(CNN) – La investigación criminal del FBI por la intromisión rusa en la elección presidencial de Estados Unidos en 2016 está siguiendo muy de cerca los múltiples papeles que desempeñó Jared Kushner, yerno del presidente Donald Trump y asesor principal de la Casa Blanca, tanto en la campaña electoral como en el equipo de transición de Trump.
El foco que concierne a Kushner incluye: la operación de análisis de datos de la campaña de Trump en 2016, su relación con el exasesor de seguridad nacional Michael Flynn y los propios contactos que hizo Kushner con los rusos, según lo que revelaron funcionarios estadounidenses informados sobre la investigación del FBI.
No hay ningún indicio de que Kushner sea actualmente objeto de investigación y no hay acusaciones de que haya cometido un ilícito.
Lo que no queda claro es si el FBI tiene planes de hablar con Kushner, pero los investigadores creen que él estaría en capacidad de proporcionar información para ayudar con las pesquisas.
Cuando CNN contactó a un portavoz de Kushner este martes, el funcionario aseguró que el yerno de Trump no sabía nada del interés que tiene el FBI sobre él y que ni siquiera lo ha contactado. El canal NBC News y el diario The Washington Post reportaron este jueves sobre la inclinación de la agencia para evaluar los roles de Kushner. Por su parte, el abogado del esposo de Ivanka aseguró que su cliente está dispuesto a hablar con el FBI si es requerido.
“El señor Kushner ya se había ofrecido previamente a compartir con el Congreso lo que él conoce acerca de estas reuniones. Hará exactamente lo mismo si es contactado en relación con cualquier otra investigación”.
El FBI ha recolectado información de robots informáticos, es decir programas que realizan funciones repetitivas como búsquedas, que supuestamente están vinculados a Rusia, porque habrían ayudado a apuntar y a impulsar información negativa sobre Hillary Clinton e información positiva sobre Donald Trump a través de Facebook y otras redes sociales, informaron los funcionarios estadounidenses.
Los investigadores federales han estado mirando detenidamente la operación de análisis de datos de la campaña de Trump, que fue supervisada por Kushner, según los funcionarios. También se está evaluando si los agentes rusos usaron personas relacionadas con la campaña –con o sin intención– para tratar de ayudar a Rusia en su propio objetivo de información.
Kushner trabajó y colaboró en la supervisión a los contratistas que ejecutaron dicha operación de datos en la campaña, cuya sede estaba en San Antonio, Texas.
El yerno del presidente también ha descrito cómo, a partir de junio pasado, comenzó a probar el uso de la orientación de datos para vender productos de Trump. Eventualmente, según un perfil de la revista Forbes de noviembre, la operación ayudó a la campaña a saber dónde estaba resonando el mensaje del candidato en estados como Michigan y Wisconsin, lugares donde la sabiduría política tradicional sugería que podían estar perdiendo tiempo y dinero.
“Llamé a alguien que es empleado de una de las compañías tecnológicas con las que trabajo, y les pedí que me dieran un tutorial sobre cómo usar la microorientación de Facebook”, le explicó Kushner a Forbes.
Una fuente conectada con el grupo de análisis de datos aseguró que el equipo no ha sido contactado sobre ninguna investigación relacionada con Rusia. “No hemos sido contactados por nadie y no sabemos nada formal sobre una investigación”, indicó esta persona.
La línea de investigación del FBI sobre Flynn también toca a Kushner porque él dirigió los esfuerzos de política exterior en la transición presidencial.
El impacto de Kushner creció durante la transición, que según una fuente el yerno dirigió efectivamente (junto al otro asistente de campaña Rick Dearborn), cuando el gobernador de New Jersey Chris Christie fue retirado.
Esta fuente sostiene que tanto Kushner como su esposa Ivanka querían a Flynn como asesor de seguridad nacional. Otra fuente cercana al yerno del presidente negó que él presionara por Flynn.
Kushner reconoció que durante la transición se reunió por separado con el embajador de Rusia y con el jefe de un banco de ese país. De acuerdo a una fuente familiarizada con los hechos, en ninguna de las dos reuniones se discutieron las sanciones de Estados Unidos contra Rusia, sino que se centraron en establecer un canal con el presidente ruso, Vladimir Putin. Y el FBI está interesado en esas reuniones.
La Casa Blanca remitió las llamadas al abogado de Kushner.