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Por Jaime Suchlicki, especial para CNN

Nota del editor: Jaime Suchlicki ocupa la Cátedra Emilio Bacardí Moreau, es editor del Cuban Affairs Journal, y dirige el Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami. Fue Director Ejecutivo del Centro Norte-Sur y editor del Journal of Interamerican Studies and World Affairs. Autor de “Cuba: From Columbus to Castro (2002)”, y editor junto con Irving L. Horowitz de “Cuban Communism” (2001). También es autor de “México: From Montezuma to the Raise of the PAN” (2002), y de “Breve Historia de Cuba”.

La reciente visita de Beyoncé y su esposo Jay-Z a La Habana ha generado una nueva discusión sobre si el turismo puede influenciar a una sociedad como la de Cuba.

Por varias décadas, cientos de miles de turistas canadienses, europeos y latinoamericanos han visitado la isla. Sin embargo, esto no ha hecho que Cuba se convierta en una nación más democrática. Por el contrario, Cuba es aún más totalitaria, ya que los ingresos que recibe del turismo han fortalecido el estado y su mecanismo de control.

La idea de que el turismo o el comercio van a ocasionar cambios económicos y políticos no está basada en estudios serios. En Europa del Este, el comunismo se derrumbó una década después de que el turismo floreciera. Ningún estudio sobre Europa del Este o la Unión Soviética asevera que el turismo, el comercio o las inversiones hayan sido factores en el derrumbamiento del comunismo.

Un sistema económico desastroso, la competencia con los países occidentales, la falta de legitimidad en los cambios sucesivos de liderazgo, los sentimientos anti-soviéticos en Europa del Este y el fracaso de la intervención soviética en Afganistán fueron algunas de las razones del cambio.

¿Por qué pensar que los turistas norteamericanos van a tener un impacto diferente en Cuba? Lo sorprendente es que muchos norteamericanos ven a Cuba y a su régimen con un lente benévolo. A pesar de la continua represión y violación de derechos humanos en la isla, los norteamericanos miran a Cuba como un paraíso prohibido y cercano.

Durante el siglo XX, muy pocos americanos fueron a la Alemania nazi de vacaciones. Más recientemente, muy pocos abogan por ir a Corea del Norte o Irán a pasar unas vacaciones. Cuba tiene un régimen tan represivo como el de Irán o el de Corea del Norte.

Si la idea es que turistas pueden democratizar un país, organizaremos viajes turísticos a Corea del Norte e Irán. Posiblemente Beyoncé y su esposo puedan encontrar también en estos países actividades
culturales interesantes.

(Las opiniones expresadas en este artículo corresponden exclusivamente a Jaime Suchlicki)