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Por Kristie Lu Stout

Beijing (CNN) — En este estrecho callejón de Beijing, la bandera del arco iris ondea con libertad.

Estoy en Two Cities Cafe, un popular lugar de encuentro para la comunidad gay local. Aquí me reúno con algunos de los defensores líderes de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) del país, con el fin de conocer sobre la identidad gay en China.

En las últimas dos décadas, la comunidad LGBT de China ha logrado grandes avances en cuanto a la aceptación social.

La homosexualidad fue despenalizada en 1997 y unos años después fue retirada de una lista oficial de enfermedades mentales.

Pero, a diferencia de sus contrapartes en el Occidente, la comunidad LGBT de China no tiene que enfrentarse a la estridente oposición política o al escándalo religioso de derecha.

Para ellos, la mayor fuente de presión se deriva de la familia, provocada en parte por la política de China en cuanto a tener un solo hijo.

“Solo tienes un hijo por lo que deseas que tu hijo sea tan ‘normal’ como los demás”, dice Xiaogang Wei, Director Ejecutivo del Beijing Gender Health Education Institute.

“También existe la presión de continuar la línea familiar”, añade Chung To, fundador de la Fundación Chi Heng.

¿Matrimonios falsos?

Muchos gays y lesbianas de China responden ante la presión familiar con “matrimonios de cooperación”; los hombres gays y mujeres lesbianas se casan por conveniencia social y económica, y a menudo se conocen en línea.

“Crecí en las décadas de los años 80 y 90 y la mayoría de las personas de mi edad, todos, se casaban, no importaba si eran homosexuales o heterosexuales”, dice Xu Bin, fundador del grupo defensor Common Language.

“Si no estás casado, eres un monstruo”.

A pesar de los avances, el estigma social sigue siendo inmenso. Según una encuesta realizada en el 2013 por el grupo de investigación estadounidense Pew, solo el 21% de la población de China estuvo a favor de aceptar la homosexualidad.

El matrimonio de personas del mismo sexo sigue siendo un tema tabú para muchos a lo largo de China.

Y una gran cantidad de clínicas en China ofrecen el denominado tratamiento de choque para la “conversión” con el fin de “curar” la homosexualidad.

A principios de este año, un tribunal de Beijing analizó el primer caso de China para objetar el tratamiento. Sin embargo, el retraso en la decisión ha generado la preocupación en la comunidad gay en relación a que las clínicas podrían continuar proporcionando dichos tratamientos.

Discriminación

Los profesionales LGBT de China también deben lidiar con la falta de protección jurídica contra la discriminación en el trabajo.

“La discriminación en el trabajo es muy sutil y es probable que no logres obtener un ascenso por el hecho de ser soltero. Te podrían despedir por todo tipo de razones”, dice To.

“No existe protección”.

Aunque a China aún le falta mucho por hacer para que los profesionales gay puedan prosperar profesionalmente en todos los lugares de trabajo, los activistas gay chinos se sienten motivados por el reciente anuncio del director ejecutivo de Apple, Tim Cook.

“Creo que el hecho de que Tim Cook haya salido del armario es muy importante para la sociedad china, especialmente en el mundo de los negocios”, me dice Wei.

“Además, ha motivado de manera muy efectiva a las personas para que consideren las conexiones directas y no directas entre las personas homosexuales y los productos que todos utilizamos en nuestra vida”.

Nueva generación

Con estas fuerzas de cambio que se originan tanto fuera como dentro de China, la comunidad LGBT del país sigue adelante, a pesar de la serie de desafíos únicos que enfrenta.

“Durante los últimos diez años, la mayoría de los cambios probablemente se originaron de la notoriedad que la comunidad LGBT tiene en la sociedad china. Durante los siguientes diez años, yo diría que es la visibilidad de los derechos de la comunidad LGBT en China”, dice Xu.

A medida que el enfoque cambia y se convierte en una exigencia más sólida con el objetivo de tener mayores derechos, los activistas pioneros gay de China buscan que la generación más joven continúe con esta lucha.

“Esta generación es mucho más confiada y segura de sí misma”, dice To.

“Y tienen más recursos”, añade Xu.

“Al final, creo que estamos luchando no solo por una mejor situación para la comunidad LGBT, sino también por una mejor situación para todas las minorías y las personas vulnerables”, dice.

Sin ocultarse y sintiéndose muy orgullosos, los activistas gay de China son una minoría cada vez mayor que se expresa libremente y presionan para que se efectúe un cambio que pueda llegar a todos los rincones de la sociedad china.