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Por Reza Sayah y Shaan Khan, CNN

ISLAMABAD, Pakistán (CNN) – La historia de Malala Yousufzai es material de leyenda: una adolescente de 14 años que le contó al mundo en internet su batalla diaria contra el Talibán pakistaní para recibir educación.

También lo es su lucha para sobrevivir por la herida de un disparo que recibió en la cabeza.

Su batalla ha unido a gran parte de la nación, y todo el mundo –desde funcionarios hasta niños- condena el intento de asesinato de la joven. Miles salieron a las calles el domingo en Karachi en una marcha de apoyo a Malala organizada por el partido político antitalibán MQM.

Los manifestantes y sus pancartas decían: “Malala, nuestras oraciones están contigo”.

La adolescente permanece bajo atención médica en un hospital de Rawalpindi en donde está inconsciente y con respirador artificial.

“Ella está haciendo un progreso lento y estable que se mantiene dentro de las expectativas”, dijo el Ejército de Pakistán en un comunicado difundido el domingo. “La recuperación de este tipo de heridas siempre es lenta”.

Los doctores evaluarán el progreso de Malala de nuevo en la tarde del domingo, dijo el comunicado.

El fin de semana, la joven movió sus extremidades después de que los médicos “redujeron la anestesia para hacer una evaluación clínica”, dijo el vocero militar mayor general Asim Bajwa.

Fue el primer indicio de que Malala podría recuperarse del disparo, aunque Bajwa evitó “dar un porcentaje” sobre su supervivencia.

“Esos casos son muy escasos, de que recibas un disparo directo en la cabeza y sobrevivas”, dijo Bajwa a CNN en una entrevista emitida el domingo.

“… Estamos esperanzados. Está recibiendo el mejor tratamiento posible”.

Malala se ha convertido en un ícono pakistaní e internacional por sus esfuerzos por defender el derecho de las niñas a ir a la escuela en donde vive, en Swat, una zona donde abundan los talibán.

Iba en una camioneta de la escuela el martes en esa región de la frontera con Afganistán, cuando hombres armados entraron al vehículo y exigieron saber cuál niña era Malala. Sus compañeras aterrorizadas la señalaron, y los hombres dispararon. Dos otras niñas quedaron heridas, pero no de gravedad.

Desde entonces, los seguidores de Malala se han reunido en la ciudad para rezar por su recuperación. Los funcionarios del gobierno en Peshawar, la ciudad principal en la región al noroeste del país donde vive Malala, hicieron un minuto de silencio en su honor.

Malala se hizo famosa por escribir en su blog sobre cómo las niñas deberían tener derechos en Pakistán, incluyendo el derecho a aprender. Ella se pronunció en una región del país en donde el apoyo al fundamentalismo islámico es alto.

“Tengo el derecho a la educación”, dijo en una entrevista a CNN el año pasado. “Tengo el derecho a jugar. Tengo el derecho a cantar. Tengo el derecho a hablar. Tengo derecho de ir al Mercado. Tengo el derecho a expresarme”.

Malala, cuyos escritos le hicieron merecedora al primer Premio Nacional de Paz de Pakistán, también motivaron a jóvenes a enfrentarse al Talibán y a no esconderse en sus habitaciones.

La policía arrestó a 200 sospechosos, pero dejó bajo custodia a 35. Los que aún están detenidos le dieron información a la policía que llevó al arresto de tres sospechosos más, dijo Ghulam Muhammad, funcionario del gobierno local.

“No hay duda que esto es el Talibán”, dijo.