Por Katie Pisa
(CNN) — Imagina tomar un vuelo tranquilo, planear sin hacer mucho ruido y sin usar combustible, aterrizar fácilmente en el aeropuerto sin dejar rastro de emisiones.
¿Parece un sueño? Lo es. Pero un sueño que podemos imaginar en el futuro no muy lejano.
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E-Fan, una creación de la compañía matriz Airbus Group, es un prototipo del planeador eléctrico híbrido que inicialmente será utilizado para capacitar a pilotos para obtener su licencia en una escuela de Burdeos, Francia, en el 2017.
Debutó con su primer vuelo de prueba pública en abril del 2014 y el avión eléctrico de dos plazas es propulsado por dos baterías, produciendo 60 kilovatios de potencia, lo que permitirá operar durante media hora.
El E-Fan ha sido un constante viaje de evolución, dice el director técnico Jean Botti. “Esta es una curva de aprendizaje para llegar a los grandes en el futuro”.
Comenzó hace cinco años, cuando Airbus Group experimentó con el Cri-Cri, un avión pequeño basado en el Cri-Cri de la década de 1970, uno de los aviones bimotor más pequeños de la historia.
Además de los beneficios de la reducción del ruido y emisiones, la reducción del costo en la formación de los pilotos con el E-Fan es increíble, dice Botti. Cuesta alrededor de dos centavos de dólar por hora volar el avión eléctrico, una cantidad que es de 20 a 50 veces más barato que los costos normales de combustible de los aviones de la actualidad, dice.
Al final, estos ahorros pasarán a los clientes, explicó Botti, conforme el entrenamiento de vuelo con motor eléctrico se vuelva una realidad.
¿Qué va a pasar con lo eléctrico?
Finalmente, la empresa tiene previsto construir aviones para vuelos regionales, con capacidad para 90 personas, que vuelen durante tres horas, aunque esto sigue siendo para dentro de 15-20 años, dice Botti.
“No estamos hablando de reemplazar el A380”, dice. Pero los objetivos a más corto plazo también incluyen helicópteros con tecnología eléctrica híbrida.
Para Airbus Group, la mayor parte de la inversión está siendo movilizada por “Flightpath 2050” de la Comisión Europea, el cual tiene como objetivo reducir las emisiones de CO2 de las aeronaves en un 75% y que los niveles de ruido se reduzcan en un 65% de sus niveles del 2000.
El objetivo es hacer de decenas a cientos de estos aviones y Airbus Group dice que va a ser diseñado por escuelas con programas de aprendizaje, con el fin de ayudar a formar a los nuevos ingenieros del mañana.
El mayor desafío para el E-Fan es desarrollar un nuevo almacenamiento de energía. “No podemos darnos el lujo de quedarnos con el estado de las baterías de hoy en día. Tenemos que llegar mucho más allá en términos de eficiencia”, dice Botti, agregando que el nuevo centro de investigación de la compañía en Munich, Alemania, tendrá la capacidad de hacer precisamente eso.
Despegan los aviones alternativos
No solo se trata de Airbus en busca de un avión alternativo para ayudar a ahorrar energía, reducir el consumo de combustible y reducir el ruido.
Existen muchas otras alternativas de aviones que están en desarrollo que tienen su propio éxito. Recientemente, el Solar Impulse 2, un avión totalmente de energía solar, fue dado a conocer por un dúo suizo que intentará volar el próximo año sin parar durante 120 horas sin ningún tipo de combustible.
Hecho de fibra de carbono, su predecesor, el Solar Impulse, rompió el récord de aviación, ya que logró el primer vuelo nocturno con energía solar, con una duración de 26 horas en el 2010.
Otra creación es el Antares 23E de diseño holandés y fabricación alemana, un avión eléctrico con alas de 23 metros que puede volar a 60 kilómetros (37 millas). El Antares 23E puede elevarse a 3.500 metros con una sola carga de batería.