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Comienza el proceso de refrendación del acuerdo de paz en Colombia
05:32 - Fuente: CNN

(CNN Español) – El Senado de Colombia refrendó la noche de este martes el renegociado acuerdo de paz entre las FARC y el Gobierno, que se volvió a firmar el pasado 24 de noviembre, en una sobria ceremonia llevada a cabo en el Teatro Colón, de Bogotá.

La aprobación se dio por 75 votos a favor de 102 senadores, y cero votos en contra.

Este miércoles, a partir de las 8:00 horas, inicia el debate en la Cámara de Representantes.

El nuevo acuerdo, que tanto Gobierno como guerrilla calificaron de definitivo, comenzó su trámite en el Congreso de la República como paso previo a la implementación.

La jornada de este martes, que por agenda estaba citada a las 9 de la mañana pero empezó más tarde, se abrió con una presentación de más de media hora del jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, en la que les explicó a los legisladores porqué es importante que refrenden el nuevo acuerdo. “Este es el debate del medio siglo, es un momento crucial para Colombia, es una discusión de gran importancia”, afirmó De la Calle ante el Senado.

En el debate también tuvieron cabida algunos de los promotores del sí y del no en el plebiscito del pasado 2 de octubre, en el que por un margen muy estrecho (50,2%) los colombianos rechazaron el acuerdo de paz alcanzado con la guerrilla más antigua de América Latina, tras cuatro años de negociaciones en La Habana (Cuba).

Además, intervinieron algunos voceros de los movimientos sociales y políticos cuyos líderes han sido amenazados o asesinados en las últimas semanas.

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Según el jefe del equipo equipo negociador, no es cierto que la discusión del acuerdo en el Congreso carezca de validez, como han argumentado los senadores y representantes a la Cámara del opositor Centro Democrático.

Los miembros del Centro Democrático, liderados por el senador y expresidente Álvaro Uribe y quienes fueron los principales promotores del voto por el no en el plebiscito, aseguran que refrendar el acuerdo por la vía del Congreso omite la decisión del pueblo, que decidió rechazarlo en las urnas.

En un inicio, se había dicho que los senadores de la bancada uribista (20 de los 102 senadores) no asistirían a la sesión, pero finalmente sí llegaron al recinto y participaron del debate, aunque aseguraron que no votarían y mantuvieron siempre, delante de sus curules, el dibujo de un conejo acompañado de la etiqueta #NoAlConejo. En Colombia la expresión “hacer conejo” significa estafar o engañar y se utiliza con frecuencia para referirse a las personas que después de consumir algo en un restaurante, se van sin pagar.

Desde que se anunció que estaba listo el nuevo acuerdo, que según el Gobierno y las FARC tuvo en cuenta 56 de las 57 propuestas de los promotores del no, Uribe ha afirmado que no puede ser definitivo si no es estudiado por ellos y por las víctimas de la guerrilla, para que le hagan nuevas observaciones.

Sin embargo, el presidente Juan Manuel Santos dio la orden de que tras la firma de la semana pasada fuera inmediatamente remitido al Congreso, para comenzar allí el trámite de refrendación.

Aunque no se prevé que la aprobación del acuerdo tenga obstáculos pues el Gobierno y su coalición de partidos tiene las mayorías en ambas cámaras (tanto Senado como Cámara de Representantes), lo que todavía genera incertidumbre es el tiempo que necesitará para tramitar las reformas necesarias para que sea una realidad.

Como lo explicó hace unas semanas a CNN en Español el politólogo y abogado José Manuel Acevedo, el problema es que “los resultados del plebiscito impidieron activar el acto legislativo por la paz, que agilizaba la implementación de los acuerdos a través del llamado fast track o trámite abreviado de los proyectos de ley y reformas constitucionales necesarias” para implementar los acuerdos logrados en La Habana.

Ese acto legislativo por la paz le daba rango constitucional al acuerdo con las FARC y unas facultades especiales al presidente para expedir decretos exclusivamente relacionados con el desarrollo del mismo. Sin el acto, afirmó Acevedo, “la implementación en el Congreso es viable pero muy lenta”, pues la discusión y aprobación de las reformas constitucionales se demoraría los ocho debates requeridos por la vía ordinaria, y la de los proyectos de ley necesitaría de los cuatro debates que siempre requiere.

La Corte Constitucional, además, todavía debe decidir si el mecanismo del fast track para implementar los acuerdos de paz es constitucional o no. “El llamado fast track no es un capricho sino que busca garantizar que logremos llegar a la otra rivera, porque ya pasamos la primera mitad del río”, aseguró De la Calle en su exposición en el Senado.

Este martes, en entrevista con Carlos Montero -conductor de Café CNN, de CNN en Español-, el analista, abogado y exviceministro de Justicia de Colombia Rafael Nieto Loaiza aseguró que no prevé que exista “ninguna dificultad ni en la refrendación ni en la implementación a través del Congreso” y reiteró que aún hay controversia por el tiempo que puedan tardar los trámites de las leyes, dado que el fast track quedó congelado con la votación del plebiscito.

¿Representación popular?

“El presidente dijo que sería el pueblo el que tendría la última palabra y aunque de alguna manera se pueda sostener que el Congreso de la República es una representación del pueblo, ciertamente es una representación indirecta y no es la representación popular que la gente espera”, comentó Nieto Loaiza, quien ha estado del lado de los promotores del no en esta discusión.

El debate en la Cámara de Representantes se llevará a cabo este miércoles. Una vez ambas cámaras hayan aprobado la implementación comenzará a correr el reloj de los 180 días previstos por el acuerdo para que las FARC se concentren en determinadas zonas del país y se desarmen, con el monitoreo de una misión política de las Naciones Unidas.

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El debate del martes contó con la veeduría de un movimiento de ciudadanos, liderado por jóvenes, que afuera del Congreso y en el salón en el que se reunieron se encargó de verificar, uno por uno, qué senadores llegaban a la sesión, si entraban tarde o salían antes de tiempo.

Los promotores de la “Encerratón”, como llamaron al mecanismo con el que buscan presionar a los legisladores para que cumplan con el deber de asistir a las sesiones y votar en todas las discusiones, utilizaron también las redes sociales para sumar adeptos a su causa. De hecho, hacia mediodía, con la etiqueta #SoyVeedor ya se habían convertido en tendencia en Twitter en Colombia.