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Por Brian Stelter, CNNMoney

(CNNMoney) — John Oliver, comediante de la cadena de televisión HBO, dio su mejor golpe hasta el momento: una entrevista a profundidad con Edward Snowden, excontratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

El comediante sorprendió a los espectadores el domingo 5 de abril al revelar que había ido a Rusia la semana anterior y se había reunido con Snowden, quien filtró documentos sobre los programas masivos de vigilancia de periodistas que el gobierno estadounidense llevó a cabo en 2013.

El resultado fue mitad comedia, mitad conversación seria clasificación C sobre vigilancia, y giró alrededor de una posibilidad en específico: ¿el gobierno puede acceder en secreto a las selfies de desnudos de los estadounidenses?

La respuesta de Snowden fue: Sí.

“Si tienes tu cuenta de correo electrónico en un sitio como Gmail, albergada en un servidor en el extranjero, que se transfiera al extranjero o (si) en algún momento cruza las fronteras de Estados Unidos, tu basura se queda en la base de datos”.

Agregó que “aunque lo envíes a alguien que está en Estados Unidos, todas tus comunicaciones domésticas con tu esposa pueden viajar desde Nueva York hasta Londres y de regreso y quedarse atrapadas en la base de datos”.

El programa de Oliver, Last Week Tonight, se ha hecho famoso por sus extensos análisis de temas poco discutidos pero sumamente importantes. La entrevista a Snowden es otro de los ejemplos de lo que algunas personas han llamado “comedia de investigación”.

HBO es propiedad de Time Warner, empresa que también es dueña de CNNMoney.

Es casi seguro que los preparativos para esta entrevista hayan tomado meses. Solo un puñado de periodistas estadounidenses han viajado a Rusia para reunirse con Snowden en persona, quien ha vivido en el exilio mientras sus abogados buscan una forma de que regrese a Estados Unidos.

El abogado de la Unión Estadounidense de Derechos Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) que representa a Snowden no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre los resultados de la entrevista.

Snowden habló abiertamente con Oliver de sus temores de que los primeros reportes en The Guardian, The Washington Post y otros medios no llamaran la atención de forma sostenida.

“Al principio me aterró que esto fuera una historia de tres días. Todo el mundo se olvidaría de ello”, le dijo a Oliver. “Pero cuando vi que todo el mundo decía: ‘¡Vaya!, este es un problema, hay que hacer algo al respecto’, me sentí reivindicado”.

Oliver desafió su declaración. HBO envió cámaras a Times Square, en Nueva York, para preguntarles a los estadounidenses qué opinaban sobre la vigilancia masiva. Los equipos regresaron con cintas en las que la gente decía: “No tengo idea de quién es Edward Snowden”. Oliver reprodujo la cinta para que Snowden la viera y este pareció hacer una mueca en un momento dado, mientras la veía.

Oliver le preguntó: “¿Tenemos la capacidad de sostener esta conversación? Porque es muy complicado, no entendemos los fundamentos”.

“Entenderlo es un verdadero desafío… ¿cómo comunicamos algo cuya comprensión técnica requiere años y años y lo comprimimos en unos segundos de discurso para que pueda identificarme con el problema?”, dijo Snowden.

Entonces, Oliver trató de hablar sobre algo muy específico: selfies de desnudos.

Oliver mostró a Snowden más imágenes de lo que se grabó en Times Square. Esta vez, los transeúntes decían cosas como: “Si mi esposo me enviara una foto de su pene y el gobierno pudiera tener acceso a ello, yo querría que ese programa se cancelara”.

“¿Pueden ver mi pene?”, preguntó Oliver, a lo que Snowden respondió: “Sí”.

“La buena noticia es que no existe un programa llamado ‘dick pic’. La mala noticia: aún siguen recolectando información, incluidas las fotos de tu pene”, respondió Snowden.