(CNN) – Mientras los 115 cardenales sesionan en el Vaticano para elegir un nuevo papa, el presidente Barack Obama dijo que la política estadounidense no sería un obstáculo para que un pontífice de ese país desempeñara sus funciones al frente de la Iglesia católica.
“Me parece que un papa estadounidense presidiría tan efectivamente como un papa polaco, un papa italiano o un papa guatemalteco”, dijo el presidente en una entrevista transmitida la mañana de este miércoles en el programa de ABC, Good Morning America.
Después de la renuncia de Benedicto XVI a fines del mes pasado, algunos nombres de cardenales estadounidenses han circulado en la prensa como posibles contendientes al nuevo pontificado, incluyendo a Sean O’Malley de Boston y Timothy Dolan de Nueva York.
Los críticos argumentan que un papa estadounidense sería controversial, argumentando que el Vaticano tendría entonces vínculos cercanos a Washington.
Cuestionado si un papa estadounidense recibiría órdenes del presidente, Obama hizo una broma sobre los encuentros a veces espinosos de su administración con la Iglesia católica.
“No sé si has revisado últimamente, pero la conferencia de obispos católicos aquí en Estados Unidos no parece estar recibiendo órdenes de mí”, dijo el presidente entre risas.
El año pasado, el gobierno de Obama enfrentó una polémica después de emitir un mandato que requería a las instituciones religiosamente afiliadas, como hospitales y universidades, incluir cobertura anticonceptiva en sus planes de salud para empleados, una medida que recibió un fuerte rechazo de los católicos.
La Casa Blanca propuso una enmienda, permitiendo a las instituciones católicas evitar la medida. Obama, quien no es católico, no muestra alguna preferencia particular por un papa, según la entrevista.
“Mi esperanza está basada en lo que sé acerca de la Iglesia católica —y el magnífico trabajo que han hecho alrededor del mundo y ciertamente en este país, ayudando a aquellos que son menos afortunados— es que tienes un papa que sostenga y mantenga lo que yo considero el mensaje central del Evangelio. Tratamos a todos como hijos de Dios. Los amamos en la forma en que Jesucristo nos enseñó a amarlos”.