(CNN Español) – Un grupo de seguidores y familiares de Leopoldo López se dieron cita en el mismo lugar donde el dirigente opositor venezolano se entregó a las autoridades hace un año.
La concentración en Caracas se llevó a cabo mientras el oficialismo sigue acusándolo de incitar los sucesos violentos registrados tras una marcha antigubernamental del 12 de febrero de 2014.
La poca afluencia de participantes este miércoles contrasta con la masiva asistencia de hace un año.
Entrevista exclusiva: Leopoldo López, un año después
Según algunos analistas, el desgaste prevaleció entre los opositores venezolanos.
Los presentes fueron miembros de su partido, Voluntad Popular, y de otros movimientos opositores, así como del movimiento estudiantil.
La mayoría vistió de blanco, según dijeron, para hacer un llamado a la paz y a la esperanza.
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Entre los presentes estaban la dirigente de Vente Venezuela, María Corina Machado, y el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma. También el secretario general de la mesa de la unidad democrática, Jesús Torrealba.
No obstante, no participó el dos veces candidato presidencial opositor Henrique Capriles, quien recurrió a Twitter para pedir la libertad de López y reclamar un país donde, dijo, la justicia funcione para todos por igual.
Mientras que López y sus seguidores defienden su inocencia, el Comité de Víctimas de la Guarimba y del Golpe Continuado no dudan de la responsabilidad de López en la ola de protestas.
El presidente Nicolás Maduro se ha referido en varias oportunidades a López como el “monstruo de Ramo Verde” y señala que es responsable de la violencia y que por tanto debe pagar.