Por Catherine E. Shoichet y Evan Perez, CNN

(CNN) — Una torre de departamentos de bajo costo no es el lugar donde uno esperaría encontrar al narcotraficante más buscado del mundo. Pero ahí, dijeron las autoridades, fue donde capturaron a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán este fin de semana.

Su apodo, que significa ‘bajito’, pone en contraste su altura con el mito que Guzmán logró hacerse en los últimos años por su habilidad para eludir su arresto mediante el uso de sobornos, casas de seguridad y un ejército de ayudantes de su cártel.

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La operación de este sábado en Mazatlán, una ciudad turística del Pacífico mexicano, marcó un giro dramático en un caso que ha cautivado al país y a los investigadores frustrados de ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos.

Las autoridades habían estado cerca del célebre líder del Cartel de Sinaloa meses antes de que los marinos mexicanos lo hallaran, dijo a reporteros el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam.

Operaciones policiales anteriores arrojaron un tesoro de inteligencia, incluido el teléfono celular y otros datos, dijo un funcionario de Estados Unidos. Eso ayudó a las autoridades mexicanas y a los agentes de la agencia antidrogas estadounidense (DEA) a ganar confianza en las últimas semanas de que podían arrestar a Guzmán.

Un descubrimiento clave a principios de este mes marcó un punto de inflexión en la investigación: siete casas en la ciudad de Culiacán, capital de Sinaloa, conectadas por túneles secretos que también llegaban al sistema de alcantarillado.

Los investigadores casi lo atraparon esa vez, dijo Murillo, pero las puertas de acero reforzado dificultaron su ingreso rápido.

“Eso hizo que los minutos que nos tardamos en abrirlas sirvieran para el escape por los túneles”, dijo Murillo. “Sin embargo, la investigación eran tan plena y tan llena que continuamos”.

Antes de la captura de Guzmán, las fuerzas federales mexicanas realizaron varios arrestos significativos de otros miembros del cártel de Sinaloa, entre ellos dos personas que las autoridades dijeron que eran sospechosos de proporcionar seguridad a los principales líderes.

Tres razones por las cuales el arresto de “El Chapo” Guzmán importa

Informantes y escuchas telefónicas

Entre los mayores avances estuvo uno en noviembre, cuando autoridades estadounidenses atraparon a Serafín Zambada Ortiz, en el cruce de la frontera en Nogales, Arizona. Él es hijo del socio más cercano de Guzmán, Ismael El Mayo Zambada, quien posiblemente quede al frente del cártel de Sinaloa.

Las detenciones aumentaron en los últimos meses y cada detenido proporcionó números de celulares que llevaron a un tesoro de nuevos datos que ayudaron a crear un mapa de los socios con más contacto con Guzmán, dijeron funcionarios estadounidenses familiarizados con la búsqueda.

El 17 de febrero, las autoridades mexicanas detuvieron a Mario Hidalgo Argüello, un mensajero que confesó durante el interrogatorio, dijeron funcionarios. Les habló a los interrogadores sobre una serie de casas de seguridad que tenían puertas de acero reforzado y rutas de evacuación que llevaban a los túneles.

Cuando las autoridades allanaron una de ellas la semana pasada, resultó ser la residencia principal de Guzmán en Culiacán. El tiempo que les tomó a los marinos mexicanos abrirla fue suficiente para permitirle escapar a través de una escotilla escondida debajo de una tina de baño, dijeron los funcionarios.

Agentes de la DEA, del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos, aportaron información de inteligencia obtenida de escuchas telefónicas e informantes de las autoridades mexicanas durante años.

Cada teléfono celular dio lugar a decenas de personas durante mucho tiempo. “Se pasó de un teléfono a otro, simplemente haciendo cumplir la ley básica”, dijo uno de los funcionarios de EU.

Al final, los investigadores se centraron en cinco intervenciones telefónicas, cuatro operadas por la DEA y una por el ICE, las cuales arrojaron valiosa información de inteligencia, dijeron los funcionarios.

A medida que la cacería se intensificó, Guzmán y sus lugartenientes dejaron de usar ciertos teléfonos, aparentemente conscientes de la vigilancia. En los últimos días, la intervención telefónica del ICE era la única que seguía produciendo actividad, dijeron los funcionarios.

Junto a Guzmán fue arrestado Carlos Manuel Hoo Ramírez, quien según las autoridades estadounidenses servía como conducto de comunicación de el Chapo. Llevaba varios teléfonos que eran cruciales para encontrar al narcotraficante, dijeron los funcionarios.

Guzmán fue trasladado a la prisión federal de máxima seguridad de El Altiplano, en el Estado de México, donde enfrenta al menos ocho órdenes de aprehensión, incluida una orden de recaptura luego de que se fugó en enero de 2001 de la prisión federal de Puente Grande, Jalisco.

Un vocero del fiscal federal del distrito este de Nueva York dijo a CNN este domingo que Estados Unidos buscará la extradición de Guzmán Loera, pero aún no se ha determinado qué corte lo juzgaría debido a que existen acusaciones en su contra en California, Nuevo México, Texas e Illinois.

Las autoridades mexicanas no se han pronunciado sobre si permitirán que Guzmán Loera primero cumpla su condena en México y luego sea extraditado a Estados Unidos, pero existe el antecedente de otros capos que fueron extraditados cuando aún tenían tiempo de sentencia por cumplir el México, algo permitido en los acuerdos de extradición.