(CNNMoney) – Venezuela y Colombia son vecinos en América Latina. Pero la situación en los dos países es como la noche y el día.
En un momento en que Venezuela se hunde rápidamente en el caos, Colombia se está recuperando, intentando poner su guerra contra las drogas en el pasado y con un presidente que acaba de ganar el Premio Nobel de la Paz.
Los duros contrastes entre las dos naciones se hicieron evidentes en —de todos los lugares— la Casa Blanca.
El presidente Trump sancionó el jueves jueves a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia venezolanos leales al presidente Nicolás Maduro, acusándolos de perjudicar la democracia del país.
“Lo que está sucediendo es realmente una desgracia humanitaria”, dijo Trump sobre Venezuela el jueves. Eso dijo Trump, de pie junto al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en la Casa Blanca.
Trump elogió a Santos por ganar el Premio Nobel de la Paz el año pasado y por firmar un acuerdo de paz que puso fin a una guerra de más de 50 años con la guerrilla de las FARC.
“El presidente hizo un trabajo fantástico”, dijo Trump sobre Santos. “Eres realmente un gran ejemplo”.
No es sólo la retórica que es muy diferente entre ambos países. Las dos economías divergen de todas las maneras posibles ahora mismo.
“Viven en diferentes galaxias económicas”, dice Alberto Ramos, jefe de investigación de América Latina en Goldman Sachs. “Los desempeños de las economías son completamente diferentes”.
Nuevas cifras del Gobierno publicadas el viernes muestran que la economía de Colombia está creciendo. Desde 2010, Colombia ha promediado una fuerte tasa de crecimiento anual del 4%.
Por el contrario, Venezuela ni siquiera publica datos económicos del gobierno. Según el FMI, este año casi seguramente marcará el cuarto año de recesión de Venezuela. Su economía no ha crecido desde 2013.
Venezuela sufre una inflación desmesurada, que aumentará más de 1.100% este año, según las estimaciones del FMI. Se prevé que la inflación de Colombia suba un 4% este año.
El contraste también representa un cambio de fortuna. Durante la crisis de las drogas en Colombia —los años de auge y violencia del capo Pablo Escobar— muchos colombianos huyeron a la rica Venezuela, que tiene las mayores reservas de petróleo del mundo.
Ahora los venezolanos huyen a Colombia, escapando de un país que no tiene dinero, comida y medicina.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados dijo el año pasado que Colombia debería esperar una “avalancha” de refugiados venezolanos.
No se sabe cuántos venezolanos viven en Colombia porque se les permite entrar libremente en Colombia como turistas y millones tienen doble nacionalidad. Pero Tomás Páez, un experto en migración en Venezuela, concluyó en un estudio que cerca de 2 millones de venezolanos han abandonado el país desde que comenzó el régimen socialista en 1999.
Para estar claro, Colombia no está exenta de problemas. Su economía sufrió la fuerte caída de los precios del petróleo también. Y, como señaló Trump el jueves, la producción de cocaína alcanzó el máximo histórico en Colombia el año pasado.
Y aunque todo el mundo quiere la paz en Colombia, Santos ha sido duramente criticado por elaborar un acuerdo que los opositores locales dicen favorece a los guerrilleros que cometieron atrocidades. Los impuestos también están subiendo en Colombia para implementar el acuerdo de paz e integrar a los insurgentes en la vida civil.
Sin embargo, los dos vecinos sudamericanos no podían estar más separados. Sólo hay que preguntarle a Trump.
Venezuela “está realmente en un muy mal estado”, dijo Trump el jueves. “Estados Unidos y Colombia también son socios económicos fuertes”.