El presidente ruso Vladimir Putin y el líder chino Xi Jinping se reúnen en el Gran Salón del Pueblo de Beijing el 16 de mayo durante la visita de Estado de Putin a China.

(CNN Radio Argentina) – Florentino Portero, investigador sénior de la Fundación CIVISMO de España, afirmó que el presidente de Rusia “nunca ha estado absolutamente aislado, Rusia como Estado y él como dirigente ha quedado desconectado de una parte del mundo como Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y algunos otros”.

En diálogo con CNN Primera Mañana, el especialista afirmó que “Rusia ya estaba en los BRICS, que nace para establecer un gran lobby de los Estados con economías emergentes, que está tratando de resolver su identidad”.

Explicó que es porque “China, después de fracasar en su intento de controlar el G20, está intentando que los BRICS sean su principal elemento para crear un orden internacional alternativo, pero mucho de los estados que son miembros, por ejemplo India, no tiene interés en jugar a favor de China y, mucho menso, en contra de Estados Unidos”.

Destacó que “los BRICS es algo a medio hacer, pero permite a Rusia, como país anfitrión de la reunión, el recibir y dar la sensación de que todavía tiene un gran margen de maniobra, lo tiene limitado, los estados que asisten no son grandes defensores de Rusia”.

El investigador sénior de la Fundación CIVISMO de España profundizó que “el tiempo dirá si los BRICS consigue consolidarse o no y si lo hace como China quiere o como otros países miembros desearían”.

En conversación con Pepe Gil Vidal aseguró que “para China la guerra de Ucrania fue un disparate, no entendía que Rusia hiciera algo así, pero además ese conflicto le proporcionaba algunas ventajas importantes, la primera era que cuestionaba la cohesión del bloque occidental, del bloque intraeuropeo y de la relación de Europa con Estados Unidos, y eso ya era bueno para China”.

Y agregó que “sobre todo esa guerra debilitaba enormemente la posición de Rusia y la convertía de manera creciente en un vasallo de China, de la gran potencia. Depende de China de suministros básicos de tecnología para construir armas pero también depende para ingresos fiscales porque lo que vende, lo vende fundamentalmente a China que la que pone el precio, no Rusia”.