Por Ed Payne y Nick Paton Walsh, CNN
(CNN) — El multimillonario Petro Poroshenko va a la cabeza de la elección con el 54% de los votos que se han contado en los comicios presidenciales de Ucrania, según reportó la Comisión Central Electoral de Ucrania este lunes.
Poroshenko es un magnate de la industria dulcera y lo conocen como El rey del chocolate; también es un político experimentado y es famoso por sus posturas pro-Unión Europea.
Durante una conferencia de prensa en Kiev, reiteró que su prioridad sería la integración con Europa. Agregó que el presidente y toda Ucrania habían cambiado en las elecciones del domingo.
Dijo que Rusia tiene que participar en el proceso de pacificación del este de Ucrania.
Poroshenko declaró la victoria un día antes, ya que las encuestas de salida indicaron que había asegurado la mayoría de los votos.
Su principal contendiente, Yulia Tymoshenko, ex primera ministra de Ucrania y líder del partido Batkivshchyna, concedió el triunfo luego de que las encuestas de salida demostraran que obtendría el 13% de los votos, cifra que coincidió con el conteo preliminar oficial del lunes.
Los electores eligieron un sucesor del derrocado presidente pro-Rusia, Víktor Yanukovyvch, en un país dividido por la toma rusa de la península ucraniana de Crimea y de un sangriento conflicto en el que participan facciones pro-Rusia.
La inestabilidad se ha concentrado en las regiones de Donetsk y Luhansk, en donde los separatistas proclamaron la independencia luego de celebrar un discutido referéndum a principios de mayo; muchos de ellos no asistieron a votar el domingo.
Los reportes procedentes de la región indican que probablemente el 75% de las casillas estaban cerradas, según las autoridades regionales.
Además se reportaron más hechos violentos a lo largo de la noche; las autoridades suspendieron los vuelos en el aeropuerto de Donetsk luego de que unos pistoleros separatistas tomaran por asalto la terminal, señaló el lunes el portavoz del aeropuerto, Dimitri Kosinov.
Mientras los milicianos armados tomaron posiciones dentro de la terminal, las fuerzas gubernamentales ucranianas mantuvieron sus puestos alrededor del aeropuerto.
Intimidación en el este de Ucrania
La intensificación de la violencia provocó que las autoridades en Kiev acusaran a Rusia de respaldar a los separatistas armados y de intentar perturbar las elecciones. Rusia niega haber tenido influencia directa sobre los rebeldes; el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo que respetará la decisión que los ucranianos tomen en las elecciones.
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, reiteró esa postura el lunes durante una conferencia de prensa en Moscú. No obstante, Lavrov agregó que Rusia espera que el nuevo presidente termine con todas las “actividades extremistas” en el este de Ucrania y ponga fin a los operativos antiterrorismo en las regiones orientales.
En medio de las intensas tensiones parecía que los casos de intimidación se habían generalizado en el este de Ucrania.
El domingo se celebró un mitin separatista en la plaza del centro de la ciudad de Donetsk. A los manifestantes, que coreaban consignas pro-Rusia mientras escuchaban los discursos de los líderes separatistas, se unieron una cantidad considerable de militantes que iban a bordo de camiones; algunos dispararon al aire.
Los habitantes de la ciudad de Mariupol, en el sureste de Ucrania, encontraron el domingo nuevos anuncios en las calles en los que se los urgía a votar. Los anuncios no estaban allí la noche anterior, de acuerdo con los habitantes.
En Mariupol la gente hablaba en los medios sociales de que los simpatizantes de Rusia de la zona les habían pedido boicotear las elecciones. La ciudad es una de las muchas en las que estallaron enfrentamientos mortíferos en las últimas semanas.
Vyacheslav Ponomaryov, el autoproclamado alcalde del bastión rebelde Sloviansk, dijo que arrestaría a cualquier persona que intentara votar.
Un periodista italiano murió el sábado cerca de la conflictiva ciudad, según anunció la cancillería italiana el domingo. Andrea Rocchelli murió junto con un ciudadano ruso, según la cancillería. Los reportes indicaban que se habían disparado morteros en la zona de Sloviansk.
Observadores internacionales
Además de la carrera presidencial, también se celebraron elecciones municipales en algunas ciudades. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) desplegó 900 observadores para las elecciones, la misión más grande de su historia.
Durante una conferencia de prensa que se celebró el lunes, el presidente parlamentario de la OSCE señaló que las elecciones habían sido justas y representaron la voluntad del pueblo ucraniano a pesar de los grandes problemas que prevalecen en las dos provincias orientales. Dijo que las elecciones habían dejado ver a los rebeldes pro-Rusia que “no pueden ganar si rompen las reglas”.
Oleksandr Turchynov, presidente interino de Ucrania, dijo que las elecciones habían sido abiertas y transparentes.
“La votación fue libre, sin restricciones artificiales ni presiones administrativas”, dijo Turchynov a través de un comunicado.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, felicitó a los ucranianos por haber votado el domingo y criticó a los separatistas que cuentan con el respaldo de Rusia, a quienes acusó de tratar de obstaculizar las elecciones.
“A pesar de las provocaciones y la violencia, millones de ucranianos acudieron a las casillas en todo el país; incluso en las partes del este de Ucrania en las que los grupos separatistas pretendieron privar del derecho al voto a regiones enteras, algunos ucranianos valerosos pudieron emitir su voto”, señaló en un comunicado.
“Alabamos la determinación de todos los que participaron, así como los esfuerzos del gobierno ucraniano por celebrar estas elecciones ante esas amenazas”.
Sin embargo, Lavrov (el canciller ruso) mostró un panorama diferente el lunes al decir que no todos los candidatos tuvieron igualdad de oportunidades para presentarse ante el país y hacer una campaña adecuada. Dijo que muchos recibieron amenazas de muerte y que atacaron a otros.
Nick Paton Walsh reportó desde Donetsk y Ed Payne escribió y reportó desde Atlanta. Laura Smith-Spark y Jethro Mullen, de CNN; la periodista Lena Kashkarova, y la traductora Tatyana Drotenko contribuyeron con este reportaje.