(CNN) – El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha denunciado el ataque estadounidense contra una base aérea del gobierno sirio como una “agresión contra un Estado soberano en violación de las normas del derecho internacional”.
El Ministerio ruso de Defensa dijo el viernes que planea reforzar y aumentar la eficacia del sistema de defensa aérea en Siria después del ataque.
“Para proteger los objetos más sensibles de la infraestructura siria, se implementará un sistema de medidas para reforzar y aumentar la efectividad de los sistemas de defensa aérea de las fuerzas armadas sirias”, dijo el portavoz del ministerio de Defensa Igor Konashenkov en un comunicado en los medios estatales.
Rusia anunció antes que suspendería un acuerdo de octubre de 2015 para minimizar los riesgos de incidentes en vuelo entre aviones rusos y de coalición dirigida por Estados Unidos.
El riesgo de una colisión directa entre EE.UU. y Rusia en Siria ha “aumentado significativamente” desde el ataque con misiles de EE.UU., dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
En una llamada con periodistas, Peskov añadió que era “indiscutible” que el ataque estadounidense contra Siria “se llevó a cabo en beneficio de ISIS y de otras organizaciones terroristas”.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenó el ataque contra la base aérea desde la cual se lanzó un ataque de armas químicas a principios de esta semana, dijeron funcionarios estadounidenses.
En una declaración anterior, el Kremlin dijo que Siria “no tiene armas químicas”, apuntando a informes de los inspectores de la ONU. En la tarde del viernes dijo que no había sido cómplice del ataque químico.
“Vladimir Putin cree que el desprecio total por la información objetiva sobre el uso de armas químicas por parte de terroristas agrava drásticamente la situación”, dijo el Kremlin en un comunicado.
“Esta medida de Washington ha afectado seriamente a las relaciones rusoestadounidenses, que ya se encuentran en un estado pobre”.
El Kremlin agregó que Putin ve la última acción militar de Estados Unidos como “un intento de distraer la creciente cantidad de muertes civiles en Iraq”.
Rusia es el aliado más poderoso del presidente sirio Bashar al Assad y ha proporcionado el poder militar detrás de su control sobre el país, que se hundió en la guerra civil hace seis años.