(CNNMéxico) — Ni el mundo ni la humanidad llegaron a su fin este 21 de diciembre. Lo único que llegó a su fin es un ciclo de la cuenta larga del calendario maya —conocida como 13 Baktún—, explicaron investigadores y académicos.
Erick Velásquez, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, dijo que “toda esta idea moderna que les atribuye profecías extrañas a los mayas, es nada más explicable en virtud de nuestros miedos contemporáneos, de nuestra concepción del tiempo, de nuestra visión apocalíptica, milenarista y además llena de una fuerte carga de publicidad, de negocio y mercadotecnia que es totalmente ajena a los mayas”.
En entrevista, Velásquez dejó en claro que “la gente debe de estar tranquila, absolutamente. Por principio de cuentas, en las dos menciones que existen a las fechas de diciembre de 2012 —respecto a los días 21 y 23—, ninguna dice que el mundo se va a acabar, que vaya a haber un cambio en la conciencia o una nueva era o una regeneración de la especie, eso es completamente ajeno al pensamiento maya, eso es completamente occidental, moderno, de la mercadotecnia, de la publicidad, eso no existe”, insistió.
Los antiguos mayas medían el tiempo en ciclos llamados baktunes, de 394 años cada uno.
De acuerdo con la cuenta maya interpretada con base en el calendario gregoriano, el primer Baktún inició en el año 3114 a.C. y el último se completaría en el día 4 Ahau Kankín que corresponde al 23 de diciembre de 2012.
Guillermo Bernal Romero, investigador del centro de estudios mayas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo a CNNMéxico que “el final del 13 Baktún no representa un final de la cuenta del tiempo” y por lo tanto, de la vida y el mundo, como los conocemos.
“Esa es realmente la gran confusión y el gran error, y bajo esa confusión se ha dado por supuesto que si ya no hay tiempo entonces termina la humanidad o hay cambios, apocalipsis, cataclismos y cosas de ese tipo, pero realmente, no hay ningún argumento (para pensarlo)”, explicó.
Por separado, Jesús Galindo, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, señaló que “ni la ciencia que pudieron desarrollar los mayas, ni la ciencia actual nos permitiría conocer profecías como las mayas actuales, —a través de las cuales— se pudiera conocer el momento en que un cometa se acercara a la tierra, o que el sol emitiera tanta energía que en una fecha dada acabara con la tierra, esas predicciones no tienen ninguna base científica”.
María Elena Vega, doctorante en Estudios Mesoamericanos de la UNAM, consideró que el 13 Baktún es “simplemente el cierre de un ciclo más grande de la cuenta larga y por supuesto que es un momento importante —para los mayas—”.
Para José Franco, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, “lo que vemos con todos estos mitos acerca del supuesto fin del mundo predecido por los mayas, no es otra cosa más que imaginación occidental ‘calenturienta’, poniendo fuera de contexto y fuera de perspectiva un conocimiento ancestral que tenía una visión cosmofónica diferente”.
Por ello, insistió, “el mensaje que hay que transmitirle a toda la población es que es un mito insostenible el decir que los mayas predijeron el fin del mundo”.
Daniel Juárez Cosío, curador de la Sala Maya del Museo de Antropología, fue más allá, y aseguró que “el mundo maya no desaparece, lo tenemos, hay tzotziles, mayas yucatecos, hay mucha gente que está todavía hablando maya, es una cultura viva”.
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