Por Nikki Bayley

(CNN) — “Despertar solo en un lugar extraño es una de las sensaciones más placenteras en el mundo”.

Eso escribió la autora Freya Stark en su libro Baghdad Sketches, de 1932, y ha sido mi mantra para viajar sola por 30 países durante 21 años.

Hice mi primer viaje sola a Grecia cuando tenía 22 años. Recuerdo que caminaba por la playa, escuchando Nevermind de Nirvana en mis audífonos y pensaba: “nadie sabe dónde diablos estoy”. Desde entonces he estado cazando esa eufórica sensación.

Sin embargo, mucha gente que podría viajar sola nunca lo hace. Temen sentirse solos o aburridos. Además les preocupa el peligro.

Pero superar estos temores significa perderse en una de las experiencias de viaje más adictivas que existen. Aquí siete consejos para una aventura en solitario:

1. Goza tu propia compañía

“Pero estaré solo”, es tal vez una de las quejas más comunes de la gente que nunca ha viajado sola.

“No, no lo estarás”, escribe Andrew O’Hagan en un blog del New York Times.

“Mis viajes solitarios en París han traído muchas horas a solas pero ni un solo momento de soledad”, escribe. “La gente que depende de otra gente a menudo se oculta de ella misma”.

Viajar solo te enfrenta contigo mismo, con tus debilidades y fortalezas. Pero esa confrontación es inevitable en la vida, así que no la aplaces. Incluso podrías amar lo que encuentras.

2. Disfruta de tu egoísmo

Que no haya nadie más que tú decidiendo qué hacer cada día es un lujo raro.

Imagina, nadie que critique si entras a ver esa película, nadie que se burle si vas a ese museo, nadie que te presione si no quieres tomar untour.

“No tienes que considerar los sentimientos de nadie más y eso es a veces la razón más alentadora para viajar solo”, afirma Katka Lapelosa en el sitio de viaje Matador Network.

3. Deshazte de esa expresión

Nada dice “no tengo idea” tanto como estar de pie en una intersección con un mapa enorme y una expresión de terror. La clave para viajar solo es lucir confiado, incluso si no lo estás.

El Cuerpo de Paz de Estados Unidos tiene este consejo para viajeros: “Camina con confianza… y usa lentes de Sol si necesitas caminar con la cabeza en alto”.

En concreto, al viajar solo siempre hay que entrar a una tienda o a un lugar cerrado para consultar un mapa.

4. Sé realista sobre los riesgos

Si temes que viajar solo sea más riesgoso, recuerda que puedes (ojalá no) ser igualmente víctima de robo o asaltado al ir solo a casa en tu propia ciudad.

Los lugares extranjeros no necesariamente son más peligrosos. Las estadísticas muestran que incidentes serios rara vez afectan a los viajeros.

Las estadísticas o incidentes que afectan a los viajeros en lo individual son difíciles de encontrar, pero según el Departamento de Relaciones Exteriores de Canadá, por cada millón de sus ciudadanos en el extranjero, cinco son asaltados o robados.

5. Invítate a cenar

La idea de cenar solo aterroriza a algunas personas, pero entregarse a ese temor y confiar solo en la comida rápida durante un viaje es un crimen contra la cocina.

“No me había dado cuenta de la profundidad de los sabores que podía experimentar (sin) nada en qué ocupar mi mente más allá del plato que tenía frente a mí”, afirma el escritor de comida del New York Times, Mark Bittman.

También es algo bueno para hacer nuevos amigos, incluso si no lo intentas.

“Lo interesante es que casi siempre terminas hablando con la persona de al lado, así que cenar solo puede ser, irónicamente, una experiencia social”, dice el especialista en restaurantes de Londres, Russell Norman.

6. Evita las redes sociales

Extrañar a la gente no es tan malo. Es un sentimiento agridulce que incluso te podría enseñar a apreciar.

El placer eventual de reunirse con amigos y familiares después de un tiempo lejos es lo mejor de abstenerse un poco de hacer contacto por internet. Así que raciona tus mensajes, correos y llamadas, y pon atención a lo que sucede a tu alrededor.

Mientras menos historias escribas en tu blog durante el camino, más frescas estarán cuando llegues a casa.

7. Cómo ahorrar dinero (no lo harás)

Si viajas solo no puedes compartir el precio de una recámara o una comida, ni ahorrar en tarifas de acompañante.

En otras palabras: acepta que pagarás más pero evitarás momentos desagradables con otras personas… después de todo, ¿a quién no le caes bien?