Actualizado 2 de diciembre 2015

(CNN) – El 2 de diciembre se registró un nuevo tiroteo, esta vez en San Bernardino, California. En 2015 ha habido varios tiroteos mortales, entre ellos los ocurridos el 1 de octubre en Roseburg, Oregon (nueve muertos más el atacante); el 16 de julio en Chattanooga, Tennessee (cinco muertos más el atacante); y el 17 de junio en una iglesia de Charleston, Carolina del Sur (nueve muertos).

En otro hecho en agosto 2015, un pistolero abrió fuego contra dos reporteros en Virginia y contra la mujer a la que estaban entrevistando en televisión en vivo en agosto de 2015. El atacante estaba influenciado por una larga historia de asesinatos públicos masivos a lo largo del país.

El pistolero, Vester Lee Flanagan II, dijo que admiraba a los pistoleros masivos como al de la Escuela Secundaria de Columbine en 1999 y al de Virginia Tech en el 2007, y que él había dejado un depósito para un arma dos días después de que ocurriera el tiroteo en la iglesia de Charleston, Carolina del Sur, en junio.

Cuando se trata de tiroteos masivos, Estados Unidos es trágicamente excepcional: hay más tiroteos públicos masivos en Estados Unidos que en cualquier otro país del mundo, según un nuevo estudio.

Entre 1966 y 2012, 90 tiroteos masivos tuvieron lugar en Estados Unidos. Los tiroteos masivos son definidos por el estudio como aquellos en los que hay cuatro o más víctimas y no incluyen asesinatos de pandillas o asesinatos que involucran a múltiples miembros de una familia; aunque es de alto perfil, el tiroteo de Virginia no entra en esta definición. Estos son tiroteos como los que tuvieron lugar en el cine de Aurora, Colorado, en el 2012, y en la Escuela Primaria de Sandy Hook en Newtown, Connecticut, ese mismo año.

Los 90 tiroteos masivos estadounidenses representan casi un tercio de los 292 de este tipo de ataques a nivel mundial durante ese período. Aunque Estados Unidos tiene el 5% de la población mundial, tenía el 31% de todos los tiroteos masivos públicos.

“La gente se sorprendió un poco por estas estadísticas”, dijo Adam Lankford, un profesor asociado de justicia penal de la Universidad de Alabama, quien hizo el análisis. Lankford presentó su trabajo en la conferencia anual de la Asociación Sociológica Estadounidense la semana pasada y dice que es la primera investigación de su tipo en hacer una comparación mundial.

Cómo los tiroteos en Estados Unidos son diferentes

Lankford analizó los registros de cada incidente y encontró algunos factores comunes que distinguen los incidentes estadounidenses del resto del mundo.

En Estados Unidos, la gente tiene una mayor posibilidad de morir en un tiroteo masivo si se encuentran en el trabajo o en la escuela. En el extranjero, estos incidentes por lo general ocurren cerca de instalaciones militares.

En más de la mitad de los casos, el pistolero tenía más de un arma de fuego. En incidentes mundiales, el pistolero típicamente solo tenía un arma.

En Estados Unidos, hay 6,87 víctimas en promedio por incidente. En los otros 171 países que Lankford estudió, el promedio era de 8,8 víctimas por incidente.

Lankford dijo que cree que menos personas mueren en estos tiroteos masivos en Estados Unidos porque la policía estadounidense entrena rutinariamente sobre cómo tratar con este tipo de incidentes, a pesar de que suceden con menos frecuencia comparado con otros tipos de delincuencia. “La policía respondía con mayor lentitud en otros países y tenía más probabilidad de estar mal preparada cuando de hecho respondían”, dijo Lankford.

El fenómeno de imitación

¿Qué hay detrás de todos estos asesinatos masivos en Estados Unidos?

Muchos de los pistoleros en Estados Unidos son enfermos mentales, de acuerdo con los datos, pero otros estudios han demostrado que el número estimado de casos de enfermedad mental no ha aumentado significativamente, mientras que el número de tiroteos masivos si lo ha hecho.

Los incidentes se triplicaron del 2011 al 2014, según un nuevo análisis realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard y la Universidad del Noreste. La investigación de Harvard mostró que en ese período los ataques públicos ocurrieron cada 64 días en promedio. Durante los 29 años anteriores, estos ocurrieron cada 200 días en promedio. En contraste, la tasa mundial de homicidios de Estados Unidos y la tasa de violencia armada se ha reducido significativamente en las últimas dos décadas.

Algunos investigadores creen que estos asesinatos masivos pueden ser contagiosos: una matanza o un tiroteo aumenta las probabilidades de que ocurran otros acontecimientos en un período aproximado de dos semanas, una “infección” que dura alrededor de 13 días, según encontraron los investigadores en otro estudio realizado este año.

El fenómeno de imitación es más agudo en Estados Unidos porque las armas son más accesibles que en otros países. “El acceso a las armas de fuego es un predictor significativo de estos incidentes”, dijo Lankford.

Estados Unidos tiene más armas que cualquier otro país del mundo. Se calcula que hay entre 270 y 310 millones de armas de fuego en circulación en Estados Unidos. Dado que la población estadounidense es de 318,9 millones, eso casi sería un arma de fuego por cada estadounidense. Sin embargo, solo un poco más de un tercio de los estadounidenses dicen que ellos, o alguien en su hogar, poseen un arma de fuego, según el Centro de Investigación Pew. El país con el siguiente mayor número de armas de fuego es la India, con 46 millones de armas distribuidas en una población mucho mayor de más de 1.250 millones. India ni siquiera aparece entre los cinco primeros países con los mayores tiroteos masivos.

Sin embargo, esas cifras de hecho demuestran que las leyes de armas más restrictivas hacen la diferencia. Lankford apunta a Australia como un ejemplo. El país enfrentó cuatro tiroteos masivos entre 1987 y 1996. Después de esos incidentes, la opinión pública se opuso a la posesión de armas y el parlamento aprobó leyes de armas más estrictas. Australia no ha experimentado un tiroteo masivo desde entonces.

¿Acaso el deseo por la fama es un factor?

Sin embargo, no se tiene la misma voluntad política en Estados Unidos. Con alguna excepción, las encuestas realizadas por Pew después de muchos tiroteos masivos de alto perfil sugieren que los estadounidenses suelen favorecer más la posesión de armas después de tales incidentes.

Lankford tiene otra explicación que planea explorar en su próxima investigación.

“Es más difícil de cuantificar, pero me ha impactado una investigación que demuestra que ganar fama es uno de los objetivos más importantes de esta generación”, dijo Lankford. “Parece que los estadounidenses cada vez más están buscando fama y ​​no existe duda de que existe una asociación entre la cobertura de los medios que estos delincuentes logran y la posibilidad de que van a actuar”.

Lankford dijo que si algo bueno se puede obtener de su estudio, es que el conocimiento puede ayudar a otros a prepararse para lo impensable.

“Nuestra tasa de homicidios es más alta que las naciones europeas comparables. Sin embargo, en todo caso, es este tipo de ataques los que nos distinguen de manera negativa del resto del mundo y nos dan esta violenta reputación como un país”, dijo Lankford. “Francamente, si queremos darle al mundo un mensaje de lo que hemos aprendido de todo esto, sería decirles que: ‘Es posible que estas cosas ocurran, así que prepárense y aprendan de ello antes de que ustedes mismos experimenten una tragedia’”.