(CNN) — El presidente electo de México tiene un mensaje para los funcionarios de Estados Unidos durante su viaje a Washington esta semana: los vínculos entre ambos vecinos deben ir más allá de la lucha contra las drogas.
Solo cuatro días antes de asumir el cargo, Enrique Peña Nieto se reunirá con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama el martes. Dice que quiere cambiar la lista de prioridades que EE.UU. y México comparten.
“Es un error limitar nuestra relación bilateral a las preocupaciones sobre las drogas y la seguridad”, escribió el presidente electo en un editorial publicada por el Washington Post el viernes. “Nuestro interés mutuo es demasiado grande y complejo desde ese punto de vista miope”.
La Estrategia Nacional de Seguridad fue uno de los pilares del saliente presidente, Felipe Calderón, durante su sexenio, y Estados Unidos la respaldó al ofrecer 1,6 mil millones de dólares para fortalecerla.
Peña Nieto ha dicho que planea enfocarse más en reducir la violencia, pero ha ofrecido pocos detalles sobre cómo lo hará.
El exgobernador del Estado de México, de 45 años, ganó la presidencia en julio. Desde entonces ha dicho que su prioridad es profundizar los lazos económicos con Estados Unidos.
“Quizás el asunto más importante sea encontrar nuevas formas de reforzar nuestra economía y nuestras relaciones comerciales para alcanzar una prosperidad mayor en nuestras naciones”, escribió Peña Nieto la semana pasada, al hacer notar el potencial de un mayor comercio, acuerdos de manufactura e inversión en energía.
Estados Unidos es el mayor socio comercial de México. Ambos países comparten miles de millones de dólares en importaciones y exportaciones en una frontera de 3.000 kilómetros.
Por primera vez en más de una década, el tema económico dominará la agenda entre ambos países, aseguró el Centro de Estudios Internacionales Woodrow Wilson, con sede en Washington, en un breve comunicado emitido esta semana.
Se debe a que la violencia relacionada con las drogas parece haberse estancado mientras que la migración de México a Estados Unidos ha disminuido dramáticamente, de acuerdo con Andrew Selee, director del Instituto México del centro.
“Lo que ha conducido la agenda México-Estados Unidos en los últimos 10 años ha sido la afluencia de inmigrantes indocumentados y los titulares sobre el aumento de la violencia, y cómo ambos se han estabilizado. Esto permite a ambos gobiernos comenzar a hablar de otros asuntos que importan para su bienestar a largo plazo”, según Selee.
En México, analistas dijeron en el programa México Opina, de CNN en Español, que la reunión del jueves podría ser una señal de una nueva relación entre los dos países.
“Peña Nieto debería convencer a Obama de que México merece más atención. Es el momento de cambiar el estilo y proponer una agenda más alta”, comentó Olga Pellicer, profesora del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y exdiplomática.
El analista político Gabriel Guerra dijo que el gobierno de Peña Nieto debería intentar tener una mayor influencia en los asuntos con Estados unidos, y convencer a los funcionarios de este país de que los mexicanos son “importantes y relevantes”.
“La imagen del país es muy negativa. Hay una percepción de que somos corruptos y socios del narco, ese es el resultado del descuido acumulado”, dijo. Peña Nieto “está heredando una relación negligente”.
Algunos críticos han dicho que Obama descuidó a Latinoamérica durante su primer periodo y fustigaron al presidente por no mencionar a México ni a otros países de la región durante su último debate presidencial sobre política internacional con el republicano Mitt Romney.
Durante un foro realizado por la cadena Univisión en septiembre, Obama dijo que Estados Unidos está comprometido con seguir apoyando a México en el combate al crimen organizado.
“Lo que le diré al nuevo presidente de México cuando tome posesión de la oficina es que queremos seguir esta cooperación y reconocer que es una amenaza para ambos lados de la frontera. Obviamente generamos mucha demanda de drogas de este lado de la frontera, y dinero y armas fluyen al sur como las drogas al norte”, dijo Obama. “Si podemos reducir la demanda, significa que menos dinero irá a los cárteles de la droga. La otra cosa que necesitamos hacer es trabajar de forma mucho más agresiva en prevenir el flujo de armas y dinero a México”.
Tanto la Casa Blanca como el equipo de transición de Peña Nieto han señalado que la seguridad será una prioridad durante la reunión del martes, mientras que los funcionarios de Estados Unidos seguirán presionando para que haya justicia y reformas en derechos humanos del lado sur de la frontera, aseguró a través de un comunicado la Oficina de Washington sobre Latinoamérica.
“Mientras que Peña Nieto ha expresado su deseo de cambiar el enfoque de las relaciones bilaterales y alejarlo del tráfico de drogas y el crimen organizado para hacer más énfasis en asuntos económicos como la inversión, el comercio, la energía, parece improbable un cambio de relaciones México-Estados Unidos”, según el comunicado.
La inmigración también podría ser un tema en la discusión del martes, ya que es el tema más importante para los residentes de ambos lados de la frontera, según Selee. Temas como la educación entre ambos países y asuntos de interés global también pueden ser puestos sobre la semana, añadió.