(CNN Español) – En medio de las tensiones por las protestas multitudinarias en Venezuela durante las últimas semanas, el apoyo al gobierno del presidente Nicolás Maduro divide a los países de Latinoamérica.
Este lunes, los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y Uruguay firmaron un comunicado conjunto en el que se exhorta al gobierno del presidente Nicolás Maduro definir “las fechas para dar cumplimiento al cronograma electoral que permita una pronta solución a la grave crisis que vive Venezuela y que preocupa a la región”.
Además, los países hicieron un llamado al gobierno de Venezuela para que “garantice el derecho a la manifestación pacífica” e “impida cualquier acción de violencia en contra de los manifestantes”.
El Departamento de Estado de Estados Unidos se unió a este llamado y le exigió a Venezuela “cumplir los compromisos que asumió el otoño pasado en el marco del proceso de diálogo, con la mediación del Vaticano”.
Luego de conocerse el comunicado, la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, calificó como “grosera” la injerencia de los gobiernos firmantes en la política interna de Venezuela, según dijo este lunes en su cuenta de Twitter.
Como respuesta a este comunicado, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, ALBA, envió un comunicado el mismo lunes en el que apoya al gobierno de Venezuela, en especial a la ministra de Relaciones Exteriores Delcy Rodríguez por su lucha en la “defensa de esta nueva integración, la soberanía, la unidad, el respeto, la paz e independencia de nuestros pueblos, en tiempos en que Latinoamérica y el Caribe se enfrenta hoy a una nueva batalla por defender su independencia y soberanía”.
Esta organización está compuesta por 11 países: Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, República Dominicana, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, Santa Lucía, San Cristobal y Nieves y Granada.
Este miércoles, durante el Consejo Permanente de la OEA sobre Venezuela, el embajador de ese país en el organismo, Samuel Moncada, denunció un “atropello” por parte de la OEA.
Mocanda dijo que la figura del consenso fue abusada cuando se aprobó una resolución sobre Venezuela con 17 países y que no tiene validez.
El embajador de Chile en la OEA, Juan Anibal Barría, hizo un llamado al gobierno de Venezuela para garantizar las manifestaciones pacíficas.
Mientras que el embajador de Nicaragua en ese organismo, Carlos Alvarado, insistió en promover el diálogo entre la oposición y el gobierno venezolano.
Mercosur también hizo un llamado al diálogo.
En una carta firmada por los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, países firmantes del tratado de Asunción para la creación del Mercosur, exhortaron a Venezuela a “restablecer la separación de poderes, garantizar el pleno goce de los derechos humanos y liberar a los presos políticos”.
El bloque económico del Mercosur está conformado por Argentina, Chile, Colombia, Brasil, Paraguay, Ecuador, Guyana, Uruguay, Perú y Surinam. (Bolivia está en proceso de adhesión).
En diciembre de 2016 Mercosur suspendió temporalmente a Venezuela por no cumplir con los requisitos de adhesión al bloque.
Venezuela debía aprobar 112 resoluciones del bloque y casi 300 parámetros requeridos para ser miembro. En septiembre pasado, los Estados miembros del Mercosur dieron ese plazo de tres meses para que Venezuela adoptara el acervo normativo vigente del bloque.
FOTOS | Días cruciales para Venezuela: marchas de la oposición y el oficialismo
LA OEA dividida
Estos comunicados llegan después de una dividida votación en la OEA a finales de marzo en la que 14 de los 35 países miembros de la OEA firmaron una declaración conjunta en la que pedían al presidente Nicolás Maduro liberar a los políticos presos y convocar pronto a elecciones.
Los países que se negaron a firmar la declaración conjunta de la OEA fueron los aliados más cercanos de Venezuela: Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El Salvador y República Dominicana.
Otros Estados se abstuvieron, sobre todo pequeñas naciones del Caribe, que han recibido grandes cargamentos de petróleo subsidiado venezolano.
Argentina y Brasil, que sí firmaron la carta, fueron hasta hace poco grandes aliados de Caracas pero la salida de la izquierda de la presidencia de ambos países, en el 2015 y en el 2016, respectivamente, cambió la relación que sostenían con el gobierno de Maduro.
La OEA le exigió a Venezuela celebrar elecciones democráticas o de lo contrario enfrentará la suspensión del grupo.
Los homónimos de Maduro en Latinoamérica, que han mantenido un largo silencio sobre la crisis del país, ya empezar a manifestar sus posiciones.
Este miércoles, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, le pidió a la canciller María Ángela Holguín —que está de visita en Nueva York— que le pida al secretario general de las Naciones Unidas “poner su atención en la preocupante militarización de la sociedad venezolana”.
Esto luego de que el presidente Nicolás Maduro autorizara este lunes darles “un fusil para cada miliciano y cada miliciana” para enfrentar “cualquier imperialismo”.
El Departamento de Estado de Estados Unidos en el comunicado de este martes rechazó “el uso de la violencia contra manifestantes que no están armados”.
“Los responsables de la represión ilegal de actividades democráticas pacíficas, el debilitamiento de las instituciones y las prácticas democráticas y las graves violaciones de derechos humanos deberán responder individualmente por sus actos ante la población venezolana y sus instituciones, así como ante la comunidad internacional”, dice el comunicado del gobierno de Estados Unidos.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, también se pronunció sobre la situación en Venezuela.
“No están cumpliendo lo que consideramos derechos humanos”, le dijo Macri a CNN a principios de abril. “Estoy realmente preocupado por lo que está pasando”, insistió.
Manifestaciones multitudinarias
Miles de venezolanos participarán este miércoles en marchas convocadas por oficialismo y oposición.
El oficialismo marcha “en defensa de la patria”, celebrando el Día de la Independencia de ese país, así como la conmemoración de los 4 años de la llegada al poder de Nicolás Maduro.
La oposición, entre tanto, se ha tomado las calles en las últimas semanas rechazando el que ha llamado “golpe de Estado” contra el país, semanas después de que la Corte Suprema de ese país inhabilitara temporalmente las funciones de la Asamblea Nacional, una orden que después se revirtió.
Además pide que se inhabilite a los jueces de la Corte Suprema, que se celebren elecciones libres tan pronto como sean posibles, la liberación de los políticos presos y ayuda humanitaria para comida y medicinas en Venezuela.
Esta situación se da en medio de una profunda crisis económica en la que el Fondo Monetario Internacional (FMI) reveló, sin atenuantes, sus perspectivas actualizadas sobre la economía del país.
Está previsto que el desempleo en la nación latinoamericana supere el 25% este año y llegue al 28% para 2018. En 2015, este indicador registraba apenas un 7,4%.