Por David Goldman, CNNMoney
(CNNMoney) – Facebook y Google están atrapados en una batalla multimillonaria por determinar el futuro, en la que hay mucho interés.
Ambas compañías están invirtiendo desenfrenadamente en tecnologías emergentes. Sus objetivos: cuando sus negocios actuales se desbaraten —y así será— tendrán un plan de apoyo.
“Si bien a Facebook le va bien por ahora, se sabe que su principal negocio podría degradarse, tal como ocurrió con MySpace”, dijo Carl Howe, analista de Yankee Group.
Es por eso que Facebook ha invertido miles de millones de dólares en una red para compartir fotos, en un software de reconocimiento facial, una aplicación de chat y ahora, en la compañía de realidad virtual, Oculus. Google, a su vez, ha invertido miles de millones en autos autónomos, gadgets portátiles, robots militares y —más recientemente a través de su compra de Nest— en dispositivos para el hogar conectado como detectores de humo y termostatos.
Parece que Facebook y Google ahora son combatientes en la versión de Silicon Valley de una carrera armamentista de la Guerra Fria.
“Facebook y Google son titanes de la alta tecnología que están envueltos en un ‘Monopoly’ de la vida real para adquirir propiedades tecnológicas selectas en un intento por mantener y expandir su dominio entre sí, así como sobre diversos rivales”, dijo Laura DiDio principal analista en la consultoría ITIC.
Estas son apuestas a largo plazo. En todos sus intentos por diversificarse, ninguna de las compras de empresas les ha ayudado a expandirse más allá de sus principales modelos de negocio aún. Google y Facebook generaron más o menos el 90% de sus ingresos por publicidad el año pasado.
Al comprar Oculus, Facebook está apostando a que la próxima ola tecnológica podría ser dominada por los dispositivos portátiles. Google está haciendo una apuesta similar con Glass y su plataforma de relojes inteligentes Android Wear.
La gran pregunta es si Facebook adquirió la compañía de portátiles correcta.
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El martes, Mark Zuckerber dijo en una conferencia telefónica con analistas que cree que la realidad virtual podría llegar a ser la plataforma de comunicaciones del futuro.
Pero Oculus no es como la mayoría de los dispositivos portátiles; está aislado del resto del mundo, asumiendo el control de la mayoría de tus sentidos, incluyendo todo tu campo de visión. Eso es sensacional para los juegos, pero no seremos capaces de caminar por la calle con estas cosas como lo hacemos hoy con los teléfonos inteligentes e incluso podríamos hacerlo algún día con los relojes inteligentes y Google Glass.
“Oculus tiene muchas aplicaciones geniales y de inmersión”, dijo Ron Gruia, consultor principal en Frost & Sullivan. “Al mismo tiempo, Oculus es muy cerrado, lo que limita su utilidad”.
Incluso si no tiene éxito, la apuesta parece valer la pena para Facebook. La compañía gastó 2.000 millones de dólares en Oculus, pero solo pagó 400 millones de dólares en efectivo; se trata de una pequeña cantidad para una compañía que tiene 11.500 millones de dólares en sus arcas corporativas.
Pero en la emergente Guerra Fría entre Facebook y Google, la red social no puede tomar tantos riesgos. Google tiene 59.000 millones de dólares en efectivo y puede perder una apuesta de vez en cuando, como lo hizo con Motorola Mobility. (Google compró Motorola por 12.500 millones de dólares en 2011, pero posteriormente se despojó de la mayoría de los activos, incluyendo la reciente venta del negocio de teléfonos inteligentes de Motorola a Lenovo por más o menos 3.000 millones de dólares).
La misión de Google de catalogar información es además más amplia que la meta de “conectar a la gente” de Facebook. Así que, mientras Facebook puede hacer alocadas apuestas como lo es Oculus, tiene menos margen de maniobra que Google en garantizar el pago de sus deudas. El miércoles, los inversores también mostraron su desaprobación. Las acciones de Facebook cayeron en más de un 3%.
Pero hay que darle crédito a ambas compañías por saber que no pueden dormirse en sus laureles. El director ejecutivo de Google, Larry Page, y Zuckerberg, de Facebook, parecen admitir que no es fácil estar en la cima del mundo tecnológico por siempre.
Numerosas firmas que una vez fueron titanes de la industria cayeron a la Tierra después de fracasar en adaptarse a la nueva ola tecnológica. De hecho, ambas compañías literalmente tienen sus oficinas centrales en el cementerio de quienes una vez fueron un encanto tecnológico.
Las oficinas de Facebook en Merlo Park están en la antigua casa de Sun Microsystems, que Oracle adquirió en 2010. Y Google vive en las oficinas centrales que eran parte de Silicon Graphics Inc, la que una vez fue una grandiosa empresa de computadoras y se declaró en quiebra en 2009.