Pavel Durov CEO de Telegram, una aplicación de la que se ha dicho es usada por terroristas de ISIS.

(CNN) – El fundador de una aplicación de cifrado preferida entre los militantes de ISIS dijo que abrir una “puerta trasera” hacia tales herramientas de comunicación podría ayudar a los terroristas y a los criminales.

Pavel Durov de 31 años, es el esquivo empresario que está detrás de Telegram, una aplicación desarrollada para permitir a los usuarios enviar mensajes protegidos por un cifrado de punto a punto… el tipo de cifrado que las autoridades no pueden interceptar fácilmente.

Y ese secreto significa que ha desarrollado una reputación como una de las herramientas que los terroristas eligen, una imagen que Durov, vestido de negro, está dispuesto a disipar, al señalar que la mayoría de los 100 millones de usuarios de su aplicación son personas comunes y corrientes.

“En Estados Unidos, ellos empezaron a referirse a Telegram como ‘la aplicación de mensajería que ISIS prefiere’”, dice. “Pero en realidad hay muchos más usuarios legítimos”.

El tema del cifrado es complicado. La reciente decisión de Apple de desafiar al FBI al negarse a desbloquear el teléfono de uno de los atacantes de San Bernardino, al afirmar que establecería un precedente peligroso, ha generado controversia.

Sin embargo, Durov insiste en que las “soluciones demasiado simplistas” sugeridas por los servicios de inteligencia, bloquear el acceso a las aplicaciones y permitir que los gobiernos desbloqueen las comunicaciones seguras no es la respuesta.

Los datos privados se encuentran en riesgo

“Cuando los analizas te das cuenta de que no funcionarían y que en realidad empeorarían la situación”, dice. “En esencia quieren que las compañías que ofrecen los servicios de mensajería cifrada implementen soluciones de ‘puerta trasera’”.

El problema con ese enfoque, dice, es que no puedes hacer que la tecnología de mensajería sea segura para todos menos los terroristas. “No puedes hacer que sea segura en contra de los criminales y abierta para los gobiernos. O es segura o no lo es”, dijo. Si se implementa tal medida, la mayoría de nuestra correspondencia, nuestros secretos de negocios, nuestros datos privados estarían en riesgo. Porque si existe una puerta trasera, no solo un funcionario del gobierno podría usarla, sino en teoría, criminales como terroristas también podrían usarla”.

Durov dice que varios gobiernos, entre ellos el de Gran Bretaña, lo han contactado para pedirle ayuda en el pasado, pero el cifrado implica que ni siquiera él puede tener acceso a los mensajes de sus usuarios.

“Durante los dos años y medio de nuestra existencia no hemos dado a conocer ni siguiera un dato de nuestros usuarios”, dice orgullosamente.

Esas son buenas noticias para cualquier persona que quiera comunicarse sin que alguien lo espíe… sea quien sea.

Los responsables de los ataques en París usaron aplicaciones como Telegram y WhatsApp. Sin embargo, dicen los investigadores, se desconoce si esas aplicaciones fueron utilizadas para ocultar sus planes. ISIS más adelante usó el servicio para asumir la responsabilidad de las masacres.

Una fuente con conocimiento de la investigación en París le dijo a CNN que lo que se dijo a través de los mensajes cifrados de los atacantes podría nunca llegar a conocerse.

Luego de los ataques en París, hubo crecientes llamados para que se regulara la tecnología, la cual el director del FBI, James Comey, dijo que se encontraba “en el centro de las operaciones terroristas”.

Durov, el fundador de Telegram, desestima la sugerencia de que Telegram sea responsable de cualquier manera por la masacre ocurrida en el Bataclan y en otros sitios en París, donde 130 personas perdieron la vida.

“No lo creo”, dice. “Ellos probablemente también usaban otros servicios de mensajería. Es erróneo decir que nosotros somos los responsables —o que cualquier otra compañía de tecnología— es responsable de eso”.

El lado más oscuro de la tecnología

El hecho de que su aplicación sea utilizada por combatientes y propagandistas de ISIS es, dice, “el lado más oscuro de la tecnología en general”.

“Siempre que se haga un avance tecnológico, esto puede ser utilizado tanto para bien como para mal”, dijo.

“Puedes compararlo con el ejemplo de la invención de la pólvora: una vez el secreto está allá afuera, no tiene sentido obligar a tus usuarios locales de pólvora a que hagan que tu pólvora sea menos efectiva cuando el otro lado aún puede usarla y usarla de manera efectiva”.

“Lo mismo aplica a las aplicaciones de mensajería: los terroristas siempre encontrarán una forma de comunicarse. Ellos siempre encontrarán una solución”, cree.

Telegram se ha involucrado al cerrar los canales públicos de su aplicación que eran utilizados por ISIS; en el último conteo, la compañía dice que han cerrado más de 660 de ellos.

“Todos los días, cuatro o cinco canales son reportados por nuestros usuarios, y los cerramos”, explica Durov.

Durov es originario de Rusia, pero desde que salió al exilio en 2014, dice que no tiene hogar permanente; en cambio, ha optado por trasladarse de ciudad en ciudad, viajando con poco equipaje.

Sus experiencias en su país de origen lo llevaron a tomar la decisión de crear Telegram, y también le dieron forma a su opinión sobre la importancia de la privacidad y la libertad del control por parte del estado, el cual dice que monitorean actividades criminales como tráfico de drogas, tráfico de personas y pedófilos.

Riesgos vs. derechos

“Cuando vivía en Rusia hace unos años, todas estas actividades fueron utilizadas como pretexto para monitorear la comunicación de ciudadanos rusos y en muchos casos, fue utilizada para reprimir a los disidentes y a los individuos de pensamiento liberal”, dijo.

Para Durov, es cuestión de equilibrar las prioridades: el derecho a comunicarse sin que alguien los espíe versus la posibilidad de prevenir un posible ataque… y él insiste en que esa no es una decisión que él debería tomar.

“Este es un debate importante sobre los valores de la sociedad en cuestión: si el riesgo de tener un ataque terrorista es más importante que el 100% del derecho a la privacidad”, dice. “Esto debería ser decidido por las personas del país en cuestión. No por mí”.

Sin embargo, él advierte que hacer la elección en contra de la privacidad probablemente abriría una caja de Pandora de problemas: “Para mí, yo diría que en la mayor parte del mundo, esto daría lugar a consecuencias peligrosas”.