GIGLIO (CNN) — Este sábado, los buzos reanudaron la búsqueda de sobrevivientes del crucero italiano Costa Concordia, mientras las inquietudes aumentan por la amenaza potencial al medio ambiente que representa el naufragio.
Un doceavo cuerpo fue encontrado adentro del crucero este sábado por la tarde, confirmaron autoridades italianas, lo que deja en 20 el número de personas que siguen desaparecidas desde que el barco naufragó frente a la isla Giglio la semana pasada.
El cuerpo es de una mujer que tenía puesto un chaleco salvavidas. Fue descubierto en la zona del barco que estaba bajo el agua, de acuerdo con Francesca Maffini, vocera de Franco Gabrielli, quien está a cargo de las operaciones en el sitio.
Un comité formado por todas las partes involucradas en la operación de rescate informó este sábado a periodistas y habitantes de la isla que la búsqueda y el rescate continuarán, pero que el riesgo ambiental también se está convirtiendo en un asunto apremiante.
Las autoridades dijeron que no pueden predecir cuánto tiempo llevará eliminar los restos del navío, ya que depende de las condiciones marítimas y las dificultades técnicas, pero que todos los factores jurídicos, ambientales y humanos serán tomados en cuenta.
“Es hora de que Italia demuestre que puede hacer algo correctamente y bien”, dijo el titular del comité, Franco Gabrielli.
Se han colocado botavaras para tratar de detener la propagación, además de combustible, de muchos otros agentes químicos, desde aceites de cocina hasta químicos de aguas residuales, comentaron las autoridades.
Policías de investigación trabajan conjuntamente con los trabajadores de rescate, según se les comunicó a los que estuvieron en una reunión informativa; entre ellos habitantes de Giglio.
El gobierno italiano anunció el viernes un estado de emergencia y estableció un plan para defenderse de la posible contaminación derivada de los combustibles del naufragado Costa Concordia.
Según el consejo de ministros de Italia, entre estos esfuerzos está un plan de recuperación de combustible y un plan para la remoción de los escombros.
La búsqueda bajo el agua de sobrevivientes se reanudó este viernes por la noche, horas después de que los buzos suspendieron las operaciones debido a movimientos del barco crucero.
Las autoridades italianas han analizado cuándo suspender la búsqueda de sobrevivientes e iniciar la operación de recuperación, una decisión que será más urgente si las condiciones climáticas empeoran.
“Buscamos toda la noche en la parte exterior del barco”, comentó este sábado el capitán de la Guardia Costera, Filippo Marini. “Muy por la mañana, hicimos dos explosiones más (realizadas por los expertos de la marina) para abrir más agujeros en (el) barco. Esto con el fin de darle velocidad a las operaciones de búsqueda de nuestros buzos.
Marini describió las condiciones climáticas sabatinas de la isla de Giglio como “excelentes”.
Las autoridades evalúan sus opciones sobre cómo proceder con los restos del naufragio. Entre las posibilidades está un intento de anclar la embarcación a las rocas frente a la isla de Giglio, empleando cadenas para tal operación.
Pero, “es muy difícil. El Concordia pesa 110,000 toneladas, y es como un rascacielos de 300 metros de altura en posición horizontal”, dijo Massimo Maccheroni, del comando general de la guardia costera italiana.
Tanto Cruceros Costa como las autoridades han criticado al capitán Francesco Schettino, quien se encuentra bajo arresto domiciliario y enfrenta posibles cargos por homicidio, naufragio y abandono del buque.
La oficina del fiscal Francesco Verusio dijo que presentaría este sábado una apelación ante un tribunal de Florencia en contra la decisión del juez de instrucción de otorgarle arresto domiciliario.
Verusio ha dicho que no está de acuerdo con la decisión del juez y que el capitán debería estar preso dado el riesgo de fuga y la gravedad de sus delitos.
El abogado de Schettino, Bruno Leporatti, habló este viernes en el canal de noticias italiano Sky Tg24, instando a la gente a que reserven su juicio sobre el capitán hasta que cuenten con todos los elementos posibles
El crucero encalló el 13 de enero frente a la costa de la Toscana y cada vez parece más improbable que aún se hallen sobrevivientes a bordo.
Declarar la operación como “de recuperación”, en vez de una “de rescate” permitiría a los expertos de salvamento iniciar el bombeo de combustible para sacarlo del barco, lo que podría evitar una catástrofe ambiental. El barco transportaba alrededor de 2,300 toneladas de combustible cuando chocó con las rocas.
El capitán de la Guardia Costera, Cosimo Nicastro, comentó que están en marcha los preparativos para la operación de remoción de combustible. Un barco con un gigantesco tanque para almacenar el combustible todavía tiene que llegar en los próximos días a Giglio, dijo.
Este viernes, más familiares de los pasajeros desaparecidos llegaron a la isla, y algunos salieron en pequeños barcos hasta el lugar del naufragio, donde arrojaron flores a manera de homenaje.
Ramos de flores rojas y amarillas oscilaron en las claras aguas azules mientras el enorme barco yacía a su costado.
“Es espantoso”, dijo el vicealcalde de Giglio, Marco Pellegrini. “Pasamos todo el día con familiares de los todavía desaparecidos y de los que han sido identificados”.
Hasta el momento, ocho de los muertos han sido identificados: cuatro pasajeros franceses, uno español y otro más italiano, junto con un húngaro y un peruano integrantes de la tripulación.
El liderazgo de Schettino de nuevo fue cuestionado este jueves, cuando un cocinero del navío comentó a un canal filipino de televisión que el capitán ordenó una cena para él y para una mujer alrededor de las 10:30 p.m. menos de una hora después de que ocurriera la colisión.
Sin embargo, una mujer moldava, Domnica Cemortan, de 25 años, quien también trabaja para la línea de cruceros pero dijo que estaba en el Concordia en calidad de pasajera, defendió al capitán en una entrevista en televisión.
“He escuchado en los medios rusos que el capitán fue el primero en abandonar el barco, o que estuvo entre los primeros. Pero esto no es verdad”, dijo.
“Soy testigo; no sé si estoy invitada o no al tribunal para testificar, pero como testigo puedo decir que dejé la cubierta a las 23:50 (hora local), tras una orden proveniente del capitán, quien me dijo que fuera a la tercera cubierta para subirme a un bote salvavidas que podía llevar a más personas”.
Cemortan dijo que había ido a la cubierta para ayudar a traducir las órdenes del capitán tras oír un anuncio en código que emitió la alarma a los miembros de la tripulación.
En Meta di Sorrento, ciudad natal de Schettino, los habitantes apoyaron al capitán del barco crucero.
“Capitán, no te des por vencido”, se veía en una hoja pintada que colgaba afuera de la casa donde Schettino se encuentra bajo arresto domiciliario.
“Parece que el único responsable es el capitán. Eso es lo que todos allá afuera (piensan)”, dijo el alcalde Paolo Trapani. “Pero en este pueblo, la gente sabe que él no puede ser el responsable de todo. No es como los periodistas quieren dar a entender”.
Los fiscales han acusado al capitán de conducir el navío muy rápido como para permitirle reaccionar ante los peligros, provocando el naufragio, según documentos legales.
Según el fallo inicial de la juez Valeria Montesarchio, Schettino cambió el rumbo del barco, virando hacia muy cerca de la costa y provocando que el navío impactara contra una piedra.
A principios de esta semana, el presidente de Cruceros Costa, Pier Luigi Foschi, culpó directamente al capitán por el naufragio, al decir que fue su decisión desviarse de las rutas frecuentes de navegación.
Aproximadamente 4,200 personas se encontraban en el Costa Concordia cuando encalló, unos 3,200 pasajeros y 1,000 miembros de tripulación. La mayoría abandonó el barco sin peligro alguno.
Dan Rivers, Livia Borghese, Hada Messia, Marilia Brocchetto y la periodista Barbie Nadeau, de CNN, contribuyeron a este reporte.