CNNE 158616 - 140507121544-boko-haram-abubakar-shekau-story-top

Por Faith Karimi, CNN

(CNN) — Cada día que pasa, la espera por las niñas nigerianas secuestradas se hace más agónica.

Boko Haram tomó a las casi 300 estudiantes y desaparecieron en un denso bosque en abril. El secuestro desencadenó un movimiento mundial de multitudes que salen a las calles para exigir que las rescaten.

Las autoridades señalan aún que hay 276 niñas desaparecidas. Estas son las razones por las que su rescate es una labor arriesgada y compleja.

Han pasado más de tres semanas

El tiempo corre, por lo que las niñas podrían estar alejándose.

Los rebeldes sacaron a las niñas de sus camas en una escuela en Chibok, en el norte de Nigeria, el 14 de abril. Unas cuantas huyeron y relataron cómo escaparon de un bosque cercano que colinda con Camerún. Los familiares peinaron el bosque en motocicletas por varios días en busca de las niñas perdidas. En ese momento, los habitantes dijeron que no había señales de que los soldados estuvieran explorando la zona a la que se considera el escondite de los rebeldes.

El bosque colinda con Camerún

Los habitantes dicen que han escuchado reportes sobre unas caravanas de autos llenos con niñas que se dirigían al vecino Camerún. Las fronteras entre ambos países son permeables y no se requiere mucho esfuerzo para pasar. En algunos casos, con un simple soborno te permiten entrar en un país vecino como Chad o Níger.

La ubicación y la cantidad de rehenes es un factor a considerar

Secuestraron a las niñas en una zona en la que el gobierno no tiene un control firme. La escuela está a unos 130 kilómetros al oeste de Miduguri y a unos 960 kilómetros de la capital, Abuja. La gran cantidad de rehenes implica que los ataques aéreos no son opción porque pueden matar a las cautivas.

Un ataque por tierra tampoco es una gran opción si el terreno es desconocido y te enfrentas a combatientes atrincherados y bien armados.

Las fuerzas armadas de Nigeria no son las más confiables

A unas horas de que las niñas desaparecieran, las fuerzas armadas de Nigeria recibieron críticas por la forma en la que manejaron el secuestro. Señalaron que habían rescatado a todas las niñas excepto a ocho, afirmación de la que se retractaron más tarde, cuando los padres dijeron que la mayoría seguía desaparecida.

En los ataques subsiguientes se ha demostrado que las fuerzas de seguridad no son capaces de proteger a los civiles, lo que provocará que muchas personas lo piensen dos veces antes de ofrecer información de inteligencia.

Están mal equipados

Los muchos ataques de los últimos años han dejado en claro que Nigeria no tiene los programas más sofisticados para combatir el terrorismo. Además, carece de un servicio de recopilación de inteligencia, elemento crucial en la búsqueda de las niñas desaparecidas. Esto ha provocado que Estados Unidos, Gran Bretaña, China y muchos otros países intervengan para llenar el vacío. Estados Unidos ofreció crear una “célula de coordinación” para brindar información de inteligencia, investigaciones y compartir su experiencia en negociación de secuestros, señaló el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Boko Haram decapita a los negociadores

Aunque las negociaciones podrían ser la opción en algunas crisis con rehenes, este tal vez no sea el caso.

Los grupos de defensa de derechos acusaron a Nigeria de recurrir a tácticas extremas como cateos ilegales, tortura y ejecuciones extrajudiciales para combatir a los rebeldes.

Como resultado, la confianza entre ambas partes se vio afectada, lo que provocó que el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, dijera que “no negociará una tregua con infieles”, según señalaron los legisladores estadounidenses en 2013.

Los miembros de Boko Haram que traten de negociar con el gobierno terminan decapitados.

“Los reportes de decapitaciones parecen ir a la alza cuando se habla de negociación. Es posible que muchas de estas decapitaciones, cuya frecuencia aumentó desde principios de 2012, sean purgas de los miembros moderados que se quejaron o intentaron negociar”, apuntaron los legisladores estadounidenses.

Si hay negociaciones en curso, hasta ahora no han arrojado resultados.

Sus miembros siempre están trasladándose

Los rebeldes no se quedan quietos mucho tiempo, por lo que son aún más escurridizos. Los miembros saltan de un sitio a otro para evitar las campañas cada vez más agresivas del gobierno. Abandonan a sus esposas cuando huyen hacia sus escondites en el bosque y obligan a las niñas y mujeres secuestradas a hacer quehaceres y brindar servicios sexuales.

Shekau es un monstruo frío y despiadado

El líder de Boko Haram se atribuyó el secuestro de Chibok esta semana. “Yo secuestré a sus niñas”, presumió con una sonrisa escalofriante. “Hay un mercado para vender humanos. Alá dice que debería vender. Me ordena que venda”.

Shekau opera en las sombras y deja que sus secuaces ejecuten sus órdenes repugnantes. Y han estado activos. Unos días después de que surgiera el video, se dieron a conocer los detalles del secuestro de ocho niñas más de entre 12 y 15 años que ocurrió el domingo por la noche en el noreste del país, además de un horrible ataque contra una aldea en la que murieron al menos 150 personas.

Poner precio a su cabeza tal vez no sirva de mucho

Shekau ha estado en la mira de Estados Unidos desde que asumió el control hace cinco años. Estados Unidos ofreció una recompensa de hasta siete millones de dólares (91 millones de pesos) a cambio de información que ayude a dar con su paradero. Sin embargo, eso tal vez no arroje resultados inmediatos.

“La cabeza del caudillo africano, Joseph Kony, ha tenido precio desde hace años. La recompensa de 25 millones de dólares (325 millones de pesos) por Osama bin Laden no fue la causa por lo que lo entregaran. Quién sabe si esto sea igual”, dijo Christiane Amanpour, jefa de corresponsales internacionales de CNN.