(CNN) – Cada año, los ambientes contaminados causan la muerte de casi 1,7 millones de niños menores de 5 años, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado este lunes.
Las causas incluyen agua contaminada, falta de saneamiento, malas prácticas higiénicas y contaminación interior y al aire libre, así como lesiones. Según el reporte, estos contaminantes son la causa de una de cada cuatro muertes en niños de entre 1 mes y 5 años.
El estudio destaca que las causas más frecuentes de muerte infantil son evitables a través de intervenciones que ya están disponibles en las comunidades más afectadas. Esas causas son diarrea, malaria y neumonía, que pueden ser prevenidas mejorando el acceso al agua potable y usando mosquiteros tratados con insecticidas y combustibles limpios para cocinar.
“Un ambiente contaminado es un ambiente letal, particularmente para niños pequeños”, dijo Margaret Chan, directora general de la OMS, en una declaración tras la publicación del informe.
“Sus órganos y sistemas inmunes en desarrollo y sus cuerpos y vías respiratorias pequeñas, los hacen especialmente vulnerables al aire sucio y al agua contaminada”, añade Chan.
LEE: Ultimátum a cinco países de la Unión Europea por contaminar el aire
Los niños expuestos a la contaminación del aire en espacios interiores y exteriores, incluyendo el humo indirecto o tabaquismo pasivo, tienen más riesgo de sufrir neumonía durante su infancia, así como de sufrir enfermedades respiratorias crónicas durante el resto de sus vidas, dice el estudio.
La OMS también señaló el aumento del riesgo de enfermedades cardiacas, derrames y cáncer por la exposición al aire contaminado.
Más del 90% de la población mundial respira un aire que viola los parámetros de calidad establecidos por la OMS.
El informe también enumera las medidas que hay que tomar para eliminar esos factores de riesgo y así prevenir enfermedades y muertes.
“Invertir en eliminar esos riesgos ambientales para la salud, así como invertir en mejorar la calidad del aire o usar combustibles limpios, resultará en beneficios masivos de salud”, dice María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Determinantes Ambientales y Sociales de la Salud de la OMS. “Un ambiente contaminado castiga, sobre todo, la salud de nuestros niños”.
LEE: La contaminación mata más niños que el sida y la malaria juntos
El aumento de la basura electrónica y eléctrica también es una preocupación, según el informe. Si no se desecha correctamente, esa basura puede exponer a los niños a toxinas que pueden perjudicar su inteligencia y causar déficit de atención, daño en los pulmones y cáncer.
También se teme que un mayor riesgo de cambio climático, debido al aumento de las temperaturas y de los niveles de dióxido de carbono, impulse un aumento del polen y, posiblemente, de casos de asma. Se calcula que el 44% de los casos de asma infantil en el mundo están relacionados con exposiciones medioambientales, dice el informe.
Además de advertir la carga que deben soportar los niños más pequeños, el nuevo estudio sugiere cómo reducir los factores de riesgo y, por ende, las tasas de mortalidad.
Entre las sugerencias está reducir la contaminación del aire, mejorar el acceso al agua limpia y el saneamiento, proteger a las mujeres embarazadas del humo indirecto y construir ambientes seguros para reducir accidentes y lesiones.
LEE: Londres supera los límites de contaminación atmosférica en la primera semana del 2017
“La contaminación del aire en espacios interiores y exteriores tiene un importante efecto en la salud y en el desarrollo de los niños, y no sólo en el contexto de las ‘ciudades contaminadas’ estereotipadas, sino también en las familias rurales muy pobres que cocinan al interior de su casa”, dice Joy Lawn, profesor de salud materna y reproductiva y de epidemiología de la salud del niño en el London School of Hygiene and Tropical Medicine.
“Se da por hecho que las familias de países con ingresos altos tienen agua limpia, pero los niños en los climas más calientes, que enfrentan los riesgos más grandes de contraer enfermedades infecciosas, son los que realmente tienen menos acceso al agua limpia”.
Pero según Lawn, la contaminación no es el único factor de riesgo cuando se habla de mortalidad infantil.
“Tenemos que tener mucho cuidado en atribuir esas muertes solo al agua sucia y la contaminación”, explica. “Para prevenir muertes por neumonía también necesitamos vacunas y antibióticos; por malaria, necesitamos mosquiteros y tratamientos antimalaria. No es solo un problema de la polución”.
Otras soluciones posibles mencionadas en el informe son remover hongos y plagas de las casas, remover la pintura con plomo, asegurar el saneamiento y la buena nutrición en las escuelas y usar un mejor planeamiento urbano para crear más espacios verdes en las ciudades. También se destaca un manejo seguro de la basura industrial y frenar el uso de pesticidas tóxicos en la agricultura, así como detener al trabajo infantil en los campos.
El informe “destaca cómo el problema de la contaminación del medio ambiente afecta la salud de los niños en todo el mundo”, dice John Holloway, profesor de genética respiratoria y alergias de la Universidad de Southampton. Holloway publicó hace poco un informe sobre el impacto permanente de la contaminación del aire.
“No solo debemos preocuparnos por los graves efectos de la contaminación en la salud de los niños mencionados en el reporte, sino por los potenciales efectos permanentes de estar expuesto a contaminantes desde temprana edad, que puede tener consecuencias para toda la vida en la salud y en el bienestar”, explica.
Y agrega que la preocupación no debería ser solo de los países en vías de desarrollo. “La exposición al aire contaminado y al humo indirecto afecta la salud de los niños de países en vías de desarrollo, pero también del Reino Unido”, dice.