(CNN) — Corea del Norte informó este lunes que retirará a todos sus trabajadores y suspenderá las actividades de un complejo industrial fronterizo que opera junto con Corea del Sur, la última señal del deterioro de las relaciones en la península.
Corea del Norte informó que considera cerrar permanentemente el complejo industrial de Kaesong, una zona de manufactura que es el último símbolo mayor de cooperación entre los dos países.
En un comunicado transmitido por la agencia estatal norcoreana, Kim Yang Gon, secretario del comité central del Partido de los Trabajadores de Corea, acusó a Seúl de buscar “convertir la zona en un foco de guerra” contra el norte.
Pyongyang ya había prohibido que trabajadores surcoreanos y gerentes entraran al complejo, que se encuentra del lado norte de la frontera. También había amenazado con cerrar el complejo completamente en medio de las recientes tensiones con Seúl y Washington.
El Ministerio de Unificación de Corea del Sur no confirmó si Corea del Norte comenzó a evacuar a sus más de 50.000 trabajadores de Kaeong.
Si Pyongyang cumple con su promesa, sería costoso financieramente, debido a que el complejo de Kaesong es una fuente importante de moneda extranjera para el régimen de Kim Jong Un.
La prohibición de que entraran nuevos trabajadores y camiones ya estaba causando problemas de personal y de suministros para las compañías surcoreanas que operan en ese lugar, lo que causó que más de 10 de ellas dejaran de operar.
Corea del Norte ha emitido un catálogo de amenazas contra Corea del Sur y contra Estados Unidos en las semanas pasadas, aumentando la retórica luego de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas impuso fuertes sanciones contra el país tras su última prueba nuclear, que ocurrió en febrero pasado.
Las advertencias
Seúl informó este domingo que cree que Pyongyang podría realizar una prueba con misil esta semana, luego de que movió los componentes necesarios a una zona costera.
Este lunes, el ministro de Unificación de Corea del Sur, Ryoo Kihl-jae, causó preocupación luego de que afirmó que Corea del Norte podría estar preparando un nuevo ensayo nuclear.
Su oficina luego clarificó que lo que quería dar a entender es que Corea del Norte ha estado “preparando continuamente” otra prueba nuclear desde febrero, pero que no existen señales de que una prueba más esté a punto de ocurrir.
Analistas afirmaron cuando ocurrió la prueba de febrero que Corea del Norte podría realizar otra detonación en un intento por mejorar su programa nuclear, que afirma, es un poder disuasivo que lo protege de Estados Unidos.
En una señal de la delicada situación en la región, el general James Thurman, el más alto comandante en Corea del Sur, canceló un viaje a Washington esta semana, “como medida prudente”, informó este domingo un vocero militar estadounidense.
Thurman iba a testificar por separado ante los comités de Servicios Armados del Senado y de la Cámara de Representantes.