarea de recuperar los territorios perdidos, del que llaman siglo de humillación” y, en este sentido, “recuperarla es como restablecer su integridad territorial y es una de los ejes centrales”.
Le contó a Pepe Gil Vidal que se debe agregar otro punto de análisis que es político y afirmó que “si bien domina el partido democrático progresista, que es partidario de una línea independentista en el presente y el futuro, el poder legislativo es de Kuomintang, partidario de una sola China”.
En cuanto a la postura del gobierno argentino en relación a China, concluyó que es similar a los que le paso a la gestión de Jair Bolsonaro en Brasil.
Aseguró “que la gestión de Javier Milei se chocó con una realidad económica argentina y mundial. China es la gran fábrica del mundo y los países como el nuestro, productores de materias primas, tiene una complementaridad natural”.
Destacó que “el gobierno necesita divisas, dólares, y tiene con China el swap por 19.000 millones de dólares” agregó que otros intereses son “las inversiones y que Argentina necesita vender mas el mundo y China e India fueron las que mas crecieron el año pasado”.
Y finalizó que el gobierno “dio de baja ciertas ideas y ciertas cuestiones ideológicas y se está acomodando a una realidad económica mundial y nacional”.