(CNN) — Legisladores del Congreso de Estados Unidos lograron poner fin a sus diferencias y aprobaron el presupuesto del país para 2013, lo que termina con el riesgo paralización del gobierno que se avecinaba para el 27 de marzo.
Miembros de la Cámara de Representantes decidieron por 319 votos a favor y 109 en contra enviar al presidente Barack Obama el nuevo presupuesto que llevará a cabo el gobierno estadounidense hasta el fin del año fiscal en septiembre, mientras que enfrenta el recorte de 85.000 millones de dólares al presupuesto público provocado por el desacuerdo entre demócratas y republicanos.
Las dos Cámaras del Congreso estarán descansarán durante dos semanas debido a la semana de Pascua. Sin embargo, aún se esperan más enfrentamientos en esta batalla de los presupuestos, ya que la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, también aprobó un presupuesto para el año fiscal 2014 que no fue bien recibido en el Senado, controlado por los demócratas.
El plan republicano, creado por el excandidato a vicepresidente, el republicano Paul Ryan, recorta impuestos y busca balancear el presupuesto de la nación con recortes al Obamacare y haciendo cambios en Medicare. Ningún demócrata de la Cámara de Representantes votó a favor de él.
El Senado votó el jueves el presupuesto de Ryan en lo que pareció ser una muestra de que no pasará, con 59 senadores votando en contra y 40 votando a favor.
El Senado por su parte continuó el jueves con su plan para el año fiscal 2014 que busca reducir el déficit aumentando los impuestos a los millonarios estadounidenses, así como a las grandes corporaciones, en casi 975.000 millones de dólares la siguiente década.
Mientras, los legisladores demócratas insisten en que no permitirán que se aumenten los impuestos.
El 1 de marzo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó la orden que avala los recortes por 85.000 millones de dólares al presupuesto federal del país y que entraron en vigor después de que demócratas y republicanos no lograran un acuerdo.
Obama y los líderes republicanos se culparon los unos a los otros por los recortes que afectarán a todas las carteras, desde Defensa hasta Educación, y que entraron en vigor pese a semanas de eventos públicos de Obama con el objetivo de informar a la opinión pública sobre los recortes, Obama señaló que la “intransigencia” de los republicanos no permitió llegar a un acuerdo para prevenir el daño que causarán.
“Saldremos de esto”, dijo el mandatario a los periodistas, “no será un apocalipsis como algunos han dicho”.
Como una señal del posible impacto, el Departamento de Justicia envió misivas a sus empleados en febrero advirtiéndoles que podrían verse forzados a ser suspendidos algunos días sin pago, en los siguientes meses.
Suspensiones similares están previstas en otras agencias y los líderes militares han advertido que causarán daños en la respuesta de las fuerzas armadas estadounidenses.
Los republicanos en el Senado bloquearon la propuesta de los demócratas que incluía reemplazar el paquete de recortes por un plan de 110.000 millones de dólares con nuevos impuestos para millonarios, recorte de subsidios y en Defensa.