Washington (CNN) – El presidente de Estados Unidos Donald Trump prometió este miércoles trabajar como “un mediador, un árbitro o un facilitador” para ayudar a negociar la paz entre israelíes y palestinos, tras recibir al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) Mahmoud Abbas en la Casa Blanca.
“Vamos a hacerlo”, prometió Trump.
El presidente de EE.UU. reiteró la necesidad de que israelíes y palestinos consigan la paz a través de negociaciones directas y pidió a los líderes palestinos “pronunciarse con una voz unificada en contra de la incitación a la violencia y el odio”.
“Hay tanto odio, pero con suerte no habrá tanto odio en mucho tiempo”, dijo Trump, hablando junto a Abbas en el Salón Roosevelt.
El líder palestino expresó su apoyo a la solución de dos Estados al prolongado conflicto y recordó que desde hace mucho tiempo los palestinos buscan que la capital de ese futuro Estado sea Jerusalén Este, mientras aplaudió la decisión de que Trump asuma el papel de mediador en las negociaciones de paz.
Abbas dijo tener “esperanza” en que se pueda lograr la paz con Trump como mediador y elogió la astucia para negociar del presidente de Estados Unidos.
“Creo que bajo su liderazgo y bajo su valiente gestión y su sabiduría, así como su gran habilidad para negociar… creo que podemos ser aliados, verdaderos aliados suyos, para lograr un histórico acuerdo de paz”, dijo Abbas, traducido por un intérprete. “Ahora, señor presidente, con usted tenemos esperanza”.
Trump expresó su deseo de que tanto palestinos como israelíes se basen en los Acuerdos de Oslo, que Abbas firmó como negociador palestino en 1993, y dijo que espera que el líder palestino firme pronto “el acuerdo final y más importante de paz”.
Mientras Trump se refirió ampliamente a sus deseos de lograr un acuerdo de paz y algunos de los obstáculos para lograrlo, Abbas se dedicó a desglosar las demandas y exigencias de los palestinos.
Abbas habló de la importancia de proveer soluciones que resuelvan la crisis de los refugiados palestinos y de los que están presos en cárceles israelíes, refiriéndose al “sufrimiento de mi pueblo”.
“Señor presidente, es hora de que Israel le ponga fin a la ocupación de nuestro pueblo y nuestra tierra”, dijo Abbas, en alusión a los territorios palestinos de la Ribera Occidental que están bajo control israelí.
Este miércoles, Trump no se refirió a los asentamientos israelíes en la Ribera Occidental, que ha pedido que sean detenidos en mensajes al gobierno de Israel, y tampoco habló del grupo terrorista Hamas, que controla Gaza y a principios de esta semana le abrió la puerta a por lo menos un acuerdo temporal de un Estado palestino, basado en las fronteras de 1967.
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La visita de Abbas se produce más de dos meses después de que el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu visitó a Trump en la Casa Blanca, cuando la cercana relación entre ambos estaba en su mejor momento.
Pero mientras el encuentro entre Trump y Netanyahu marcó el comienzo de una era de relaciones entre Estados Unidos e Israel más cálidas que las que existieron durante el mandato del presidente Barack Obama, Trump también moderó ligeramente su posición sobre el conflicto israelo-palestino, suavizando el apoyo inequívoco que le prometió a Israel durante la campaña presidencial.
Trump le pidió a Netanyahu “detener los asentamientos por un poquito” y aunque ha dicho que le “encantaría” que la embajada de Estados se trasladara a Jerusalén, no dio muestras de que eso pueda suceder pronto.
El vicepresidente de EE.UU. Mike Pence dijo este martes que Trump está “considerando seriamente” mover la embajada de su país de Tel Aviv a Jerusalén, algo que prometió durante la campaña presidencial, pero no entregó una programación para ese traslado.
De aquí al 1 de junio Trump debe decidir si firma una exención de seis meses que prevenga un traslado. Cada presidente de Estados Unidos ha firmado esa exención dos veces por año, desde que en 1995 se aprobó una ley que ordenó la reubicación de la embajada, a menos que la Casa Blanca certifique que al hacerlo aumentarían las preocupaciones sobre la seguridad nacional.
Durante su encuentro con la prensa en la Oficina Oval un reportero le preguntó a Trump si todavía planeaba trasladar la embajada de Estados Unidos, pero el presidente ignoró la pregunta.
Los principales asesores de política exterior de Trump estuvieron presentes durante la visita de Abbas. El vicepresidente Mike Pence, el asesor de seguridad nacional Herbert Raymond McMaster y el secretario de Estado Rex Tillerson estaban en la reunión, junto al representante especial de Estados Unidos para las negociaciones internacionales Jason Greenblatt.
El yerno de Trump y alto consejero Jared Kushner, quien ha encabezado buena parte de los esfuerzos del Gobierno para abordar el conflicto israel-palestino, también estuvo en la reunión, así como el jefe de gabinete de la Casa Blanca Reince Priebus y el jefe de estrategia Steve Bannon, según confirmaron funcionarios de Estados Unidos.
Se esperaba que durante el encuentro Trump planteara la cuestión de la indemnización de la Autoridad Palestina a las familias palestinas cuyos miembros han muerto mientras realizaban ataques terroristas contra israelíes.
Los pagos, establecidos en la década de 1990 por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y que siguieron vigentes bajo la Autoridad Nacional Palestina, han provocado que miembros del Congreso pidan que se recorten los fondos que se entregan a los palestinos.