ISLAMABAD, Pakistán (CNN) — Los pakistaníes se reunieron este viernes para orar y expresar su apoyo a Malala Yousufzai, la joven estudiante que fue atacada por el Talibán y permanece inconsciente en un hospital militar.
Luego de las oraciones de este viernes, se esperaban las manifestaciones de apoyo y los deseos de una pronta recuperación para Malala, quien defendió ante los extremistas su derecho a ir a la escuela. Además, las oficinas gubernamentales en Peshawar, la ciudad más importante de la región noroccidental de Pakistán, de donde es originaria Malala, guardaron un minuto de silencio en su honor, de acuerdo con dos funcionarios locales.
Malala, de 14 años, fue acribillada el martes mientras volvía de la escuela en la cuidad conservadora de Valle del Swat. El ataque ha despertado la indignación en Pakistán y el mundo entero, y ha atraído la atención sobre el violento extremismo que asola la nación musulmana.
Se tomó declaración a tres detenidos, quienes de acuerdo con el oficial de policía Gul Afzal Afridi, identificaron a uno de los sospechosos del ataque. Dijo que el sospechoso no ha sido arrestado, pero que la policía cree que tuvo algo que ver con el ataque.
Los médicos extrajeron una bala del cuello de Malala el miércoles, y la han mantenido sentada y conectada a un respirador desde entonces. Dicen que Malala tiene un grave edema cerebral.
Las autoridades transfirieron el jueves a Malala al Instituto de Cardiología de las Fuerzas Armadas en Rawalpindi, cerca de Islamabad, luego de que un grupo de médicos decidiera que ese hospital tenía “más recursos y mejores instalaciones”, de acuerdo con el general Asim Bajwa, vocero del Ejército de Pakistán. Antes del traslado, había sido atendida en un hospital en Peshawar.
Bajwa dijo el viernes que “los neurocirujanos y los especialistas en terapia intensiva están satisfechos con su evolución; sin embargo, las próximas 36 a 48 horas son críticas”.
El Talibán se adjudicó el ataque a Malala, quien enfureció al grupo militante por su blog, en el que habla de su lucha diaria contra los extremistas, quienes recurren al miedo y a la intimidación para obligar a las niñas a quedarse en casa en vez de ir a la escuela. Gracias a su blog, Malala fue galardonada con el Premio Nacional de la Paz de Pakistán, en noviembre.
El Talibán ha jurado que matará a la adolescente si logra sobrevivir. Los reportes de los medios pakistaníes sugieren que el gobierno estaba considerando la posibilidad de enviarla al extranjero para recibir tratamiento; sin embargo, Bajwa dijo el viernes que “hasta ahora no hay planes de enviarla al extranjero”.
El ministro del Exterior de Pakistán, Hina Rabbani Khar, dijo el jueves que el atentado contra Malala era “una llamada de atención” para el país. Khar dijo a Christian Amanpour, de CNN, que el pueblo pakistaní y la comunidad internacional deben enfrentar a “quienes optan por la violencia… para lograr cualquiera que sean sus fines”.
En los medios pakistaníes se seguía discutiendo el viernes cómo responder al ataque. Madiha Afzal, profesora asistente en la Universidad de Maryland, quien creció en Pakistán, escribió para el The Express Tribune: “Así como el Talibán nos aterroriza, nosotros debemos asustarlos al volverlos incapaces de operar. Debemos aterrorizarlos al invertir más que nunca en la educación de las niñas”.
Los pistoleros talibanes detuvieron la camioneta en la que viajaban Malala y otras dos niñas el martes; preguntaron cuál de ellas era Malala y cuando las niñas la señalaron, estos abrieron fuego, hiriéndolas a todas. Las otras dos niñas no sufrieron heridas graves.
La policía interrogó a decenas de personas después del atentado, incluyendo al conductor de la van; sin embargo, aún no han anunciado algún avance.
Hasta ahora hay cerca de 35 detenidos que están siendo interrogados por la policía local, dijo Akhtar Hayat, oficial de policía de alto rango. “Tienen algunas pistas pero no hay pruebas contundentes” acerca de la identidad de los culpables, dijo.
A pesar de la indignación de muchas personas dentro y fuera de Pakistán, el Talibán ha emitido una serie de comunicados desafiantes desde el atentado.
El grupo militante atacó a Malala porque sabían que impactaría a Occidente, dijo el jueves un vocero del Talibán, Ihsanullah Ihsan, quien agregó que pretendían establecer que “no toleramos que gente como Malala hable en nuestra contra”.
Khar, el ministro del Exterior de Pakistán, dijo que el ataque contra Malala, y la justificación del Talibán, ha sido “rechazada por todos los pakistaníes”.
El atentado también ha causado furor en el extranjero. La ex primera dama de Estados Unidos, Laura Bush, alabó a Malala y dijo que era una inspiración. “Debemos alzar la voz antes de que ocurran estos actos, trabajar para garantizar que no vuelvan a ocurrir, conservar el valor para seguir resistiendo la crueldad y la barbarie del Talibán”, escribió Bush el miércoles en The Washington Post. “Malala Yousoufzai se rehusó a ignorar los hechos. Le debemos nuestro valor y sacrificio para hacer lo mismo”.
Durante un concierto nocturno el Los Ángeles, la cantante Madonna dijo que la historia de Malala la había conmovido hasta las lágrimas y luego exclamó: “¡Apoyemos a la educación! ¡Apoyemos a las mujeres!” Mientras efectuaba un striptease, Madonna “mostró al público que tenía el nombre de Malala escrito en su espalda”, según The Hollywood Reporter. “Esta canción es para ti, Malala”, dijo, e interpretó Human Nature.
Malala escribía acerca de su vida en Valle del Swat, un semillero militante. El valle, cercano a la frontera con Afganistán, fue alguna vez un centro turístico de esquí, que atraía a los visitantes al igual que las antiguas ruinas budistas de la región. Eso era antes de que los militantes, con sus rostros cubiertos por turbantes oscuros, desencadenaran una ola de violencia. Exigieron que las mujeres usaran velo, que los hombres se dejaran la barba y prohibieron la música y la televisión. Permitieron que las escuelas para niños siguieran funcionando, pero cerraron las de las niñas.
En este contexto, Malala se puso en contacto con el mundo exterior a través de su blog. “Tengo derecho a la educación”, dijo en una entrevista para CNN el año pasado. “Tengo derecho a jugar. Tengo derecho a cantar. Tengo derecho a hablar. Tengo derecho a ir al mercado. Tengo derecho a alzar la voz”.
Malala animó a otras jóvenes a oponerse al Talibán, a no esconderse en sus habitaciones. “El Día del Juicio, Dios te preguntará: ‘¿Dónde estabas cuando tu gente te necesitaba, cuando tus compañeros de escuela te necesitaban, cuando tu escuela te necesitaba porque iban a volarla?”
Los periodistas Nasir Habib, Aamir Iqbal y Noreen Shams colaboraron con este reportaje.